Por roberto aguirre robertoaguirre@rionegro.com.ar
Se acabó el tiempo de espera. A partir del lunes comenzarÔn las suspensiones de trabajadores petroleros en la Cuenca Neuquina. Las 40 empresas de servicios petroleros, las operadoras y el gremio definen por estas horas a cuÔnta gente alcanzarÔ y cómo serÔn las rotaciones, de modo de repartir los efectos entre toda la masa de asalariados que tiene el sector.
El gerente de una importante petrolera local calculó que, a partir de este plan de contingencia, la actividad petrolera en Neuquén se reducirÔ un 20% en los próximos tres meses. Sólo en salarios, dejarÔn de circular unos 200 millones de pesos en el territorio.
El acuerdo de suspensiones implica, al menos en los papeles, que todos pongan un poco. El sector del trabajo resignarÔ hasta un 50% de su salario mientras permanezca suspendido y en ningún caso superarÔ los 40.000 pesos. El Estado financiarÔ los aportes y contribuciones de esa masa de empleados, que se calcula no superarÔn los 2.000 de forma simultÔnea. El gremio, en tanto, dejarÔ de percibir el 50% de la cuota gremial. La duda estÔ en cuÔl serÔ el aporte que harÔn las empresas.
En NeuquĆ©n tanto YPF como las principales operadoras serĆ”n las que financien, directa o indirectamente, a esos trabajadores parados. Por ahora, calculan que las pymes no se verĆ”n afectadas, es decir que seguirĆ”n con el ritmo de trabajo normal. SĆ, en cambio, lo harĆ”n las grandes empresas de servicios como Schlumberger, Halliburton o Weatherford, de las cuales se espera que aporten su "cuotaparte" en esta compleja situación.
POR EFECTO DE LAS SUSPENSIONES Y LOS EQUIPOS PARADOS CALCULAN QUE LA ACTIVIDAD SE RESENTIRĆ EN UN 20%.
Sólo en salarios, dejarÔn de circular unos 200 millones de pesos en el territorio.
El foco estĆ” puesto en la mano de obra, que segĆŗn las empresas es mĆ”s cara en la región que en otros paĆses del mundo. No sólo por el costo salarial sino por la "grasa" –para usar la inoportuna expresión del ministro de EnergĆa Alfonso Prat Gay– que hay dentro de los yacimientos. Las empresas se quejan de que sobra gente para tareas poco sofisticadas. Hay casos donde este personal (a menudo puesto a dedo) hizo duplicar los costos en dólares en pocos aƱos, una suba imposible de tolerar para cualquier actividad.
Pero mientras se pone el foco en el sector del trabajo poco se dice de los abultados mĆ”rgenes que cobran y cobraron históricamente muchas empresas de servicios, tanto locales como extranjeras. MĆ”rgenes que las operadoras, sobre todo YPF, sostuvieron sin mayores quejas cuando la formación Vaca Muerta aparecĆa en el horizonte como el nuevo El Dorado.
AsĆ prosperaron empresas poco eficientes que entraron al negocio de la mano de padrinos polĆticos y que impusieron un costo extra para sostener ganancias imposibles de encontrar en otro sector de la economĆa. De ese "sobrecosto" nadie habla.
POZOS
Mientras avanzan con el plan de contingencia, las operadoras, como equilibristas, redibujan los números para hacer sobrevivir el negocio. Las privadas ya evalúan planes de achique general. Algunas vienen haciéndolo de forma subterrÔnea, como Chevron con El Trapial. Otras, sencillamente reducirÔn de forma marcada las perforaciones para sobrevivir con los pozos que ya tienen en producción.
El mayor desafĆo lo tendrĆ” YPF para sostener los altĆsimos costos que tiene la producción no convencional. Y los datos son poco alentadores. Sobre todo porque los viejos yacimientos, que podrĆan servir de colchón para Ć©pocas de vacas flacas, tambiĆ©n se encuentran con costos por encima de lo deseado.
El gerente de una petrolera al tanto de los nĆŗmeros de la compaƱĆa bajo control estatal explicó que el lifting cost –el dinero que se necesita para sacar un barril del subsuelo– en yacimientos como Chihuido de la Sierra Negra supera los 45 dólares.
