Es a través de un proyecto que se había presentado en la Legislatura provincial antes de la pandemia y no se trató. En 2023 se volvió a presentar y tuvo cabida al menos para ponerse en discusión por parte de algunos diputados en funciones. El proyecto de Ley 16.066 plantea la prohibición del uso del agua en la megaminería metalífera.
La Doctora en Ciencias Sociales con orientación en políticas públicas e integrante de las Asambleas Socioambientales, Sandra Ferrero, explicó a una radio local que “en 2015 hubo un intento de hacer megaminería a cielo abierto, esto lo repetimos porque pareciera que estamos contra todo tipo de minería y no es así”. Por aquellos años, desde la organización se habían juntado un sinnúmero de firmas de ciudadanos y de organizaciones a las que acompañaron diferentes figuras públicas también.
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“Esto es contra la megaminería que ha demostrado que no hay otra forma de extraer el material en todas las montañas, hablamos particularmente del Cerro Chachil, que volando con grandes toneladas de explosivos, vuelan montañas enteras para extraer el material (oro y cobre, entre ellos) que implican una gran toxicidad en el aire porque las partículas quedan contaminadas con químicos de los que tampoco se da mucha cuenta en los informes de impacto ambiental, por lo menos en este caso de la amenaza en Chachil y en el río Catán Lil”, explica la profesional.
“Fue una metodología bastante desacertada del estado, avisando por el Boletín Oficial cuando casi nadie accede a ese medio, llamando a audiencias públicas en un lugar alejado donde nadie podía participar, etc.; mecanismos tan caros a la democracia y que se mal usan”, afirmó.
“Gracias a una medida cautelar eso se logró parar porque la justicia mira y les da la razón a los vecinos. Apelamos al derecho internacional, ambiental que habla de la precautoriedad, un principio que justamente nos protege de estas amenazas, no esperamos a que muera gente”, amplió.
Aclaró que “los delitos ambientales no se arreglan con dinero, son contaminaciones irreversibles, imagínense el agua contaminada con cianuro, ácido sulfúrico, en el Catán Lil que ingresa al Collón Cura, que ingresa al Limay, que ingresa a la Confluencia y bueno llegan hasta el Atlántico imagínense todas esas poblaciones afectadas directamente en nuestra cuenca hidrográfica, que es la primera y la más importante del país”.
“El riesgo es demasiado grande y delicado el tema de arruinar el territorio, la vida y la biodiversidad en forma irreversible como para subestimarla priorizando la economía”, lamentó.
Sandra compartió que desde la organización están convencidos de que “nadie puede estar en desacuerdo de defender el agua, un agua pura, cristalina, como quedó demostrada el otro día en la legislatura”.
Pero advirtió que el precio al que la provincia vende el recurso es muy barato, “patético y lamentable, y da muestra del saqueo”. Aunque confió que “aunque aumentarán ese precio no es lo que nos importa tanto como que no se contamine. Nos interesa cuidar el agua, estamos en emergencia hídrica hace tiempo en nuestra provincia”.
“Vaca muerta es el mejor ejemplo de que no solo el crecimiento económico ayuda a un desarrollo sustentable, sostenible para toda la población, cuántas viviendas siguen sin gas… Bueno, hace poco salió un informe que daba cuenta de que Neuquén es el segundo lugar en malnutrición infanto-juvenil; entonces hay que mirar de manera integral, procurar un desarrollo más armónico. No un desarrollo para que dos o tres empresas se lleven todo y arruinen la vida y la biodiversidad”, concluyó.
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