PARĆS.- ¿Trabajar seis horas por dĆa y cobrar como si fueran ocho o nueve? ¿QuiĆ©n podrĆa decir que no? El atractivo proyecto responde a la iniciativa del intendente de la ciudad sueca de Gotemburgo, para crear puestos de trabajo y aumentar la productividad de sus empleados.
Mats Philem, responsable de esa urbe de 500.000 habitantes, la segunda entre las mĆ”s grandes de Suecia, propuso a comienzos de abril a su consejo municipal reducir el tiempo de trabajo a la mitad de sus empleados durante un aƱo. En ese perĆodo, la otra mitad continuarĆ” trabajando con el mismo horario; todos recibirĆ”n el mismo salario.
"Al tĆ©rmino de la experiencia, compararemos ambos grupos. Esperamos constatar menos ausencias por enfermedad entre quienes trabajaron menos y que los asalariados se sientan mejor mental y fĆsicamente", explicó Philem.
Convencido de que la productividad es menor cuando las jornadas laborales son mÔs largas, el intendente del Partido de Izquierda espera también aumentar la eficiencia de su administración.
Su experimento convirtió a Gotemburgo en un laboratorio que, desde comienzo de mes, estÔ bajo la lupa y es tema de conversación de las grandes empresas multinacionales y de otros gobiernos.
Philem se apoya en numerosos estudios que demuestran, en efecto, que una jornada de trabajo mÔs corta influye positivamente en la productividad. BasÔndose en cifras publicadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el instituto Policy Mic confirma: "Mientras mÔs se trabaja, menor es la productividad".
Actualmente, los suecos trabajan un promedio de 36,5 horas por semana. Suecia estĆ” entre los paĆses de la OCDE que tienen las semanas de trabajo mĆ”s cortas. En Francia, que hace 14 aƱos adoptó un rĆ©gimen similar, el horario semanal oficial es de 35 horas, pero los franceses trabajan un promedio de 38 horas. El resultado no es el mismo cuando se comparan ambos paĆses en tĆ©rminos anualizados. AllĆ, los franceses trabajan menos que los suecos: 1482 horas por aƱo contra 1636.
No obstante, Francia mantiene una competitividad superior a la sueca y a muchos otros paĆses. Los turcos, por ejemplo, se acercan a las 49 horas semanales, pero en tĆ©rminos de competitividad estĆ”n muy lejos de Francia, de Noruega (33,9 horas) o Luxemburgo (37 horas).
En todo caso, todos los estudios demuestran que Francia es el paĆs donde menos se trabaja en el mundo. SegĆŗn el sitio económico Business Insider, los franceses se ubican justo delante de Alemania, Luxemburgo y BĆ©lgica. Un grĆ”fico demuestra que los paĆses que mĆ”s trabajan son Corea del Sur, MĆ©xico y Chile, mientras que Estados Unidos se encuentra en el promedio de los miembros de la OCDE.
Ese rĆ©cord francĆ©s no se debe Ćŗnicamente al tiempo laboral semanal, tambiĆ©n tiene en cuenta la edad de la jubilación. Hace 14 aƱos, el gobierno socialista dirigido por el premier Lionel Jospin instauró en Francia la semana de 35 horas para crear puestos de trabajo. Desde entonces, una avalancha de crĆticas se abate sobre esa medida, acusada de haber derrumbado la competitividad de las empresas y la performance económica del paĆs. Las cifras, sin embargo, parecen desmentirlo.
Excluyendo del anĆ”lisis la gran crisis financiera que golpeó a Europa a partir de 2007, un informe del Departamento de AnĆ”lisis y Previsión del Observatorio FrancĆ©s de Coyunturas Económicas estima que la actividad en el sector privado francĆ©s experimentó un pico de crecimiento de 2,9% de promedio anual en el perĆodo de aplicación de la ley. "Entre cinco de los mejores aƱos que conoció el sector privado en los Ćŗltimos 30 aƱos, tres se sitĆŗan durante el perĆodo 1998-2002 -segĆŗn un criterio de crecimiento económico- y cuatro si se retiene el de creación de puestos de trabajo", anota el estudio.
Para el organismo, tras la aplicación de las 35 horas, "los resultados franceses fueron mejores que los registrados en el resto de la eurozona, sobre todo comparados a Alemania e Italia. Durante el decenio 1998-2007, el crecimiento fue superior en un punto al de Italia y en 0,8 puntos al de Alemania", afirma.
Francia no fue el Ćŗnico paĆs que decidió reducir el tiempo semanal de trabajo. Finlandia hizo la experiencia entre junio de 1996 y diciembre de 1998. Por la grave recesión, 20 municipalidades participaron en el proyecto "6 + 6". Los empleados trabajaban seis horas, reemplazĆ”ndose unos a otros. "La mayorĆa de los participantes afirmaban sentirse menos cansados y menos agotados emocionalmente al tĆ©rmino de la jornada", anotaba el instituto Dollars and Sense, en 2001.
Los empleadores, sin embargo, decidieron poner fin a la experiencia, pues consideraron que el aumento de productividad, eficiencia y disponibilidad de los servicios no eran suficientes como para absorber los mayores costos del trabajo.
Dejar a la gente trabajar en la forma que desee "sólo puede aumentar la productividad", afirma Dharmesh Sha, cofundador y director técnico de la firma Hubspot. A su juicio, ese sistema permite a los empleados hacer su trabajo en el mejor momento para ellos y no en horarios convencionales. "Pero, sobre todo -afirma-, aumenta en forma exponencial el sentido de responsabilidad.".