Por qué la RAE acepta "almóndiga" y "murciégalo" - Piedra OnLine

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jueves, 1 de mayo de 2014

Por qué la RAE acepta "almóndiga" y "murciégalo"

La Real Academia Española decidió en las últimas ediciones de su Diccionario ampliar su alcance y permitir el ingreso de erróneos coloquialismos como "asín" (por así), "cederrón" (por CD-ROM), "güisqui" (por whisky), "bacón" (por panceta), "almóndiga" (por albóndiga), "vagamundo" (por vagabundo), "murciégalo" (por murciélago), "toballa" (por toalla) y "crocodilo" (por cocodrilo).
¿Cuál es el límite o parámetro para la inclusión de palabras mal escritas o pronunciadas de manera masiva y popular? Afirma la Unidad Interactiva del Diccionario de la Real Academia Española que "el Diccionario de la lengua española pretende recoger el léxico general de la lengua hablada en España y en los países hispánicos. Al tratarse de un diccionario general de lengua, no puede registrar todo el léxico del español, sino que, por fuerza, debe contentarse con acoger una selección de nuestro código verbal. Esta selección será lo más completa en lo que se refiere al léxico de la lengua culta, mientras que en otros aspectos -dialectalismos españoles, americanos y filipinos, tecnicismos, vulgarismos y coloquialismos, arcaísmos, etc.- se limitará a incorporar una representación de los usos más extendidos o característicos".


Sobre los requisitos que debe cumplir una palabra para ser sumada al léxico "oficial" español, la RAE sostiene que "en cualquier caso es requisito fundamental para el mantenimiento y la inclusión de voces y acepciones que corresponden a las distintas áreas y países de habla hispánica, que su empleo actual -se excluyen, por tanto, los arcaísmos dialectales- esté suficientemente documentado en textos, preferentemente de autores de reconocido prestigio. Deben abarcar al menos seis o siete años, pues de otro modo, podrían reflejar un uso pasajero".
Fuente: Perfil