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| Gonzalo Nannis. (Fotos: Carla Fantozzi) |
Gonzalo Nannis vivió mucho tiempo en Europa. Esa experiencia le permitió tener una visión particular sobre la política económica del kirchnerismo, que contrapone con las desesperadas medidas de la Unión Europea.
Luego de seis años en España, el hermano de Mariana Nannis asegura que nunca vio tantos cambios en su país como en el presente. Autodefinido como un “cristinista total” y crítico de los empresarios y el poder económico concentrado, celebra que el Gobierno haya puesto “la pelota en otro lado”.
“No la tienen más ellos, y no les gusta nada lo que pasa en el país porque fueron siempre los mismos grupos dominantes”, asegura en esta entrevista con NOVA, apelando a una figura deportiva eminentemente familiar. Alejado sin embargo de la pirotecnia del espectáculo, Nannis desafía: “Quien no aplauda medidas como la recuperación de Aerolíneas o YPF es un troglodita”.
- ¿Cómo describiría la situación económica argentina en comparación con los problemas que hoy tiene la Unión Europea?
- Económicamente, este país, si lo comparamos con España y el resto de Europa, es Disneylandia. Europa está totalmente arruinada, salvo Alemania, que es la maquinaria europea y es la que recauda. Los europeos no se están dando cuenta quién les está dominando la escena. No hay nadie que le diga que no a (Angela) Merkel. La situación europea es demasiado complicada por un simple motivo: el euro. A mi juicio, es la estafa más grande la humanidad hablando económicamente. No puede haber una moneda única en 17 países.
- Pero se habló de implementar un sistema de moneda única en América Latina.
- Dos años atrás, en el primer año de (Mariano) Rajoy, España dejó fugar 300 mil millones de euros. Los 17 países que componen el euro dejaron fugar 2.2 billones de euros. ¿Dónde está la plata? ¿En Gibraltar? ¿Caimán? ¿Algún paraíso fiscal? ¿O Suiza? Y no. La plata fue a parar a Alemania, porque es el único país en el cual el europeo puede encontrar refugio. Los grandes capitales saben que Alemania va a terminar quedándose con el euro. Si en la región tuviésemos una moneda única y se dejaran fugar los capitales, terminaríamos en Brasil.
- Generaría la hegemonía de un solo país sobre el resto.
- Claro, y ese después le dice al país lo que tiene que hacer, cómo debe gastar y bajar el gasto público. Por eso aplaudo casi todas las medidas que se han tomado en este país. Porque es gente muy preparada para los embates de la crisis que tiene el mundo. Ya con esos 2.2 billones de euros que se fugaron en los dos primeros años de Rajoy en el poder, se hubiese paliado toda la crisis económica europea. ¿Cómo puede ser que Alemania siga sosteniendo a Grecia, que debe 600 mil millones de euros emitidos en títulos públicos desde que se instauró el euro?
- ¿Por qué la sostiene entonces?
- Porque, de esos 600 mil millones de euros en títulos públicos, es tenedora de 450 mil. Y así con todos los demás países. Se ha despilfarrado el dinero en Europa, directamente. Nunca va a terminar bien. Portugal, Irlanda, España, Grecia. Es como estar en un balcón y que empiecen a caerse los de alrededor: se cae uno, que es Irlanda, y Merkel lo sostiene con una mano; se está cayendo España, Merkel la sostiene con la otra; a Portugal, con un pie; se cae Italia, con el otro. A alguno le va a tener que soltar la mano, y cuando suelte a Grecia, que fue la primera, se va a crear un efecto dominó sobre el resto. Es muy simple. Lo que pasa es que el economista argentino, o el que opina, no está preparado para opinar sobre esto. Para eso hay que vivirlo.
- ¿Por que?
- Porque una cosa es irte de viaje a comprar tres trajes, dos pares de zapatos en Miami o Europa, sacarse fotos, tomar sol y volver. Pero eso no da un timing de la gravedad de la crisis.
- ¿Cuál sería la salida de la Unión Europea a ese laberinto?
- Europa tiene dos soluciones: o devalúa fuerte con respecto al dólar y se pone más competitiva, pero una devaluación de un 40 por ciento con respecto al dólar, o que un país cambie de moneda y cree un efecto dominó sobre el resto, y todos los demás terminarán volviendo a su moneda. Porque es imposible que un continente funcione con un solo Banco Central. Cada país tiene que tener su autonomía y su Banco Central. Miremos el ejemplo inglés: los ingleses fueron totalmente distintos, siempre apuntaron a otro tipo de economía. Son sajones. Lo que veo de Alemania es que esto en una guerra: Merkel es como Hitler pero, en vez de tener un fusil, tiene una calculadora, usa pollera y tacos altos.
Tierra adentro
- Volviendo a Argentina, ¿cuáles son las medidas del Gobierno que más aplaude?
