Pechi Quiroga entrevistado por Ana Paula Urbano en Radio Gregorio Alvarez.- - Piedra OnLine

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jueves, 28 de mayo de 2009

Pechi Quiroga entrevistado por Ana Paula Urbano en Radio Gregorio Alvarez.-


Hoy visito Piedra del Águila el candidato a Diputado Nacional Horacio "Pechi" Quiroga. El radical hizo su ingreso a Radio Gregorio Alvarez a media mañana, con una sonrisa mÔs de amistad que de campaña política. Demostró en su corta estadía que la radio es su casa y de la misma manera se sumó a una charla con mates de por medio. Habló de todo, hizo bromas, recordó reportajes hechos en otro momentos en la radio, vaticinó un éxito en las elecciones, dijo que las encuestas le dan por encima de Brillo (MPN), y que no se va a olvidar de la localidad si gana. Se sometió de lleno al Periodismo Cívico; donde el periodista pregunta lo que quiere y participa, y el entrevistado responde lo que quiere... y participa. (incitar al cambio es el objetivo bÔsico de periodismo cívico)


El periodismo cĆ­vico
By pablodonadio

Hace unos aƱos publiquƩ una charla del escritor espaƱol Carlos Ɓlvarez Teijeiro -en ese entonces profesor de la Universidad Austral- con motivo del relanzamiento de Carta Abierta, diario en el que (no siempre de acuerdo) escribƭ. Algunas de sus palabras me dejaron pensando largo tiempo. Esto decƭa.

Una cuestión de todos

Con humor y profundidad, el autor de “Fundamentos Teóricos del Public Journalism” expuso su obra ante mĆ”s de doscientas cincuenta personas.

“El periodismo cĆ­vico no es fundamentalmente un conjunto de prĆ”cticas profesionales periodĆ­sticas nacidas en un momento histórico puntual, sino una filosofĆ­a, una idea, acerca de quĆ© papel debiera desempeƱar el periodismo en una sociedad democrĆ”tica. Hoy competimos en este acto con el estreno de la pelĆ­cula Troya, (con mucho mĆ”s Ć©xito que ella seguramente…) y eso me lleva a recordar que la idea de periodismo cĆ­vico si bien es un movimiento nacido en los Estado Unidos a fines de los ´80, es una idea vieja como la historia misma.

Hace 2.500 aƱos Pericles tuvo que hablar a sus conciudadanos atenienses para alentarlos a participar de una guerra crucial que libraba la democrĆ”tica Atenas, frente a Esparta, un gobierno no democrĆ”tico. En esa arenga, decĆ­a que no consideraba inofensivos sino, idiotas, una palabra griega muy fuerte, a aquellos que no se interesan por las cuestiones pĆŗblicas. Idiota, en el fondo significa “la vida de la persona que decide vivir privadamente”. Y si hay algo que estĆ” asociado a los orĆ­genes del periodismo, pretensión traicionada en los Ćŗltimos tres siglos, es que estos tendrĆ­an como una de sus misiones fundamentales lograr que el espacio pĆŗblico de la democracia fuera un lugar de encuentro, y la opinión pĆŗblica lo que quedarĆ­a de ello.

Hoy vivimos en un mundo de simulacros de la opinión pública, donde ésta ha sido traicionada en nombre de la opinión publicada y el reino de la encuesta. Por eso Carta Abierta nace con esta voluntad, y con el ejercicio que entiende a la política como interés solidario por lo público.

Al argentino se lo suele acusar de mirarse mucho el ombligo, y yo creo que deberíamos mirÔrnoslo aún mÔs. El ombligo es el único rasgo que existe en nuestro cuerpo de nuestra dependencia original. Hemos venido al mundo dependiendo y esta es una huella de que ser persona no es ese individuo del neoliberalismo al que no le importa en lo mÔs mínimo la suerte de los demÔs. Ser persona es descubrir que dependemos de otros y que la sociedad debemos construirla todos. Termino con la bellisima novela de Albert Camus, Peste, que refiere a una peste que transcurre en una ciudad del norte de África. En ese momento de crisis creado por la peste, interactúan distintos personajes, como un médico agnóstico, un sacerdote católico y un periodista. El periodista, no se siente involucrado con la situación y dice: mi vida estÔ en París, donde me espera mi novia y mis cuestiones. Yo quisiera irme. A pesar de que quienes conviven con él no estÔn de acuerdo, gestionan su retorno. Cuando el periodista estÔ a punto de abandonar la ciudad cambia abruptamente de opinión, y allí hay un dialogo precioso con el médico que le pregunta por qué ha decidido quedarse. El periodista responde: he cambiado de opinión porque si me voy me daría vergüenza. El doctor le dice entonces: pero a nadie puede avergonzarle elegir la felicidad, y este contesta: sí, pero puedo avergonzarme de ser feliz yo sólo.

El gran descubrimiento antropológico y filosófico del periodismo cĆ­vico es la idea de que no sólo no estarĆ­a bien, sino que serĆ­a imposible ser felices solos. Lo que hagamos en la vida pĆŗblica depende de la suerte, buena o mala, de nuestros semejantes y como dice un verso que tanto me gusta hay algunas cosas que nos conciernen extraƱamente, que confĆ­an en que nosotros, los mĆ”s perecederos, podamos salvarlas. Creo que la vida pĆŗblica no nos concierne en forma perecedera sino de manera verdaderamente importante y que la gran responsabilidad del periodismo y los ciudadanos es tratar de que entre todos, el mundo sea un lugar mucho mĆ”s habitable”.

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