Adriano Calalesina
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Ramón Rioseco es tan amado como odiado en el amplio espectro de la política neuquina. Atraviesa todos los límites y prejuicios. Por eso, goza de la libertad de darse un abrazo con Oscar Parrilli, hasta de decir que es amigo personal del intendente capitalino, Horacio “Pechi” Quiroga. Asegura que el proyecto al que representa (el Frente y la Participación Neuquina) es colectivo, a pesar de que no deja ni un segundo la imagen de patrón de Cutral Co, siendo hoy parlamentario del Mercosur. Piensa que al MPN se le puede ganar, aunque ello signifique sacrificar dogmas y convivir entre partidos muy distintos.
¿Qué pasa con el Parlasur, funciona o no?
Se hicieron cinco sesiones en el año. Es difícil el contexto latinoamericano. Este gobierno nacional no quiere que el Mercosur se consolide. Sólo quiere lazos con la Unión Europea y Estados Unidos y el sudeste asiático. Hay una corriente colonizadora de derecha.
Igual reparte su tiempo entre Uruguay y Cutral Co…
Es nuestra nave nodriza, el ejemplo de lo que entendemos de cómo se debe gestionar. Ser solidarios y eficientes es una síntesis. Sacamos a Cutral Co de las cenizas. Tenemos un superávit del 10% del presupuesto y 50 obras en ejecución.
¿De dónde sale la plata?
Sabemos manejar el gasto corriente y el cobro de los impuestos. Cualquier ciudad grande hoy tiene entre 1000 y 15000 empleados. Nosotros tenemos 450 entre planta permanente y contratados. Tienen los mejores sueldos, con un piso de 12 mil hasta un techo de 30 mil pesos.
Su cara aparece mucho en la publicidad municipal. ¿No se mezclan las cosas si el intendente es su hermano?
No, no creo. Tenemos equipos y un proyecto político. No sólo con nuestro partido, sino con el PJ, el Frente Grande y el radicalismo. Siempre les dije que iba a acompañar al intendente electo.
¿Qué hay de ese Rioseco piquetero hoy y en qué parte está ese Cutral Co de la época?
Sigo pensando lo mismo. Si alguien toma una nota de la época, digo lo mismo. Tenemos un proyecto progresista de inclusión social. Se dice que somos populistas, de izquierda o piqueteros, pero tenemos un proyecto donde el ser humano está primero como eje. Neuquén está muy atrasado. Hace 20 años que está igual. Por ejemplo, la multitrocha Centenario-Neuquén la hizo Sobisch. Y así muchas cosas.
Quiroga dice que usted es populista y que sería un buen gobernador si dejara ese estilo. ¿Qué piensa?
Le digo que voy a ser un buen gobernador siendo populista. Soy progresista eficiente. Si soy solidario y no tengo nada para darle a la gente pobre, termino llorando con la gente. La gente tiene que tener gas, luz agua y cloacas, y el hijo de un obrero tiene que ir a la universidad. Eso lo estamos haciendo.
¿Cómo se sintió trabajando con el kirchnerismo?
Estuve cómodo. De hecho mantenemos una alianza hace años en Cutral Co, con el PJ. Rescato que se pudo visibilizar la exclusión. Si el Estado no se hace cargo de una persona anciana, enferma o inválida, no se hace cargo nadie. El kirchnerismo puso en la mesa los problemas de la sociedad, eso no lo discute nadie. Ahora, la corrupción y la economía son otra cosa.
Justamente, ¿qué piensa de la corrupción?
En la obra pública existió desde que el mundo es mundo. Y eso se saca con una nueva institucionalidad, con otras reglas de juego. No se hace con discursos ni con tapas de diario.
¿Macri puede cambiar algo de esto?
No, porque es el principal beneficiario del Estado a través de la obra pública. El Grupo Macri nació de la corrupción de la obra pública en Argentina y no tiene autoridad moral para hablar nada de eso.
¿Cómo analiza lo que sucede entre Macri, Quiroga y Gutiérrez, esa aparente disputa?
Me está haciendo un favor personal a mí, porque representan un espacio de derecha. Y me convierten en el único opositor.
¿Fue Sapag tan kirchnerista como Gutiérrez hoy tan macrista?
El MPN es cualquier cosa. Cualquier colectivo le queda bien. Si mañana está Julia Alsogaray de presidenta, van a ser de ella. Son más pragmáticos. Y si hoy fuera Scioli el presidente, Gutiérrez sería sciolista, sin ninguna duda. Está dependiendo económica y políticamente de Nación en forma extraordinaria. Con fondos propios no hace un metro cuadrado de asfalto.
¿Qué es el MPN entonces, desde Sobisch a Sapag?
Creo que han sido gerentes del gran negocio que es el MPN. El partido es una empresa, donde todo vale y todo es negocio. Es un partido de negocios. Hay cero compromiso con una sociedad mejor.
¿Cómo se le gana? Se hicieron muchas fórmulas.
Juntándonos entre iguales y distintos. Hay que tener gran capacidad ideológica y paciencia para comprendernos. Porque ni yo ni Quiroga somos iguales y tampoco con Jesús Escobar o Parrilli.
Acepta trabajar con Pechi, pero el peronismo le hizo la cruz hace rato.
Ya trabajé con el justicialismo y tiene distintos actores. Siempre hay mezquindades e intereses naturales. Es necesario estar juntos. El PJ, nosotros y Quiroga. Así se le gana al MPN. Es la única manera. Y con Quiroga somos amigos.
¿Hay una estrategia de dividir a la oposición?
Ya está pasando. Van a fortalecer a unos y ningunear a otros. Negociar los votos en la Legislatura para uno y darle plata a un intendente por atrás para que vote de otra manera. Pero estamos preparados para eso.
¿Reforma política, boleta electrónica o el ballotage?
Acuerdo con una reforma política, pero integral. El MPN nunca la va a poner porque si en 50 años le fue bien para qué la va cambiar. Se está debatiendo humo en la Legislatura. No les conviene que haya ballotage, ni las PASO, ni tampoco pedir el financiamiento de los partidos políticos, que es importante. Si usted hace una publicidad de cinco segundos en un canal y el MPN presenta cincuenta, porque saca plata de la caja del Estado, hay desigualdad. A los partidos los tiene que financiar sólo el Estado, y así se termina la corrupción.
