Fecha de la Noticia: 07/05/2009 - 05:59
Los síntomas del retroceso en la economía argentina
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La Argentina siente con gran fuerza lo síntomas de la desaceleración y el estancamiento económico, que sumerge a nuestro país en una grave crisis social. Los datos de la realidad que muestran la caída en la economía argentina, y las señales que presagian un futuro poco alentador para el país
Los últimos datos y números dados a conocer por el Indec y organismos privados, muestran un fuerte estancamiento de la economía argentina, que sumados al concierto internacional, donde la crisis financiera hace estragos en muchas de las economías desarrolladas, presagian un presente y un futuro cercano bastante oscuro para el país.
Desde el gobierno nacional se quiere mostrar un discurso optimista para calmar a una sociedad ansiosa de respuestas rápidas para sus problemas más cotidianos, que hasta el momento no ha dado resultado, ya que la ciudadanía ve como día a día los precios de los productos de la canasta básica aumentan en forma desorbitante, haciendo que los flacos bolsillos de los trabajador es estén cada vez más débiles para afrontar la crisis.
Esta crisis deja al descubierto la inacción política de un gobierno que no hace más que pensar en el día a día, sin mirar al futuro y ofrecer a la ciudadanía un plan a largo plazo. En este tiempo de gobierno kirchnerista, se han venido tapando pequeños baches, pero no se ha dado una solución sustancial al gran problema que tiene la economía nacional, que es la falta de una visión de desarrollo desde el Ejecutivo, que sirva para marcar las reglas que se seguirán en nuestro país en las próximas décadas.
Nuestro país está inmerso en una realidad por demás complicada, donde los diferentes sectores de la economía comienzan a sufrir la inactividad de los mismos, con consecuencias totalmente impredecibles de cara al futuro, dejando a la Argentina en un proceso cargado de incertidumbre en la peor debacle económica desde la Gran Depresión de la década de 1930.
Números del parate y la paralización
En los últimos días, se han dado a conocer distinta clase de índices que dan muestra del creciente grado de desaceleración de la economía nacional, que la colocan en una situación de debilidad para poder contrarrestar los efectos de la crisis, que están haciendo sucumbir a muchos de los sectores de la economía nacional.
Uno de los datos más preocupantes ha sido el nivel de dinero que se ha fugado del país en el último año y medio, que llega a alrededor de 37.000 millones de dólares, muchísimo más que los 20.000 millones que se fugaron durante la debacle del año 2001, lo que invita a muchos economistas a asegurar que esto es alarmante para el futuro de la economía nacional, ya que trae mucha desconfianza en el extranjero y en el país una alta desconfianza institucional e inseguridad jurídica, que desde el gobierno nacional se ha manejado con suma imprudencia.
Por su parte, los números dispares que se muestran desde el Indec y la UIA (Unión Industrial Argentina) sobre el índice de producción industrial durante el mes de marzo, dan cuenta del alto grado de “dibujo” que hay en las estadísticas oficiales por parte del inefable Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El organismo oficial aseguró en un comunicado, que la producción industrial durante el tercer mes del año cayó un 0,4%, mientras que la UIA asevera que en marzo la producción descendió un 6,6%, un número mucho mayor que el oficialista.
Estos datos de la producción indust rial muestran una caída en el índice de producción industrial por quinto mes consecutivo, que viene retrocediendo desde el mes de noviembre del 2008, y que en este 2009 lleva ya un 10,1% de retracción, marcando un problema que se va a gravando día a día sin que se den soluciones viables desde el Ejecutivo.
Uno de los sectores que más ha sufrido esta caída en la producción, es el automotriz, que se estima que en este año la producción de vehículos en la Argentina caerá 30% en relación al 2008, que hasta el momento se espera que se produzcan entre 420 mil y 450 mil unidades este año, pero la realidad marca que todos los días se revisan este número, ya que se comienza a depender de lo que pase día a día en el mercado interno y en los mercados de exportación. En el 2008, la producción de automotores alcanzó un récord histórico de 597.086 unidades. El sector automotriz fue el de mayor crecimiento durante los últimos seis años. No obstante, la crisis financiera mundial provocó un fuerte impacto sobre las terminales automotrices.
El ingreso de camiones a las terminales portuarias de Rosario se redujo en un 46 por ciento debido a problemas en el inicio del nuevo sistema de cartas de porte, documentos para el transporte de granos, complicando a los exportadores de las terminales portuarias río arriba de la zona que deben cumplir contratos de exportaciones.
