Fecha de la Noticia: 12/05/2009 - 05:57
Buenos Aires: Comenzó la pelea en la “madre de todas las batallas”
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El oficialismo decidió transformar la provincia de Buenos Aires en el campo de batalla electoral de estas elecciones legislativas, con las candidaturas de Néstor Kirchner y Daniel Scioli. Los números de la provincia más importante de la Argentina , donde el Frente para la Victoria marcha primero, seguido de De Narváez-Solá y Stolbizer-Alfonsín
A 48 días de las elecciones legislativas que marcarán un antes y un después en la historia contemporánea argentina, tanto desde el gobierno nacional como desde la oposición, vienen anunciando que la denominada “madre de todas las batallas” electorales, se desarrollará en la provincia de Buenos Aires.
El principal territorio político de la Argentina verá sacar lo peor y lo mejor de cada una de las fuerzas políticas, que pondrán todo su arsenal mediático y de propuestas en este distrito de casi 15 millones de habitantes, para poder ganar la confianza del ciud adano común no politizado y poder triunfar de esa forma en el acto eleccionario del próximo 28 de junio.
La mayoría de los sondeos de opinión realizados hasta el momento marcan una victoria para el frente encabezado por el ex presidente Néstor Kirchner y que acompañan como candidatos, entre otros, el gobernador Daniel Scioli y la actriz y cantante Nacha Guevara. Muy de cerca está seguido por la alianza entre el peronismo disidente y el PRO, que encabeza el empresario Francisco de Narváez; y en tercer lugar, la unidad electoral lograda entre la Coalición Cívica , el Socialismo y la Unión Cívica Radical, con margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín.
Panorama electoral bonaerense
La campaña política arranca de una manera bastante diferente a años anteriores, ya que por primera vez en muchos años en la provincia de Buenos Aires, tres fuerzas arrancan con posibilidades similares, aunque el oficialismo, por ser gobierno en los principales centro del conurbano bonaerense, tengan mayores chances de poder acceder al primer lugar en la elección general, dado la enorme significancia que tiene dicho territorio en la gene ral.
De las 35 bancas que se renuevan este año perteneciente a la provincia de Buenos Aires, 21 corresponden al oficialismo y 14 a los partidos opositores. Para que el kirchnerismo mantenga los legisladores debe hacer una elección muy buena, del orden del 45% de los votos, que según todos los trabajos efectuados hasta el momento, no llega a ese número, por lo que perderá varias bancas que le complicarán su labor en el Congreso de cara al futuro.
Esta situación marca que el kirchnerismo deberá apelar a algo a lo que no ha recurrido hasta el momento, como es el diálogo y la discusión parlamentaria para poder sacar adelante los proyectos que mande al Congreso, y a través de eso se pueda establecer una posibilidad más democrática y más abierta de país.
La Consultora Ibarómetro efectuó un sondeo en territorio bonaerense, donde le dan el primer lugar a la fórmula del Frente para la Victoria , encabezada por Néstor Kirchner y Daniel Scioli, con el 31,6% de la intención de voto de los habitantes de la p rovincia de Buenos Aires. En segundo término, se ubica el binomio de la centroderecha argentina de Unión-Pro, con el empresario Francisco de Narváez y el ex mandatario provincial Felipe Solá, con el 22,7%. En tercer lugar se encuentra la lista que encabezan la alianza entre el radicalismo, la Coalición Cívica y el Socialismo, con Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín a la cabeza de la misma, con el 13,3% de las preferencias de los votantes.
Además, Ibarómetro hace una proyección de votos de acuerdo al nivel de indecisos que lanzó su muestra, donde asegura que en ese caso la victoria que tendría el oficialismo sería por una mayor cantidad de porcentaje de la que se piensa en muchos sect ores de la política y el periodismo nacional, ya que el ex presidente de la Nación tendría un 40 por ciento de los votos, contra el 28,8% del considerado peronismo disidente y un 16,9% del denominado “panradicalismo”.
Esta es una de las encuestas que más muestra el oficialismo ante los medios de comunicación, ya que la misma le daría una victoria holgada sobre sus rivales, y porque a pesare de que la misma mostraría un descenso en el voto hacia el gobierno, mostraría ante todos los pronósticos un leve retroceso en el Congreso nacional, seguiría siendo claramente la primera minoría parlamentaria y con la ayuda de varios aliados podría conseguir el quórum tan deseado para aprobar leyes polémicas que se vienen en el futuro próximo, como por ejemplo la nueva ley se Servicios Audiovisuales que impulsa el kirchnerismo como una manera de minarle el poder mediático al Grupo Clarín.
