El partido lleva al frente de la Provincia más de 50 años y ganó todos los comicios en los que se presentó para la gobernación de manera ininterrumpida. En esa receta infalible, gran parte de la mística partidaria descansa en las contiendas electorales para elegir a sus representantes
Si bien, en los papeles, el 2018 es un año de gestión para los oficialismos, el Movimiento Popular Neuquino tendrá una agenda política muy intensa que le insumirá igual cantidad de tiempo. Además de la definición de candidatos para la disputa electoral por la Gobernación en 2019, tendrá que afrontar la histórica elección interna partidaria. Esta votación doméstica adquiere suma relevancia porque tiene vital influencia en el clima hacia adentro y hacia afuera. No es lo mismo una rencilla en buenos términos que una batalla sangrienta que deja heridos y las tropas divididas de cara al futuro.
De esta manera, el primer objetivo del MPN es resolver la cuestión partidaria. Según la Carta Orgánica, se debe llamar a elecciones internas 60 días antes de que termine el mandato actual, que culmina en septiembre. En esa definición, este año los afiliados deberán ir a las urnas para renovar autoridades de la Junta de Gobierno, la Convención Provincial y las Juntas de Sección. Allí decidirán quién llevará adelante la conducción del partido, pero también, y sobre todo, elegirán a aquellos que formarán parte del cuerpo que representa la soberanía partidaria, con 52 representantes de toda la Provincia.
Claro está, toda elección interna presenta un abanico de corrientes ideológicas. En el caso del Movimiento Popular Neuquino, se pueden presentar cuantas listas tengan intenciones de hacerlo. Esta disputa partidaria no está exenta de ambiciones y aspiraciones políticas, que tienen más que ver con la otra interna, la que se definirá con vistas a la reyerta por el cetro provincial en 2019. De todos modos, parece difícil separar una elección de otra, por su importancia y su implicancia en la vida política del partido y por la escasa distancia temporal entre una y otra.
En ese sentido, todavía no hay una fecha determinada para los comicios partidarios, pero se estima que será después de las vacaciones de invierno. “Agosto es un buen mes para que celebremos las elecciones internas”, dijo días atrás el gobernador Omar Gutiérrez. En tanto, ya se iniciaron los primeros encuentros para abrir el debate y la discusión, con el objetivo de limar asperezas y hacer un control de daños. ¿Habrá posibilidades de lista de unidad? Es pronto para pro-nósticos, pero aquello de “la unión hace la fuerza” pesa más cuando se trata de un partido con casi 100.000 afiliados sobre una población de poco más de 600.000, aun cuando se trate de internas. Sortear la rencilla doméstica allanará el camino para retener un cetro que ostenta desde hace más de medio siglo.