La escena lo dice todo. Lo muestra todo. Y la pena, el cansancio y la resignación, duelen, pero se superan. Porque es asĆ. Porque la vida en el campo es diferente. Es muy difĆcil. No hay tiempo para lamentos, ni lĆ”stima.
Alicia lo sabe mejor que nadie. Nacida y criada en medio del frĆo riguroso y extremo de los campos del sur rionegrino, ha pasado de todo. Con su familia. Conoce de Ć©pocas de ‘vacas flacas’ y tambiĆ©n de las otras.
No en plan de lucha, de ser una ‘heroĆna’ en medio de la nada, sino de trabajo. La vida de los que viven la trashumancia. Porque es la realidad cotidiana. La de ella, la de su marido, su familia, y de los miles y miles de crianceros que pueblan los campos de la Patagonia.
Alicia tiene 53 aƱos y vive en un campo de MencuĆ©, en la LĆnea Sur rionegrina. Y este aƱo, el temporal de nieve, dejó huellas que su memoria guardarĆ”n para siempre.
La hija de Alicia tomó las fotografĆas para registrar el trabajo de su madre y que se conozca. Y allĆ aparece ella, menuda, curtida por el trabajo, pero fuerte. Codo a codo con los rastros mĆ”s palpables del Ćŗltimo temporal de nieve que trajo cuantiosas pĆ©rdidas y dejo solo mortandad a su paso.
Con la cruda realidad entre sus manos: esquilando las mÔs de 50 chivas muertas, muchas de ellas preñadas, que sucumbieron ante la nieve y el viento helado, contó Rodrigo Laciar, otro de sus hijos.
Hace apenas unas semanas, luego de que las inclemencias del sur extremo menguaran, ella decidió salir al campo para tratar de salvar lo que podĆa. Vio y pudo, al fin, contar lo que la nieve le arrebató: mĆ”s de 50 chivas de un total cercano a las 200 que poseen, murieron. Para su familia, una "pĆ©rdida enorme".
AsĆ que ‘hizo de tripas corazón" y esquiló a los animales. El fin: tratar de comercializar el pelo.
"Mi mamĆ” esquilando sus chivas, las que le mató la nevada para recuperar el pelo aunque sea. QuĆ© tristeza ver estas cosas, cuĆ”ntas pĆ©rdidas, justo se vino el temporal y no alcanzaron a tropear para la invernada y ni siquiera tenĆan forrajes para alimentar", lamentaron sus hijos.
Alicia y ‘don Laciar’ son de un paraje cercano a MencuĆ© y viven de la crianza. MencuĆ© es un pequeƱo pueblito del Departamento El Cuy. En lengua mapuche MencuĆ© parece rendir homenaje a la fortaleza de sus pobladores, significa ‘llevar algo al hombro’.
"Ellos toda la vida vivieron en el campo, la nevada los agarró en la parte mÔs alta, van a la zona de Laguna Blanca, todo el año hacen las veranadas, las invernadas, arrean los animales para conseguir pasturas", para subsistir.
"Mi mamĆ” estaba muy mal, todo cuesta un montón, por lo que me contó nunca le tocó vivir algo asĆ, algo parecido alguna vez pasó con una tormenta, pero no asĆ. Se le murieron muchas chivas y nadie se acercó para ofrecer ayuda", lamentó Rodrigo.
La nieve los sorprendió luchando para arrear los animales en agosto, en general se suele hacer un tiempo antes, agregó.
La nevada extraordinaria dejó campos bajo mÔs de un metro de nieve e hizo estragos en las majadas.
lmcipolletti.com



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