POR MARĆA LAURA BALONGA
Vive en San Juan. Tras varias fugas, ahora volvieron a internarlo en un instituto especial.
No llega al metro diez de estatura, pesa menos de 30 kilos y en la PolicĆa de la localidad sanjuanina de Rawson estĆ”n convencidos de que es “un peligro en potencia”. Aunque, aclaran: “Si la droga le permite superar la adolescencia”.
Marito tiene 12 aƱos y roba para comprar paco. Una dosis le cuesta seis pesos, como mĆnimo. “Una vez se metiĆ³ en el camping de oficiales y se llevĆ³ 11.000 pesos. ImaginĆ” la cantidad de pasta base que se hubiera fumado...”, aseguran a ClarĆn en la ComisarĆa 25a. AllĆ tiene al menos ocho ingresos, la mayorĆa por hurto. La Justicia de Menores provincial lo internĆ³ en un centro de trata de adicciones del que se escapĆ³ tres veces en menos de una semana.
La historia de Marito trascendiĆ³ los lĆmites de San Juan a principios de mes. El 3 de marzo le robĆ³ el arma a un policĆa en el barrio La Quebrada, de Rawson, para cambiarla por drogas. Dos dĆas despuĆ©slo encontraron con la pistola.
Por tratarse de un menor, la jueza MarĆa Julia Camus se lo restituyĆ³ a sus padres. “No la usĆ³, sĆ³lo alardeĆ³ con ella en el barrio. No tiene fĆsico para ejercer violencia ”, explican desde la Justicia sanjuanina.
Sin embargo, esa misma semana Marito volviĆ³ a caer por intentar robar un almacĆ©n de la Villa Don Pablo. El dueƱo del comercio lo sorprendiĆ³ cuando intentaba llevarse 120 pesos de la caja. Era de madrugada y, despuĆ©s de meterse entre los barrotes de una ventana aprovechando su contextura pequeƱa, el dueƱo del local lo encontrĆ³ escondido detrĆ”s de una puerta: “Me pedĆa perdĆ³n y que no llamara a la PolicĆa. Estaba atemorizado y totalmente perdido por las drogas”, contĆ³ el hombre.
Marito fue llevado nuevamente a la seccional 25ĀŖ de la PolicĆa de San Juan y quedĆ³ otra vez a cargo del Segundo Juzgado de Menores que encabeza la jueza Camus y de la DirecciĆ³n de la NiƱez del Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia, quienes decidieron internarlo para recuperarlo de su adicciĆ³n.
El 8 de marzo fue ingresado al “Proyecto Juan” y quedĆ³ internado. Al dĆa siguiente, la jueza lo fue a visitar y le hizo escribir una carta para su familia.
“PapĆ” los quiero mucho. MamĆ”, no se preocupen. Los extraƱo. Yo estoy tranquilo, ustedes quĆ©dense tranquilos” , dice el texto.
Fuentes judiciales explicaron: “Ćl se criĆ³ solo y trata de sobrevivir. Viene del seno de una familia que no lo ha contenido. Durante la visita, la jueza lo vio asustado. No fue agresivo.
Simplemente preguntaba por quĆ© tenĆa que estar internado y por cuĆ”nto tiempo ”.
Marito tiene dos hermanos por parte del padre, otros dos por el lado de la madre y es el menor de los tres hijos que tiene la pareja. El papĆ” estĆ” desocupado y cartonea. Es analfabeto, al igual que la mamĆ”. Cuando la jueza los citĆ³ para darles la carta que habĆa escrito su hijo, se las tuvo que leer y tambiĆ©n redactĆ³ la respuesta.
Desde la PolicĆa describen que “es un chico que vive en situaciĆ³n de calle mĆ”s de lo que reconoce su familia, maneja el lenguaje y se defiende. El propio padre nos dice que no sabe quĆ© hacer con Ć©l, pero a su vez cuando lo vamos a buscar a su casa lo encubre. Estando en la comisarĆa, es inteligente como para agitar el calabozo ”.
A cuatro dĆas de estar internado, Marito se escapĆ³ del “Proyecto Juan” . Al dĆa siguiente la PolicĆa lo sorprendiĆ³ cuando intentaba llegar a la casa de su padre en la Villa San DamiĆ”n “perdido, descalzo y sin comer”.
Nuevamente fue a parar a la comisarĆa 25ĀŖ, y luego fue restituido al centro de rehabilitaciĆ³n. El sĆ”bado siguiente se volviĆ³ a escapar.
La PolicĆa lo hallĆ³ ese mismo dĆa cerca del barrio La EstaciĆ³n , donde compra el paco. “Nos volviĆ³ a decir que no quiere estar internado, que los grandes y los celadores le pegan y que a veces lo duermen”, relataron los agentes. Tras otra fuga del centro de adictos, esta semana lo atraparon de nuevo. Ahora estĆ” en un instituto de menores, a cargo de la Justicia sanjuanina.