Por su parte, la Consultora Aresco , dirigida por el prestigioso sociólogo Julio Aurelio, marca una situación de paridad muy grande en Buenos Aires, y se ve reflejado en un gran número de indecisos que puede llegar a inclinar la balanza para cualquiera de los sectores políticos en disputa, por lo que los partidos se lanzarán sin ninguna dudas a la caza de estos votantes, que representan a una quinta parte del electorado bonaerense.
El trabajo realizado por Julio Aurelio señala que el binomio oficialista registra el 31,2% de las preferencia s de los ciudadanos, seguidos muy de cerca por los candidatos de Unión-PRO con el 26,2% de intención de voto y la alianza opositora entre la CC , la UCR y el PS lograría el 21,8% del favoritismo popular. En cuarto lugar se encuentra el voto indeciso con casi el 20% de la predilección del electorado y un mínimo porcentaje que elegiría a otros partidos, pero casi sin chances de poder ingresar una banca al parlamento nacional.
Una de las diferencias de este trabajo con el efectuado por la Consultora Ibarómetro , es que aquí la oposición se encontraría frente a una expectativa de poder llegar a revertir drásticamente si quienes hoy se encuentran indec isos se decidieran por alguno de estos dos partidos/alianzas, con lo cual la ventaja actual en las elecciones puede ser muy útil para la alianza entre el PJ disidente y el PRO, que podrían ver una explosión de su intención de voto por parte de aquellos que están dispuestos a darle su voto al candidato que tenga más fuerza dentro de la oposición.
El radicalismo apelará a que el apellido Alfonsín pueda llegar a replantear a parte del voto históricamente radical que en las últimas elecciones se ha ido hacia otras fuerzas políticas, y que esperan que con la candidatura del recientemente fallecido ex presidente, se pueda llegar a realizar una excelente performance que le permita pelear el primer lugar en las preferencias del electorado bonaerense, algo que no sucede desde principios de la década del ’90.
Otra de las acreditadas empresas que llevaron adelante mediciones en la provincia de Buenos Aires, es la consultora CEOP (Centro de Opinión Pública) que lidera el sociólogo Roberto Bacman, da un resultado favorable para el oficialismo por un margen de siete puntos porcentuales de diferencia, lo que lo mantendría como la primera minoría parlamentaria, pero no con la suficiente fuerza como para poder renovar las 21 bancas que pone en juego en este acto eleccionario.
El CEOP muestra que la fórmula del Frente para la Victoria reúne el 33,5% de intención de voto, contra el 26,5% de los opositores De Narváez-Solá, y el 20% a Stolbizer-Alfonsín. Detrás de ellos se encuentran los indecisos y el voto en blanco con el 15% de las preferencias, y los otros y el clásico No sabe/No contesta, con el 5% de las preferencias.
El trabajo de esta consultora arroja que de seguir de esta manera los sondeos, el oficialismo podría llegar a ampliar hasta a diez puntos de diferencia la victoria el próximo 28 de junio, ya que de acuerdo a la consultora, frente a la necesidad de que los indecisos tomen una decisión, lo harían en igual porcentaje que lo hecho hasta ahora o incluso favorecerían aun más al kirchnerismo.
La plataforma de electores del oficialismo es muy sólida, mientras que la de los demás partidos opositores es muy cambiante y se decide antes de la votación o puede ser muy voluble a aspectos de la campaña y a los aspectos mediáticos, cosas a los que el electorado peronista clásico de la provincia de Buenos Aires, no presta atención y votaría al partido que han votado toda la vida más allá de los candidatos que lleven en la lista.
Un estudio final de todos estos números analizados, dan cuenta de un escenario polarizado por primera vez desde el regreso de la democracia en tres listas, algo a lo que no estaba acostumbrado el sistema político nacional, tradicionalmente bipartidista, y que pareciera que en esta elección se perdería esta tradición, dando inicio a un nuevo escenario en la política provincial.
La estrategia del oficialismo de cara a estas elecciones legislativas parece ser la de imponer, al igual que lo hiciera el menemismo en los ’90, la teoría del miedo y del caos, ya que en todos los actos a los que acude el ex presidente Néstor Kirchner se habla de que si pierde el kirchnerismo el 28 de junio, al día siguiente se viene un nuevo “corralito”, estampidas bancarias, crisis de gobernabilidad, debilitamiento institucional, etc, queriendo inculcar el miedo en la población para de esa manera seguir manteniendo la hegemonía que se tiene hasta el momento.