El sector agropecuario, otro de los más golpeados por la crisis, la sequía y el conflicto con el gobierno nacional, ve como el país perdió en estos últimos tres años por la mala política ganadera implementada desde el gobierno nacional, un total de 14.536 millones de pesos; y que si hacemos un escenario probable con todas estas variables, no hay duda que la Argentina a partir del 2011 deberá –siguiendo con el mismo consumo per cápita- importar carne.
Además, en nuestro país, se producirán alrededor de 36 millones de toneladas de granos menos que en la campaña anterior, lo que hace que la Argentina deje de recibir entre 15 y 18 mil millones de dólares, con el consabido efecto que eso trae en la economía nacional, que se había levantado luego de la crisis del 2001 en base a la producción rural.
Cifras del retroceso
- 37.000 millones de dólares se fugaron del país en el último año y medio
- 6,6% cayó la producción industrial en el mes de marzo
- 30% es lo que se estima que caerá la producción automotriz en el 2009-05-06
- 46% se redujo el ingreso de camiones a las terminales portuarias de Rosario
- 36.000 millones menos de toneladas de granos menos se produjeron este año con respecto al 2008
- 13,3% descendieron las ventas minoristas en abril
- 29,4% se extendió el gasto público en el primer trimestre del año
- 100.000 son los puestos de trabajo que están peligrando su continuidad en estos momentos
Las ventas de los comercios minoristas cayeron en abril 13,3% respecto de igual mes del año pasado, y es el octavo mes consecutivo de retracción en el sector, informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La caída acumulada en el primer cuatrimestre fue del 13,7% interanual. El informe de CAME destaca que "la dispersión de pronósticos políticos y económicos continúa incentivando el ahorro en detrimento del consumo, y el público no quiere endeudarse y sigue gastando lo necesario".
La caída en las ventas que comenzaron a sufrir a fines del año pasado las concesionarias de autos, las inmobiliarias y las tiendas de electrodomésticos ahora se extendió al consumo masivo. De acu erdo con un relevamiento privado, en marzo, las ventas de alimentos, bebidas, limpieza y tocador registraron una baja promedio del 1,6%, lo que contrasta con las subas que se habían registrado en enero y en febrero, lo que significa la primera caída en este rubro desde el año 2003.
La desocupación aumenta en forma veloz, y las empresas que se van del país (caso Mahle en Rosario), o las que suspenden o echan personal se agranda día a día, levantando las quejas no sólo de los trabajadores sino del país en general, que ve como las expectativas de crecer en un país próspero y con oportunidad e igualdad para todos se aleja, dando paso a un futuro sombrío con pocas expectativas de crecimiento.< /font>
A pesar de todas estas cifras que dan muestra de un gran deterioro en el andamiaje económico de nuestro país, el gobierno sigue sin dar respuestas claras a los pedidos de la gente de darle soluciones rápidas y efectivas a sus problemas. La gente la está pasando mal en su vida diaria, no pudiendo llegar a fin de mes con sus sueldos, y ven como las cosas aumentan de precio semana a semana sin que se vea una esperanza en un futuro cercano de que la situación va a cambiar.
El kirchnerismo, en vez de escuchar el clamor popular para que se normalice la situación del INDEC y las patotas que se le adjudican al Secretario de Comercio dejen los espacios públicos, se garantiza en el cargo a Moreno y todas sus acciones. En vez de plegarse al resto del mundo con políticas claras en materia de política económica, que incluya a todos los sectores de la sociedad para dar un mayor bienestar a los argentinos, se sigue aliando a Chávez y repudiando en todo acto a los organismos internacionales. En lugar de seguir las medidas que han dado resultado en Brasil o Chile, se sigue apelando a viejas recetas que no han dado resultado en ningún lugar del mundo, o lo que es peor, a nuevas recetas de las que nadie sabe cuál será su resultado.
Cada vez es más difícil llegar a fin de mes para cualquier ciudadano, ya que la plata rinde cada día que pasa menos y hay que hacer verdaderos malabares para llevar el pan a la mesa. Pero a todo esto que se advierte ni bien se sale a la calle y se habla con las personas, el gobierno parece no comprenderlo y niega hasta el final que el país sufra los efectos del descalabro económico mundial.