Se trata de un petróleo complejo, porque es un yacimiento en declive, pero es lo mÔs a mano que tiene Neuquén para salir del paso en materia convencional.
Ese costo, por ejemplo, estÔ bastante por arriba de los 25 dólares que puede costar extraer un barril convencional en los yacimientos del Golfo San Jorge.
Otro dato que sorprende es la comparativa entre yacimientos. Según contó el mismo gerente, siempre según sus cÔlculos, un viejo yacimiento como El Trapial opera con la mitad de la gente que Chihuido de la Sierra Negra y produce casi lo mismo.
LAS OPERADORAS NEUQUINAS BUSCAN BAJAR LOS COSTOS DE PRODUCCIĆN EN LOS YACIMIENTOS.
El sector del trabajo resignarĆ” hasta un 50% de su salario mientras permanezca suspendido.
El problema con estos bloques de Rincón es que tomaron mucho personal cuando eran las joyas petroleras neuquinas, pero luego fueron quedÔndose atrÔs en términos productivos.
Un pantallazo sobre la Cuenca da cuenta de que sólo YPF tiene unos 31 equipos parados entre perforadores, workover y pulling. Los aparatos, sin embargo, no dejan estas geografĆas a la espera de que puedan en el mediano plazo remontar tareas, al menos en parte.
Y esto no tiene que ver con la actividad en sĆ, sino con el barril criollo. Esa invención nacional que colocó el crudo interno en 67,5 dólares les garantiza a las empresas mĆ”rgenes que no obtienen en ningĆŗn otro lugar del mundo, donde no supera los 33 dólares.
En Estados Unidos, por caso, se bajaron dos tercios de los equipos que estaban en el campo: de 1.600 quedaron 500.
EL VECINO COMPLICADO
Mientras este panorama asota a la Cuenca Neuquina, en el sur las cosas no estƔn mucho mejor.
La salida chubutense a este conflicto, que a diferencia de NeuquĆ©n no contempla suspensiones, empieza a mostrar los hilos. Para disgusto del titular del sindicato Jorge Loma Ćvila y del gobernador Mario das Neves varias empresas no cumplieron con el compromiso de levantar equipos. La mĆ”s dĆscola de todas es Tecpetrol, el brazo petrolero de Techint, que inclusive insiste con la necesidad de despedir personal.
Ante esta situación se lanzó un paro total que a las pocas horas fue levantado tras dictarse una conciliación obligatoria.
La situación estructural de Chubut es distinta a la de NeuquĆ©n por muchos motivos enumerados hasta el hartazgo. Pero hay uno del que se habla poco y es la propia configuración de empresas que operan en esa provincia. A diferencia de las tierras de Vaca Muerta, donde la que manda y tira del carro es YPF, allĆ es PAE, la petrolera de los hermanos Bulgheroni, la que "dirige la orquesta". Es una empresa privada que, al igual que Tecpetrol, paga un costo polĆtico mucho menor que la firma estatal a la hora de plantear una reducción de la actividad.
Curiosamente, las cosas se dieron al revés. Mientras Neuquén aceptó un esquema de rotaciones, Chubut se mantuvo firme en sostener puestos de empleo y salarios. Esta opción empieza a mostrar sus puntos flojos.
Para colmo, Ćvila se encuentra en una encerrona. La Ćŗnica opción que tiene es romper todo y paralizar yacimientos, una medida que paradójicamente podrĆa aliviar a las empresas y sólo perjudicar a la provincia.
Es posible adelantar entonces que, mƔs tarde o mƔs temprano, el "plan neuquino" llegarƔ a Chubut.
Ese dĆa Guillermo Pereyra se relamerĆ”. El sindicalista, en plan dialoguista, sostiene su vĆnculo con Macri y con el gobernador Omar GutiĆ©rrez y enfrenta los costos polĆticos de tener que tolerar suspensiones. Si el plan de rotaciones efectivamente llega a la provincia del sur, ya no habrĆ” nadie que pueda correrlo "por izquierda".