Las candidaturas testimoniales, la última gran jugada del kirchnerismo, con el gobernador Daniel Scioli a la cabeza de las mismas junto a casi 50 intendentes provinciales, han sido hasta el momento rechazadas por buena parte de la población y habrá que ver cómo influyen las mismas en las preferencias de la gente a la hora de emitir su voto en el cuarto oscuro, ya que muchos analistas aseguran que habrá un buen porcentaje de votantes que dirán “mejor malo conocido que bueno por conocer”, que podría inclinar el péndulo hacia el oficialismo.
Como puede verse en relación a los números señalados con anterioridad, la situación no parece muy sencilla para el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, lo que hace que en el círculo íntimo del matrimonio presidencial se pongan los nervios de punta, ya que ven que lo que habían construido en cuatro años de gobierno puede llegar a venirse abajo, y por eso intentarán quebrar en lo que reste de campaña los armados de la oposición, para poder ubicarse de esa manera como la única alternativa viable en tiempos de crisis.
Panorama por demás complejo el que se le presenta al matrimonio presidencial de cara al futuro, y es por eso que como se dice en la jerga popular, ha puesto “toda la carne en el asador” para intentar revertir la imagen negativa que se tiene del gobierno en la sociedad argentina y con el cual desplegará toda su artillería pesada para intentar en lo más alto del poder y poder llegar al 2011 con serias chances de seguir conduciendo al Estado nacional.
A pesar de que logre un triunfo en la provincia de Bu enos Aires, el poder de Néstor Kirchner quedará muy debilitado de cara al futuro, y eso es algo que aprovecharán sus enemigos internos dentro del Partido Justicialista, que ven el 28 de junio como la fecha ideal para dar por terminado el período de hegemonía kirchnerista y empezar a construir de esa manera una nueva alternativa nacida desde el propio Justicialismo de cara al 2011.
Situación enmarañada por la que se encuentra pasando el ex presidente Néstor Kirchner por estos días, con encuestas que no muestran los números que él desea ver y que lo sumergen en un alto grado de imprevisibilidad e incertidumbre, que sólo será develado el cuarto domingo de junio en el cuarto oscuro, donde la población como siempre tendrá la últ ima palabra.
Buenos Aires: Comenzó la pelea en la “madre de todas las batallas”
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El oficialismo decidió transformar la provincia de Buenos Aires en el campo de batalla electoral de estas elecciones legislativas, con las candidaturas de Néstor Kirchner y Daniel Scioli. Los números de la provincia más importante de la Argentina , donde el Frente para la Victoria marcha primero, seguido de De Narváez-Solá y Stolbizer-Alfonsín
A 48 días de las elecciones legislativas que marcarán un antes y un después en la historia contemporánea argentina, tanto desde el gobierno nacional como desde la oposición, vienen anunciando que la denominada “madre de todas las batallas” electorales, se desarrollará en la provincia de Buenos Aires.
El principal territorio político de la Argentina verá sacar lo peor y lo mejor de cada una de las fuerzas políticas, que pondrán todo su arsenal mediático y de propuestas en este distrito de casi 15 millones de habitantes, para poder ganar la confianza del ciud adano común no politizado y poder triunfar de esa forma en el acto eleccionario del próximo 28 de junio.
La mayoría de los sondeos de opinión realizados hasta el momento marcan una victoria para el frente encabezado por el ex presidente Néstor Kirchner y que acompañan como candidatos, entre otros, el gobernador Daniel Scioli y la actriz y cantante Nacha Guevara. Muy de cerca está seguido por la alianza entre el peronismo disidente y el PRO, que encabeza el empresario Francisco de Narváez; y en tercer lugar, la unidad electoral lograda entre la Coalición Cívica , el Socialismo y la Unión Cívica Radical, con margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín.
Panorama electoral bonaerense
La campaña política arranca de una manera bastante diferente a años anteriores, ya que por primera vez en muchos años en la provincia de Buenos Aires, tres fuerzas arrancan con posibilidades similares, aunque el oficialismo, por ser gobierno en los principales centro del conurbano bonaerense, tengan mayores chances de poder acceder al primer lugar en la elección general, dado la enorme significancia que tiene dicho territorio en la gene ral.