Todos estos hechos no hacen más que mostrar la ceguera y la soberbia con la que el gobierno nacional se mueve en materia de economía, creyendo tener todas las soluciones para los problemas de los argentinos, mientras la situación del país se dirige barranca abajo, con una situación social cada vez más candente, que hace que el mal humor de la gente pueda llegar a poner en riesgo el futuro inmediato del gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
Para más información, entrar a: www.agenciacna.com
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La Argentina siente con gran fuerza lo síntomas de la desaceleración y el estancamiento económico, que sumerge a nuestro país en una grave crisis social. Los datos de la realidad que muestran la caída en la economía argentina, y las señales que presagian un futuro poco alentador para el país
Los últimos datos y números dados a conocer por el Indec y organismos privados, muestran un fuerte estancamiento de la economía argentina, que sumados al concierto internacional, donde la crisis financiera hace estragos en muchas de las economías desarrolladas, presagian un presente y un futuro cercano bastante oscuro para el país.
Desde el gobierno nacional se quiere mostrar un discurso optimista para calmar a una sociedad ansiosa de respuestas rápidas para sus problemas más cotidianos, que hasta el momento no ha dado resultado, ya que la ciudadanía ve como día a día los precios de los productos de la canasta básica aumentan en forma desorbitante, haciendo que los flacos bolsillos de los trabajador es estén cada vez más débiles para afrontar la crisis.
Esta crisis deja al descubierto la inacción política de un gobierno que no hace más que pensar en el día a día, sin mirar al futuro y ofrecer a la ciudadanía un plan a largo plazo. En este tiempo de gobierno kirchnerista, se han venido tapando pequeños baches, pero no se ha dado una solución sustancial al gran problema que tiene la economía nacional, que es la falta de una visión de desarrollo desde el Ejecutivo, que sirva para marcar las reglas que se seguirán en nuestro país en las próximas décadas.
Nuestro país está inmerso en una realidad por demás complicada, donde los diferentes sectores de la economía comienzan a sufrir la inactividad de los mismos, con consecuencias totalmente impredecibles de cara al futuro, dejando a la Argentina en un proceso cargado de incertidumbre en la peor debacle económica desde la Gran Depresión de la década de 1930.
Números del parate y la paralización
En los últimos días, se han dado a conocer distinta clase de índices que dan muestra del creciente grado de desaceleración de la economía nacional, que la colocan en una situación de debilidad para poder contrarrestar los efectos de la crisis, que están haciendo sucumbir a muchos de los sectores de la economía nacional.
Uno de los datos más preocupantes ha sido el nivel de dinero que se ha fugado del país en el último año y medio, que llega a alrededor de 37.000 millones de dólares, muchísimo más que los 20.000 millones que se fugaron durante la debacle del año 2001, lo que invita a muchos economistas a asegurar que esto es alarmante para el futuro de la economía nacional, ya que trae mucha desconfianza en el extranjero y en el país una alta desconfianza institucional e inseguridad jurídica, que desde el gobierno nacional se ha manejado con suma imprudencia.
Por su parte, los números dispares que se muestran desde el Indec y la UIA (Unión Industrial Argentina) sobre el índice de producción industrial durante el mes de marzo, dan cuenta del alto grado de “dibujo” que hay en las estadísticas oficiales por parte del inefable Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El organismo oficial aseguró en un comunicado, que la producción industrial durante el tercer mes del año cayó un 0,4%, mientras que la UIA asevera que en marzo la producción descendió un 6,6%, un número mucho mayor que el oficialista.
Estos datos de la producción indust rial muestran una caída en el índice de producción industrial por quinto mes consecutivo, que viene retrocediendo desde el mes de noviembre del 2008, y que en este 2009 lleva ya un 10,1% de retracción, marcando un problema que se va a gravando día a día sin que se den soluciones viables desde el Ejecutivo.
Uno de los sectores que más ha sufrido esta caída en la producción, es el automotriz, que se estima que en este año la producción de vehículos en la Argentina caerá 30% en relación al 2008, que hasta el momento se espera que se produzcan entre 420 mil y 450 mil unidades este año, pero la realidad marca que todos los días se revisan este número, ya que se comienza a depender de lo que pase día a día en el mercado interno y en los mercados de exportación. En el 2008, la producción de automotores alcanzó un récord histórico de 597.086 unidades. El sector automotriz fue el de mayor crecimiento durante los últimos seis años. No obstante, la crisis financiera mundial provocó un fuerte impacto sobre las terminales automotrices.
El ingreso de camiones a las terminales portuarias de Rosario se redujo en un 46 por ciento debido a problemas en el inicio del nuevo sistema de cartas de porte, documentos para el transporte de granos, complicando a los exportadores de las terminales portuarias río arriba de la zona que deben cumplir contratos de exportaciones.
