"Recuperar el ferrocarril, un nuevo paso hacia la soberanía económica" - Piedra OnLine

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miércoles, 11 de marzo de 2015

"Recuperar el ferrocarril, un nuevo paso hacia la soberanía económica"

El domingo 1° de marzo de 2015 será recordado durante décadas por todos los argentinos como un día histórico. No sólo porque se trató del último acto de apertura de las sesiones parlamentarias en el Congreso de la Nación encabezado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sino porque además en dicho contexto se anunció la tan esperada nacionalización de los ferrocarriles.
La historia de los ferrocarriles en Argentina es tan significativa que lleva en su seno los avatares, avances y retrocesos que sufrió la sociedad. A principios del siglo XX, el desarrollo ferroviario estaba en manos inglesas y servía exclusivamente a sus intereses: apuntó a fortalecer el modelo agroexportador, e impulsó las exportaciones a Europa, generando el estancamiento del desarrollo industrial argentino. Paradójicamente nuestro país importaba del viejo continente los productos manufacturados que se producían con materia prima de origen nacional. Para mediados de siglo el capital británico había financiado 42.700 km de vías existentes pero también había condicionado el desarrollo industrial, e hizo de los ferrocarriles un instrumento clave de dominación del imperialismo inglés en la Argentina.
Con la llegada de Juan Domingo Perón a la presidencia, no casualmente el 1º de marzo de 1948, en el marco de una movilización en el barrio de Retiro se anunció una medida trascendente: la nacionalización de los ferrocarriles. De este modo Perón hizo realidad la acción política más trascendente de sus primeros años de gobierno y el negocio de los ferrocarriles dejó lugar a la necesidad de conectar a los pueblos del interior y promocionar las economías regionales.


El neoliberalismo instaurado por la dictadura impulsó, entre otras cosas, la apertura económica que generó una masiva importación de bienes afectando fuertemente a las industrias nacionales que no podían competir con bienes importados más baratos. Ya en democracia desde 1989 comienza un proceso de radicalización del libre comercio y reforma del Estado que culminó con la privatización de la mayoría de las empresas de servicios públicos nacionales. En ese marco el traspaso al sector privado fue destruyendo el sistema ferroviario argentino, y cuando los trenes dejaron de pasar por muchos de los pueblos del interior, estos también fueron desapareciendo.
En la Patagonia, los ferrocarriles fueron fundamentales para el desarrollo y crecimiento de toda la región. En el caso de las economías regionales acompañó sus primeros pasos y permitió la llegada de miles de familias y trabajadores. Con el descubrimiento en 1918 del primer pozo de petróleo y la creación posterior de YPF en 1922, se favoreció el nacimiento del núcleo urbano Plaza Huincul, posibilitado por la transferencia de tierras que la empresa estatal hiciera. Desde entonces la vida comunitaria y el crecimiento provincial giró en torno a la empresa, y el ferrocarril fue un factor fundamental para el desarrollo hidrocarburífero.
Con la llegada del Peronismo, todavía muchos memoriosos recuerdan con nostalgia cuando veían pasar hasta diez trenes por día repletos con el traslado de la fruta o el material de construcción que se utilizaba para la consolidación del actual sistema de riego para el Alto Valle rionegrino y parte del Neuquén.
La privatización de ambas empresas significó el estancamiento y posterior olvido de estos pueblos, una alta concentración en el mercado de hidrocarburos, el desabastecimiento energético y la falta de inversión.
En ese sentido la decisión de nuestra Presidenta de enviar al Congreso un proyecto de ley para la recuperación de la administración de los ferrocarriles dará un impulso sin precedente a la recuperación del sistema ferroviario nacional, que sin dudas constituirá el hito más importante de las últimas décadas después de la nacionalización de YPF. Para ello, se comprometió al desembolso de 1.200 millones de dólares, una “inversión en materia ferroviaria que no se hacía hace más de 50 años”.
Cabe recordar que en la última década hemos logrado la recuperación de empresas emblemática para el desarrollo estratégico nacional como Aerolíneas Argentinas, AySa, Correo Argentino, y Belgrano Cargas y tren Sarmiento, entre otras. Hoy, nuestra Presidenta funda las bases para recuperar los ferrocarriles, no por un ánimo estatizante, sino por la necesidad de brindar desde el Estado un mejor servicio y de calidad al Pueblo argentino, ya que ha demostrado ser más eficiente en sectores estratégicos de la Economía al poner el interés general por sobre el privado.
Dip. Nac. Alberto Ciampini