De las 35 bancas que se renuevan este año perteneciente a la provincia de Buenos Aires, 21 corresponden al oficialismo y 14 a los partidos opositores. Para que el kirchnerismo mantenga los legisladores debe hacer una elección muy buena, del orden del 45% de los votos, que según todos los trabajos efectuados hasta el momento, no llega a ese número, por lo que perderá varias bancas que le complicarán su labor en el Congreso de cara al futuro.
Esta situación marca que el kirchnerismo deberá apelar a algo a lo que no ha recurrido hasta el momento, como es el diálogo y la discusión parlamentaria para poder sacar adelante los proyectos que mande al Congreso, y a través de eso se pueda establecer una posibilidad más democrática y más abierta de país.
La Consultora Ibarómetro efectuó un sondeo en territorio bonaerense, donde le dan el primer lugar a la fórmula del Frente para la Victoria , encabezada por Néstor Kirchner y Daniel Scioli, con el 31,6% de la intención de voto de los habitantes de la p rovincia de Buenos Aires. En segundo término, se ubica el binomio de la centroderecha argentina de Unión-Pro, con el empresario Francisco de Narváez y el ex mandatario provincial Felipe Solá, con el 22,7%. En tercer lugar se encuentra la lista que encabezan la alianza entre el radicalismo, la Coalición Cívica y el Socialismo, con Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín a la cabeza de la misma, con el 13,3% de las preferencias de los votantes.
Además, Ibarómetro hace una proyección de votos de acuerdo al nivel de indecisos que lanzó su muestra, donde asegura que en ese caso la victoria que tendría el oficialismo sería por una mayor cantidad de porcentaje de la que se piensa en muchos sect ores de la política y el periodismo nacional, ya que el ex presidente de la Nación tendría un 40 por ciento de los votos, contra el 28,8% del considerado peronismo disidente y un 16,9% del denominado “panradicalismo”.
Esta es una de las encuestas que más muestra el oficialismo ante los medios de comunicación, ya que la misma le daría una victoria holgada sobre sus rivales, y porque a pesare de que la misma mostraría un descenso en el voto hacia el gobierno, mostraría ante todos los pronósticos un leve retroceso en el Congreso nacional, seguiría siendo claramente la primera minoría parlamentaria y con la ayuda de varios aliados podría conseguir el quórum tan deseado para aprobar leyes polémicas que se vienen en el futuro próximo, como por ejemplo la nueva ley se Servicios Audiovisuales que impulsa el kirchnerismo como una manera de minarle el poder mediático al Grupo Clarín.
Por su parte, la Consultora Aresco , dirigida por el prestigioso sociólogo Julio Aurelio, marca una situación de paridad muy grande en Buenos Aires, y se ve reflejado en un gran número de indecisos que puede llegar a inclinar la balanza para cualquiera de los sectores políticos en disputa, por lo que los partidos se lanzarán sin ninguna dudas a la caza de estos votantes, que representan a una quinta parte del electorado bonaerense.
El trabajo realizado por Julio Aurelio señala que el binomio oficialista registra el 31,2% de las preferencia s de los ciudadanos, seguidos muy de cerca por los candidatos de Unión-PRO con el 26,2% de intención de voto y la alianza opositora entre la CC , la UCR y el PS lograría el 21,8% del favoritismo popular. En cuarto lugar se encuentra el voto indeciso con casi el 20% de la predilección del electorado y un mínimo porcentaje que elegiría a otros partidos, pero casi sin chances de poder ingresar una banca al parlamento nacional.
Una de las diferencias de este trabajo con el efectuado por la Consultora Ibarómetro , es que aquí la oposición se encontraría frente a una expectativa de poder llegar a revertir drásticamente si quienes hoy se encuentran indec isos se decidieran por alguno de estos dos partidos/alianzas, con lo cual la ventaja actual en las elecciones puede ser muy útil para la alianza entre el PJ disidente y el PRO, que podrían ver una explosión de su intención de voto por parte de aquellos que están dispuestos a darle su voto al candidato que tenga más fuerza dentro de la oposición.
El radicalismo apelará a que el apellido Alfonsín pueda llegar a replantear a parte del voto históricamente radical que en las últimas elecciones se ha ido hacia otras fuerzas políticas, y que esperan que con la candidatura del recientemente fallecido ex presidente, se pueda llegar a realizar una excelente performance que le permita pelear el primer lugar en las preferencias del electorado bonaerense, algo que no sucede desde principios de la década del ’90.
Otra de las acreditadas empresas que llevaron adelante mediciones en la provincia de Buenos Aires, es la consultora CEOP (Centro de Opinión Pública) que lidera el sociólogo Roberto Bacman, da un resultado favorable para el oficialismo por un margen de siete puntos porcentuales de diferencia, lo que lo mantendría como la primera minoría parlamentaria, pero no con la suficiente fuerza como para poder renovar las 21 bancas que pone en juego en este acto eleccionario.
