“Pechi” Quiroga, intendente de Neuquén.
Haciendo un ligero análisis de estos dos hombres que han llegado a gobernar las ciudades más importantes del territorio provincial, uno, ha leído más de una vez, “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo. Uno de los libros predilectos del jefe comunal neuquino a quien alguna vez se lo escuchó decir que dormía con el texto debajo de la almohada.
Pero veamos por que “Pechi” Quiroga pudo haberse sentido tan fascinado por este pensamiento del siglo XV. Maquiavelo, en su libro escrito tras las rejas en 1513, aborda temas como el autoritarismo y el liberalismo y el temor al gobernante.
El escritor sugiere en su obra y aconseja a los príncipes que deben ser amados y temidos simultáneamente. Pero como estas relaciones raramente existen al mismo tiempo, aclara que “es preferible ser temido que amado”. Fundamenta su pensamiento en que en el momento de una revolución, “el pueblo puede que se olvide del amor, pero el temor siempre lo perseguirá”. En consecuencia, si un soberano es temido hay menos posibilidades de que sea destronado.
Sobre el autoritarismo y el liberalismo, los pensamientos de Maquiavelo sobre este tema fueron asignados a un capítulo entero en El príncipe. Él pensaba que es mejor ser autoritario, ya que cuando se es clemente o liberal se le da libertad tanto a las personas como a los hechos. Hechos tales como lo son las masacres y matanzas afectan a toda la población. En cambio cuando uno es autoritario evita los hechos que afectan a toda la población, y en vez sólo ejecuta a unas personas, para mantener el orden y el autoritarismo. Además, estas ejecuciones sólo afectan a unos pocos individuos.
Ramón Rioseco, Intendente de Cutralcó.
Pero veamos la posición del intendente Rioseco. Aunque poco menos sabemos de su lectura predilecta, podemos concluir que sus orígenes nacen desde una posición opuesta, si se quiere, a la de Quiroga. Este último es enemigo de aquellos que optan por hacer un “piquete” como medida de protesta social. En cambio, Rioseco fue uno de los actores centrales de la comisión de delegados de las puebladas de Cutral Có y Plaza Huincul que popularizaron los piquetes y los cortes de ruta en el país.
Rioseco conoce del oficio de la pala y el fratacho, y fue docente. Además es contrario a la postura neoliberal. Quiroga fue Guía de Turismo en su ciudad natal San Martín de los Andes, y estudió abogacía hasta segundo año en La Plata. Trabajó en la actividad privada (Hidronor), entre otros empleos. Llegó a ocupar una banca en el Concejo Deliberante en los períodos 1987-1991 y 1995-1999, con el sello de la UCR.
Mientras Quiroga era concejal en Neuquén, en Cutralcó, Rioseco era protagonista de una de las revoluciones sociales más resonantes en la vida política de la provincia, con un fuerte impacto a nivel nacional por tratarse del rechazo de dos localidades a la privatización de YPF.
Tras este trascendental hecho social, Rioseco inició su carrera política institucional junto al radical Eduardo Benítez, y finalmente logró triunfar en las elecciones a la intendencia, cuyo cargo ocupa actualmente por segunda vez. Aquí quizás encontemos una conexión. Los dos llegaron a ocupar cargos políticos de la mano de la UCR en sus respectivas ciudades.
Dos hombres, dos fascetas, dos pensamientos que no encuentran la manera de fusionarse por cuestiones ideológicas. Los dos quieren ser gobernadores. Rioseco lo desafió a dirimir la postulación en una interna, pero el intendente neuquino prefirió el silencio y esperar, aunque se mueve sigilosamente tratando de sellar definitivamente con el massismo en la provincia.
La división le juega a favor al MPN, que se frota las manos convencido de que con el adelantamiento de las elecciones y la maquinaria en marcha, tiene media elección asegurada.
Pero para concluir y volviendo a Maquiavelo, veamos por que pensaba que el fin justificaba los medios. En este aspecto, Maquiavelo establece que la conducta práctica del político se ha de desarrollar al margen de consideraciones teóricas fuera de la realidad; y la obsesiva persecución del poder y del prestigio, cueste lo que cueste, con independencia de consideraciones éticas que se posponen a ese fin, ya que el fin importa más que los medios. Por eso nos preguntamos, si finalmente el pensamiento de Maquiavelo podrá ser la razón de ser de una alianza entre uno que dice que será un gobernante “antipiquete”, y otro que, lejos de atemorizarse, ve en esa expresión social un recurso como muestra de rebeldía de un pueblo ante las injusticias de un gobierno. El tiempo lo dirá.
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