El acuerdo, que aún deberá definirse en su contenido fino, se llevó a cabo esta mañana en la sede de la Subsecretaría de Trabajo de Río Negro, en donde las partes mantuvieron una nueva audiencia.
El conflicto se originó a partir del cambio de las empresas de servicios que trabajan para Petróleos Sudamericanos. Los 14 trabajadores que no tenían garantizada la continuidad laboral venían trabajando para AESA pero con los cambios de contratos deberían haber sido absorbidos por Brava.
Desde la petrolera se acordó realizar las gestiones para darle funciones a estos 14 operarios de forma tal que sean ubicados dentro de la empresa de servicio y no pierdan sus puestos.
Esta definición de funciones y ubicaciones será abordada en encuentros que se realizarán en los próximos días por fuera del ámbito de la Subsecretaría de Trabajo que en su momento debió dictar la conciliación obligatoria para evitar la afectación de la medida de fuerza lanzada.
En el encuentro, el titular de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, destacó que "la situación no es fácil, todas las empresas tienen que poner algo, es una cuestión solidaria". Y aseguró que "en esto tenemos que estar comprometidos en salir entre todos, porque sino, esto se va a poner mal y no va a salir nadie".
Días atrás Pereyra reconoció que en la zona son unos 3000 los puestos de trabajo "que sobran" a raíz del parate que se desató luego del congelamiento del precio del petróleo del año pasado, y advirtió además que la reactivación de la industria no depende de la nueva Ley de Hidrocarburos sino de que se llegue a un acuerdo con la deuda ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
