DeViedma
La aspiración inconclusa del expresidente Raúl Alfonsín de abrir paso "Al sur, al mar y al frío" trasladando la capital a Viedma-Patagones-Guardia Mitre, cumplió 27 años sin torta ni velas.
En términos formales, figura bajo la alfombra un hito: el 8 de junio de 1987 fue promulgada la Ley N° 23.512 por la que se ordena la mudanza.
El marco legal no fue una cosa de trasnochados. Existen antecedentes que consolidaron una plataforma destinada a formular el proyecto que votó el Congreso de la Nación en mayo de ese año.
Para el puntapié inicial fueron puestos en valor 42 artículos periodísticos de Alfredo Armando Aguirre, estudios de Alvarez Padros (1906), Alberto Assef, Ezequiel Bustillo, Bernardo Canal Feijoo, Arturo Carranza 1926-1932, Bonifacio del Carril (1956), José Luis Coraggio (1971), Juan Carlos Cruz (1896), Alcídes Greca (1950), Raúl Rey Balmaceda (1982) y Alejandro Rofman (1974); entre otros.
Todos dirigían sus dardos hacia las desigualdades regionales y la concentración en el Area Metropolitana de Buenos Aires.
El escenario referencial apuntaba -a medida que se fue pergeñando el proyecto de relocalización- a observar un nudo contemporáneo.
Se señala, es bueno machacar con esto, que aun produciendo este cambio, se podría disminuir la hiperconcentración funcional en Buenos Aires y el Conubarno bonaerense, pero "esta única acción no solidará la índole deficitaria de la mayor región urbana del país con situaciones de hacinamiento y congestión, malas condiciones de calidad de vida por carencia de infraestructura ni la falta de cooperación de acciones resultante de enfoques sectoriales, en materia de vivienda, educación o salud".
El enfoque, clasificó los antecedentes en el mundo. Se pusieron en valor la creación de ciudades por constitución de nuevos Estados como Ottawa (Canadá), Novakchoff (Mauritania), Washington, Abuja (Nigeria) y Canberra (Australia). La creación de nuevos centros urbanos debido a alteraciones de límites de los países: Bonn (Alemania) e Islamabad (Pakistán). Por motivos estratégicos como Brasilia o por cambios jurisdiccionales como La Plata.
¿Por qué el eje Viedma, Patagones, Guardia Mitre?. Alfonsín vio razones de peso y múltiples aspectos ventajosos: "ubicación desde el punto de vista de la equidistancia respecto de las regiones del país, la existencia de redes de conexiones y comunicaciones, oferta del medio natural como inductor para las localizaciones urbanas y como motivante para el desarrollo de actividades económicas, sociales y culturales, cercanía costera y de puertos naturales y existencia de infraestructura de servicios".
Mientras empezaba a quebrarse las ramas del plan Austral de Alfonsín, Argentina vendió el edificio de la embajada de Japón en 400 millones de dólares. La idea era calzar esos fondos, con las obras iniciales. Sin embargo, el declive de las variables económicas, dos años después de promulgada la Ley, tomaron por asalto el proyecto de mudanza. Con cierta añoranza, antes de fallecer, Alfonsín reflexionó: "me tendría que haber venido a vivir en carpa a Viedma".
En la actualidad, no existen méritos para reflotarlo. Asoma, muy tenuemente, un esbozo del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien proponee "un cambio en el modelo de organización estratégica del Estado". Plantea algo similar para el Norte del país, dentro de un esquema destinado a reformar la controvertida demografía en la Argentina, que en menos del uno por ciento del territorio (Ciudad Autónoma y Conurbano) condensa el 33 por ciento de la población total. Como si viviéramos en permanente hidrocefalia, la acumulación de líquido cefalorraquídeo o cerebroespinal dentro de la cabeza.
Enrique Camino
ecamino@rionegro.com.ar