- Viví afuera 17 años de los últimos 24. En los 90, cada vez que iba y venía del país, no veía ningún cambio. Es más, lo veía cada vez peor. Esta vez estuve seis años afuera, de los cuales vine sólo una vez. Llegué hace un año. Es la primera vez que veo cambios reales en este país, y sin haberme metido ni siquiera en Internet a mirar noticias de lo que pasaba en Argentina. Para aplaudir medidas: la nacionalización de YPF, porque los empresarios españoles van a hacer afuera lo que no pueden hacer en su propio país. Es la primera vez que veo que alguien le pone los puntos a los capitales de afuera y les dicen: “Acá no van a hacer lo que quieren”. Se terminó. El mundo ha cambiado. La Argentina no es solamente Recoleta, Barrio Norte, Belgrano y San Isidro. Es mucho más grande e importante que cierta clase de gente que ha querido dominar el país toda su vida. A la Presidenta la admiro profundamente, por las cosas que ha hecho.
- ¿La nacionalización de YPF?
- Por supuesto. Nadie reinvertía en Repsol, se llevaban los capitales afuera. En Aerolíneas Argentinas lo mismo. La compró un delincuente que se llama Gerardo Díaz Ferrán, que era el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Pero el tipo que hizo el desguace de Aerolíneas anteriormente pagó la fianza jamás pagada en España de 50 millones de euros para poder salir de la cárcel. Son delincuentes importantes. Si hay alguien que no aplauda esas medias, es un troglodita.
- ¿Por qué cree que esas medidas de soberanía y de recuperación del Estado tienen tanta resistencia en el debate político? La oposición habla de las pérdidas de ambas.
- Hasta que se acomoden van a tener que generar pérdidas, es normal. Prefiero que generen pérdidas al principio pero poder solventarlas. Aerolíneas e YPF darán sus frutos después. Todo se critica. Acá se critica hasta lo que hace bien. Nadie puso trenes durante 40 años y este gobierno se gastó cinco mil millones de dólares en trenes, y hasta se lo critica.
- Aunque lo hizo después de la tragedia de Once.
- Si vamos al caso, es lo mismo que el Futbol para Todos. Antes no había fútbol, porque era de dos personas. ¿Por qué había que esperar hasta las 12 menos diez de la noche para ver los goles de Boca-River, cuando era todo monopólico? Los críticos más grandes que ha tenido el fútbol en su momento fueron Diego Bonadeo y el “Flaco” Menotti. En base a esto, decimos “si gastamos tanto en el fútbol, podríamos estar haciendo escuelas en tal lado”. Perdón, pero ¿alguien las hizo en su momento, cuando el fútbol era privado? ¿Por qué poner sobre el tapete que con ese dinero podríamos estar haciendo otras cosas cuando, en realidad, se lo estás dando a la gente? Son críticas de lobbistas y de grandes empresarios. En un país como este no hay libro contra la inflación, porque los que se van a estudiar afuera y se reciben afuera utilizan libros para aplicar recetas afuera, en el mismo país donde las han estudiado. Salvo que se reciben en este mismo país.
- ¿Por qué hay inflación?
- En este país la inflación la hacen los empresarios, no tengo ninguna duda. Porque no es la emisión de moneda. Si fuera por eso, desde que estalló la crisis europea, el Banco Central europeo inyectó en el mercado 3 billones de euros, y que me expliquen qué inflación hubo en Europa.
- Pero el Estado debería tener herramientas para controlar a los empresarios, porque es más poderoso.
- Claro. Pero lo bueno que ha tenido este gobierno es que ha sabido abrirle la cabeza mucha gente. A mí particularmente. Uno se da cuenta dónde está lo bueno y lo malo que se hace. Hoy por hoy, viendo cómo se han comportado ciertos grupos en este país, es muy fácil juntar cuatro o cinco empresarios y el director de un medio que ya no quiero nombrar, y acordar tres días antes salir a decir que va a aumentar la leche, el pan, esto y el otro. Y asustan a la gente y generan un efecto de psicosis, que termina perjudicando a un gobierno.
- Se reconoce kirchnerista. ¿Cómo ve al gobierno de cara a la sucesión de 2015? ¿Quién le gustaría que fuera el sucesor de Cristina?
- Soy cristinista total. A mí me hubiera encantado que Cristina siga 30 años más, porque este país no lo va a cambiar nadie en ocho años de gobierno. Porque si estamos con gobiernos de ochos años de un lado y ocho años del otro, es imposible cambiarlo. Necesitamos de un gobierno de 30 años. Me hubiera encantado que se modificara la Constitución y que Cristina hubiese seguido. El día que no gobierne más, a Cristina la van a llorar en vida: no ha habido nadie en la historia de todos los presidentes de la Argentina que trabaje tanto como ha trabajado Cristina, porque está en todo. Y encima se la critica, eso es lo que más bronca me da. Porque tiene embates de todos lados.
- Volviendo a las candidaturas…
- Me gustaría que ganara (Daniel) Scioli, sin ninguna duda. Primero porque lleva muchos años y sabe. A mí no me gusta la gente que se cambia de vereda y en dos o tres años quiere ser presidente.
- ¿Lo dice por Sergio Massa?
- No lo digo por nadie en particular porque no quiero nombrar a nadie, pero no me gusta la gente que cambia de vereda porque ve que lo mejor de un modelo se agota. Me gustaría que fuera Scioli, pero eso lo tendrá que definir el peronismo.
