Neuquén.- El obispo de Neuquén, Virginio Bressanelli, criticó el fallo de la Corte Suprema de Justicia que habilitó la muerte digna para Marcelo Diez, quien finalmente falleció por causas naturales luego de estar 20 años postrado a raíz de un accidente. Reclamó que se reglamente la ley para que no haya “ambigüedades”.
“Pido a los juristas de Neuquén, a los médicos, a los abogados, a todos aquellos que tienen una conciencia realmente cristiana, que tomen parte activa en la redacción de los protocolos y reglamentos que van a vehiculizar ese fallo para otros casos”, indicó en su homilía.
Bressanelli recordó que se hicieron tres pericias médicas, dos por médicos del Cuerpo Médico Forense y una por la Fundación Favaloro, que determinaron que Diez tenía “conciencia mínima”. “Esto quiere decir que Marcelo tenía alguna percepción de la realidad, no estaba en estado vegetativo permanente. Algo sentía, algo entendía, nosotros lo veíamos a través de una serie de reacciones suyas”, aseguró Bressanelli.
“Dios sabe que también los jueces pueden errar –y de hecho yerran no pocas veces–, o algunas veces por lo menos. Dios, con ese amor de Padre, se lo llevó antes de que sufriera algo tan calamitoso: ser prácticamente condenado a la muerte, quitándole el único sustento que tenía que era la alimentación y la hidratación por vía enteral, por el botón gástrico, y los remedios que se necesitan para que no se provoquen infecciones”, agregó el obispo, y señaló: “Se abrió una tranquera a una eutanasia encubierta, y eso es doloroso”.