El sector agropecuario, otro de los más golpeados por la crisis, la sequía y el conflicto con el gobierno nacional, ve como el país perdió en estos últimos tres años por la mala política ganadera implementada desde el gobierno nacional, un total de 14.536 millones de pesos; y que si hacemos un escenario probable con todas estas variables, no hay duda que la Argentina a partir del 2011 deberá –siguiendo con el mismo consumo per cápita- importar carne.
Además, en nuestro país, se producirán alrededor de 36 millones de toneladas de granos menos que en la campaña anterior, lo que hace que la Argentina deje de recibir entre 15 y 18 mil millones de dólares, con el consabido efecto que eso trae en la economía nacional, que se había levantado luego de la crisis del 2001 en base a la producción rural.
Cifras del retroceso
- 37.000 millones de dólares se fugaron del país en el último año y medio
- 6,6% cayó la producción industrial en el mes de marzo
- 30% es lo que se estima que caerá la producción automotriz en el 2009-05-06
- 46% se redujo el ingreso de camiones a las terminales portuarias de Rosario
- 36.000 millones menos de toneladas de granos menos se produjeron este año con respecto al 2008
- 13,3% descendieron las ventas minoristas en abril
- 29,4% se extendió el gasto público en el primer trimestre del año
- 100.000 son los puestos de trabajo que están peligrando su continuidad en estos momentos
Las ventas de los comercios minoristas cayeron en abril 13,3% respecto de igual mes del año pasado, y es el octavo mes consecutivo de retracción en el sector, informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La caída acumulada en el primer cuatrimestre fue del 13,7% interanual. El informe de CAME destaca que "la dispersión de pronósticos políticos y económicos continúa incentivando el ahorro en detrimento del consumo, y el público no quiere endeudarse y sigue gastando lo necesario".
La caída en las ventas que comenzaron a sufrir a fines del año pasado las concesionarias de autos, las inmobiliarias y las tiendas de electrodomésticos ahora se extendió al consumo masivo. De acu erdo con un relevamiento privado, en marzo, las ventas de alimentos, bebidas, limpieza y tocador registraron una baja promedio del 1,6%, lo que contrasta con las subas que se habían registrado en enero y en febrero, lo que significa la primera caída en este rubro desde el año 2003.
La desocupación aumenta en forma veloz, y las empresas que se van del país (caso Mahle en Rosario), o las que suspenden o echan personal se agranda día a día, levantando las quejas no sólo de los trabajadores sino del país en general, que ve como las expectativas de crecer en un país próspero y con oportunidad e igualdad para todos se aleja, dando paso a un futuro sombrío con pocas expectativas de crecimiento.< /font>
A pesar de todas estas cifras que dan muestra de un gran deterioro en el andamiaje económico de nuestro país, el gobierno sigue sin dar respuestas claras a los pedidos de la gente de darle soluciones rápidas y efectivas a sus problemas. La gente la está pasando mal en su vida diaria, no pudiendo llegar a fin de mes con sus sueldos, y ven como las cosas aumentan de precio semana a semana sin que se vea una esperanza en un futuro cercano de que la situación va a cambiar.
El kirchnerismo, en vez de escuchar el clamor popular para que se normalice la situación del INDEC y las patotas que se le adjudican al Secretario de Comercio dejen los espacios públicos, se garantiza en el cargo a Moreno y todas sus acciones. En vez de plegarse al resto del mundo con políticas claras en materia de política económica, que incluya a todos los sectores de la sociedad para dar un mayor bienestar a los argentinos, se sigue aliando a Chávez y repudiando en todo acto a los organismos internacionales. En lugar de seguir las medidas que han dado resultado en Brasil o Chile, se sigue apelando a viejas recetas que no han dado resultado en ningún lugar del mundo, o lo que es peor, a nuevas recetas de las que nadie sabe cuál será su resultado.
Cada vez es más difícil llegar a fin de mes para cualquier ciudadano, ya que la plata rinde cada día que pasa menos y hay que hacer verdaderos malabares para llevar el pan a la mesa. Pero a todo esto que se advierte ni bien se sale a la calle y se habla con las personas, el gobierno parece no comprenderlo y niega hasta el final que el país sufra los efectos del descalabro económico mundial.
Todos estos hechos no hacen más que mostrar la ceguera y la soberbia con la que el gobierno nacional se mueve en materia de economía, creyendo tener todas las soluciones para los problemas de los argentinos, mientras la situación del país se dirige barranca abajo, con una situación social cada vez más candente, que hace que el mal humor de la gente pueda llegar a poner en riesgo el futuro inmediato del gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
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