“Quiero una nueva relación con los gremios” - Piedra OnLine

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domingo, 12 de octubre de 2014

“Quiero una nueva relación con los gremios”

Francisco Carnese
carnesef@lmneuquen.com.ar
Confiado en que ganará las internas del 30 de noviembre, Jorge Sobisch ya piensa en las medidas que tomará si se consagra gobernador en representación del MPN. Sorprende, por ejemplo, al afirmar que quiere “mandar una señal” a los gremios estatales en la búsqueda de una nueva relación, que en tiempos de su gobierno fue muy conflictiva. Por otra parte, narra los detalles del acuerdo con Guillermo Pereyra y asegura que, además de los petroleros y de su propia línea interna, contaría con el apoyo de otros sectores del partido.
¿Cómo se decidió a ser candidato?
Los hombres políticos siempre somos candidatos, nunca pensamos que nos podemos retirar.
El otro día, en el lanzamiento (en el Círculo Policial), estuve acompañado de mi familia y de la gente porque ellos son los que nos hacen importantes a nosotros. Ellos siempre fueron lo esencial en todos estos años y por eso creí que ese símbolo debía estar arriba del escenario.

¿Cuándo surgió el acuerdo con Pereyra? ¿Estaba pensado o se dio a último momento?
En política siempre he sido un hombre de buscar y construir espacios. Así surgió lo de Pereyra. Decidimos juntarnos para charlar, aunar ideas y después las fuimos consolidando.

¿Quién dio el primer paso o quién fue el nexo?

Los dos. Pereyra mandó un mensaje muy claro cuando yo dije que quería ser candidato y él opinó que en las tres gobernaciones que tuve no me fue tan mal. Eso me llevó a establecer contactos con gente de mi línea y con la de él. Uno de los compañeros llamó para una reunión y la hicimos, fue madurando de ambos lados la cosa. Nos reunimos en Buenos Aires y rápidamente nos pusimos de acuerdo, dejamos sentadas las bases un lunes y un miércoles las terminamos de cerrar. Esto también se lo comenté a Jorge Sapag, yo no quería que él se enterase por los diarios, no me parecía correcto.

¿Y qué le dijo?
Tuvimos una larga charla. Muy amistosa.

¿Se acordó el tono de la campaña?
Sí, en realidad no es que acordamos en función de decir que si uno dice una cosa, el otro responderá de una determinada manera. Se trata de saber que tenemos una responsabilidad, que estamos dentro de un mismo partido y que después hay que ir a la general juntos.
Neuquén, desde el punto de vista político, es una provincia estratégica para el país y los dirigentes políticos debemos ser muy inteligentes sobre el manejo de nuestro lenguaje, de construir consensos y de no perder el objetivo de que Neuquén es una pieza clave en el sistema energético y en la economía Argentina. Y contra todo lo que se dice, los inversores van a  venir solos, de manera que ser gobernador implica no solo la responsabilidad de gobernar, sino también de qué manera nos sentamos en la mesa y ocupamos un espacio importante.

¿Cuál va a ser su propuesta para Neuquén?
Crear un círculo virtuoso, producir un derrame con Vaca Muerta que alcance a todos los neuquinos y que nos permita incorporar valor agregado. Ese derrame empieza en los sectores de trabajo. Yo pienso que los trabajadores públicos de Neuquén deben ser los mejores pagos de la Argentina. Lo digo porque estoy pensando en la educación, que el educador esté conforme con lo que gana es un valor esencial, queremos tratar de emparejar para arriba.

¿Está planteando una nueva relación con los gremios?
Sí, yo estoy mandando un mensaje: Quiero una nueva relación con todos los gremios.
Convengamos que fue muy conflictiva esa relación…
Como la de todos los gobernadores.
Usted siempre dijo que uno de los problemas que tenía Neuquén era la masa salarial.

¿Cómo se compatibiliza eso con proponer que los estatales sean los mejores pagos del país?
Con la ampliación del presupuesto, hay que aumentar la recaudación y que eso derrame hacia los empleados públicos. Y, al mismo tiempo, plantear un escenario donde a los pequeños comerciantes se les baje Ingresos Brutos, pasando del 3% al 2%. Porque estos son los primeros sectores que sufren el efecto de la inflación. Se trata de que el Estado encuentre el punto de equilibrio de que la riqueza genere un círculo virtuoso en el que todos nos veamos beneficiados. Si el país crece y la recaudación también, se produce un derrame inmediato y a eso debemos apuntar.
Y volviendo a la educación, no solo está lo de los salarios, porque con esta explosión que va a tener Neuquén va a faltar la mano de obra especializada, y allí también debemos producir cambios para que salgan los técnicos que necesitamos.

¿Va a ganar las elecciones?
Estoy convencido de que sí.

¿En qué basa ese convencimiento?
En que se viene una etapa de unidad con un sector tan importante como el de Pereyra y que no descarto que otros sectores también se sumen. Estamos en conversaciones.

¿Con algún otro precandidato?
(Se ríe) Con otros sectores. Buscamos agrandar la propuesta porque la gente me lo dice en la calle, que se necesita una gestión con experiencia, con fortaleza y que, al mismo tiempo, conozca los problemas de Neuquén. Y eso se me ha reconocido siempre.

¿Y si pierde? ¿No tiene miedo de que se repita lo de 2011?
No pasa por mi cabeza eso. Cuando perdí empecé de nuevo y cuando gané me puse otra vez a trabajar.