La justicia federal sobreseyó al dirigente de ATE, Mario Sepúlveda, en la causa que lo investigaba como presunto autor del piedrazo que recibió el vehículo que transportaba al presidente Mauricio Macri durante una visita a Villa Traful.
La jueza Silvina Domínguez indicó que ninguna de las personas que declararon en la causa pudo reconocer la presencia del imputado en la ciudad y que tampoco fue posible identificar a los individuos presentes en el hecho “debido a la baja calidad” de las imágenes tomadas en video. En la piedra que fue peritada tampoco encontraron huellas que coincidieran con las de Sepúlveda.
En la sentencia, Domínguez señaló que “desde la primera hasta la última declaración, ningún testigo pudo indicar con exactitud haber visto o escuchado el momento en el que se rompió el vidrio de la camioneta, habiendo tomado conocimiento de ello en un momento posterior al supuestamente ocurrido”.
“Respecto a la autoría del aquí imputado en el hecho investigado, advierto que las constancias incorporadas al legajo impiden atribuirle a Mario Alberto Sepúlveda, aún con grado mínimo de probabilidad, la comisión de conducta delictiva alguna al no surgir ningún dato objetivo que así lo indique”, concluyó.
Los hechos investigados ocurrieron el 28 de diciembre de 2016 alrededor de las 10 cuando Macri y su comitiva regresaban por la Ruta 65 luego de haber visitado un local comercial para comprar alfajores en el contexto de una inauguración.
A Sepúlveda se lo había acusado de lanzar una piedra sobre la ventanilla trasera de la camioneta Mercedes Benz modelo Sprinter que trasladaba al jefe de Estado, cuyo impacto ocasionó una explosión y rotura de vidrio “que podría haber producido lesión en el cuerpo o salud de quienes iban en su interior”.
La fiscalía lo había acusado a partir de una fotografía en donde se veía a una persona agachada en el momento en que los manifestantes de ATE interceptaban la camioneta oficial. La jueza aseguró que no pudo comprobarse que el sujeto fuera Sepúlveda.
