Ahora todos miran a Figueroa…y esperan - Piedra OnLine

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miércoles, 25 de julio de 2018

Ahora todos miran a Figueroa…y esperan

Después de superada la expectativa por la presentación del acuerdo por la conducción del MPN entre Omar Gutiérrez, Jorge Sapag y Guillermo Pereyra, viene otra, reafirmada y ratificada por la anterior: saber qué posición tomará quien, sin irse de la Lista Azul emepenista, queda afuera del pacto. Es decir, el vicegobernador, Rolando Figueroa.

No es exagerado decir que, con mayor o menor ansiedad, y ciertamente, con esperanzas diferentes, todos esperan ahora alguna definición de Figueroa. Lo hacen quienes se quedaron con la conducción del MPN; quienes no participaron y quedaron afuera; y quienes están en otros partidos, en situación de competencia con el partido provincial, y quieren saber cómo será la “otra” interna.

No es una novedad afirmar que Omar Gutiérrez y Rolando Figueroa comparten una realidad, con diferencias para arriba o para abajo, en lo electoral: son los referentes actuales con mayor intención de voto que puede presentar el MPN. Gutiérrez ya está lanzado hacia la reelección y se prepara para renovar su condición de presidente del partido. Figueroa, en cambio, mantiene en suspenso una definición sobre su propia y eventual candidatura, mientras, a partir del 12 de agosto, quedará afuera de los cuadros de conducción, habiendo sido presidente de la Convención, cargo que pasará a ocupar ahora el intendente de Villa Pehuenia, Sandro Badilla.

La situación, objetivamente, muestra una parte del cuadro llena, y otra parte, vacía. Esas partes, esa diferencia dentro del generoso continente que es el MPN, forman lo que es la verdadera interna, la que empezará a ventilarse en estos días. Un discurso dirá que se abrió la puerta a todos, pero que algunos no aceptaron el convite. Otro discurso, probablemente, hablará de que el convite venía con trampa y que en realidad hubo una premeditada acción para promover el exilio del reino.

Como sea que se den las cosas, en el tiempo que cada uno elija, puede vaticinarse, con lógica inevitable, que la interna no terminó en el acuerdo partidario, sino que ese, precisamente, fue el punto de partida.

Rubén Boggi