El CEOP muestra que la fórmula del Frente para la Victoria reúne el 33,5% de intención de voto, contra el 26,5% de los opositores De Narváez-Solá, y el 20% a Stolbizer-Alfonsín. Detrás de ellos se encuentran los indecisos y el voto en blanco con el 15% de las preferencias, y los otros y el clásico No sabe/No contesta, con el 5% de las preferencias.
El trabajo de esta consultora arroja que de seguir de esta manera los sondeos, el oficialismo podría llegar a ampliar hasta a diez puntos de diferencia la victoria el próximo 28 de junio, ya que de acuerdo a la consultora, frente a la necesidad de que los indecisos tomen una decisión, lo harían en igual porcentaje que lo hecho hasta ahora o incluso favorecerían aun más al kirchnerismo.
La plataforma de electores del oficialismo es muy sólida, mientras que la de los demás partidos opositores es muy cambiante y se decide antes de la votación o puede ser muy voluble a aspectos de la campaña y a los aspectos mediáticos, cosas a los que el electorado peronista clásico de la provincia de Buenos Aires, no presta atención y votaría al partido que han votado toda la vida más allá de los candidatos que lleven en la lista.
Un estudio final de todos estos números analizados, dan cuenta de un escenario polarizado por primera vez desde el regreso de la democracia en tres listas, algo a lo que no estaba acostumbrado el sistema político nacional, tradicionalmente bipartidista, y que pareciera que en esta elección se perdería esta tradición, dando inicio a un nuevo escenario en la política provincial.
La estrategia del oficialismo de cara a estas elecciones legislativas parece ser la de imponer, al igual que lo hiciera el menemismo en los ’90, la teoría del miedo y del caos, ya que en todos los actos a los que acude el ex presidente Néstor Kirchner se habla de que si pierde el kirchnerismo el 28 de junio, al día siguiente se viene un nuevo “corralito”, estampidas bancarias, crisis de gobernabilidad, debilitamiento institucional, etc, queriendo inculcar el miedo en la población para de esa manera seguir manteniendo la hegemonía que se tiene hasta el momento.
Las candidaturas testimoniales, la última gran jugada del kirchnerismo, con el gobernador Daniel Scioli a la cabeza de las mismas junto a casi 50 intendentes provinciales, han sido hasta el momento rechazadas por buena parte de la población y habrá que ver cómo influyen las mismas en las preferencias de la gente a la hora de emitir su voto en el cuarto oscuro, ya que muchos analistas aseguran que habrá un buen porcentaje de votantes que dirán “mejor malo conocido que bueno por conocer”, que podría inclinar el péndulo hacia el oficialismo.
Como puede verse en relación a los números señalados con anterioridad, la situación no parece muy sencilla para el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, lo que hace que en el círculo íntimo del matrimonio presidencial se pongan los nervios de punta, ya que ven que lo que habían construido en cuatro años de gobierno puede llegar a venirse abajo, y por eso intentarán quebrar en lo que reste de campaña los armados de la oposición, para poder ubicarse de esa manera como la única alternativa viable en tiempos de crisis.
Panorama por demás complejo el que se le presenta al matrimonio presidencial de cara al futuro, y es por eso que como se dice en la jerga popular, ha puesto “toda la carne en el asador” para intentar revertir la imagen negativa que se tiene del gobierno en la sociedad argentina y con el cual desplegará toda su artillería pesada para intentar en lo más alto del poder y poder llegar al 2011 con serias chances de seguir conduciendo al Estado nacional.
A pesar de que logre un triunfo en la provincia de Bu enos Aires, el poder de Néstor Kirchner quedará muy debilitado de cara al futuro, y eso es algo que aprovecharán sus enemigos internos dentro del Partido Justicialista, que ven el 28 de junio como la fecha ideal para dar por terminado el período de hegemonía kirchnerista y empezar a construir de esa manera una nueva alternativa nacida desde el propio Justicialismo de cara al 2011.
Situación enmarañada por la que se encuentra pasando el ex presidente Néstor Kirchner por estos días, con encuestas que no muestran los números que él desea ver y que lo sumergen en un alto grado de imprevisibilidad e incertidumbre, que sólo será develado el cuarto domingo de junio en el cuarto oscuro, donde la población como siempre tendrá la últ ima palabra.
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