"Sobre cortes de ruta y tomas en Junín de los Andes" ATEN pide reflexionar - Piedra OnLine

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jueves, 29 de octubre de 2009

"Sobre cortes de ruta y tomas en Junín de los Andes" ATEN pide reflexionar

"En algunos comercios está circulando una nota anónima en la que se invita a firmar a los vecinos cuyo titulo es “El respeto, base de la convivencia”. En el petitorio se exige a las autoridades a no quedarse inmóviles frente los cortes de ruta y las tomas que se han sucedido en el transcurso de esta año en la localidad. Al leer la misma, nos surgen las siguientes reflexiones que quisiéramos compartir con ustedes" dice ATEN en un comunicado.
La nota de carácter anónimo sostiene que en la actualidad los derechos humanos solo protegen a una minoría de 100 personas que infligen la ley a través de las tomas y cortes de ruta.
En primer lugar, el respeto debería empezar por los autores del petitorio, firmándolo o aclarando quienes son los que llevan adelante esta iniciativa.
En segundo lugar, al mencionar los derechos humanos, es interesante recordar cuáles derechos debe garantizarnos el Estado. Debe garantizar los derechos humanos, tanto civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, pero vamos hacer hincapié en los económicos y sociales, que son los que el Estado vulnera con mayor frecuencia. Los derechos económicos son aquellos que posibilitan a las personas tener las condiciones necesarias para vivir dignamente. (trabajo digno, por ej). Si bien el Estado debe garantizar las obligaciones mínimas de manera inmediata (por ejemplo erradicar la mortalidad infantil, garantizar el acceso a la atención médica primaria, erradicar el analfabetismo) Recordemos que los derechos humanos son indivisibles, interdependientes, e integrales. Los estados no pueden ampararse en circunstancias económicas para justificar su violación.

Los derechos sociales garantizan a la personas un desarrollo en sociedad. El derecho a la salud, a la educación, a la seguridad social, son algunos de ellos..

Es decir que los Derechos económicos, sociales y culturales exigen con frecuencia una acción decisiva del Estado para su protección y desarrollo.

Los DESC implican una preocupación esencial por los grupos más vulnerables, como aquellos menos favorecidos económicamente y, de esta manera, la decisión de promoción de estos derechos corresponde al campo de las políticas económicas y las políticas sociales. Por lo tanto el problema no son las y los vecinos que ante el incumplimiento de los Derechos antes mencionados deciden tomar medidas de acción directa que llamen la atención tanto al Poder Ejecutivo Provincial como Municipal; el real y verdadero problema y que el petitorio dirigido a las autoridades no menciona es que el gobierno provincial no da soluciones a profundos problemas que esperan ser resueltos: hay miles de subsidios por desempleo y programas que no se pagan y que en algunos casos registran atrasos en los pagos de hasta 5 meses -en este caso sí es verdaderamente perverso que a los que menos cobran se les pague con semanas de atraso-; miles de personas enfermas no encuentran cobertura en el sistema público de salud, otros tantas afiliadas al Instituto de Seguridad Social de Neuquén (ISSN) tampoco; comunidades originarias y campesinas amenazadas con ser desalojadas para dar lugar a empresas petroleras, mineras y grandes terratenientes.

Por otra parte, el mismo Intendente ha sostenido en reiteradas oportunidades que hace 10 años que no se construyen casas en Junín y en cuanto al empleo la situación es aun peor. Sumado a esto los reiteradas enfrentamientos entre ministros del gabinete provincial y las autoridades municipales y entre ellos entre sí, que sin duda tampoco ayudan a resolver la grave crisis socioeconómica que atraviesa nuestra localidad y la provincia toda, ocasionadas por una política llevada adelante por el partido – estado que tiene más de 40 años y que encuentra totalmente agotada.

Ante esta realidad, falta de vivienda digna, trabajo genuino, asistencia social , salud y educación pública; el corte de ruta suele ser la medida extrema tomada luego de intentar todos los otros caminos. Ahora bien, pretender que dicha protesta no moleste es al menos una ingenuidad. La medida extrema tiene en su concepción, ante todo, molestar para ser escuchado, para hacer visible la denuncia de un derecho esencial vulnerado. Los cortes de ruta son entonces la materialización de la lucha y el escenario donde se visualizan las necesidades de un sector de los trabajadores expulsados del circuito productivo por el capitalismo, caracterizada por la exclusión de grandes masas de la población. Los desocupados, los nuevos (los jóvenes que todavía no trabajaron nunca por que no encuentran trabajo) y los viejos desocupados (obreros de la construcción, de la explotación petrolera, ex trabajadores del Estado, etc.) son los grandes protagonistas de esta historia, de esta lucha todavía en construcción. Por otra parte se palpa un fuerte sentimiento de injusticia vivida por los pobres, los excluidos del sistema, que entienden que las políticas económicas sólo han beneficiado a los que más tienen. Una población que ya casi no cree en nadie, víctima de tantas ofertas incumplidas, al amparo de la fácil demagogia y el marketing electoral. En definitiva, qué obligación tienen cientos o miles de personas de obedecer el derecho (positivo, sancionado) si éste no sólo los excluye sino que además atenta y viola sus propios derechos humanos.

Y con respecto a la frase “la irritante muletilla no criminalizar la protesta” a la que hace referencia el texto y que provoca tanta molestia, lamentablemente podemos afirmar que sí se criminaliza la protesta o se judicializa la pobreza; basta con solo diferenciar quienes pueblan las cárceles y quienes son los miles de procesados por reclamar por sus derechos y quiénes son los que permanecen impunes a pesar de cometer grandes negociados o ser autores ideológicos de asesinatos contra trabajadores, amparándose en la inmunidad que les da el poder político y empresarial.

Para finalizar estas breves reflexiones queremos terminar citando al gran poeta y revolucionario cubano José Martí quien decía que “Los derechos se tienen cuando se los ejerce” y los integrantes de la Comisión Directiva de ATEN tenemos una concepción de sindicato clasista, es decir que no solo reclamamos por mejores derechos laborales y salariales para nuestro sector, sino que además como organización tenemos un claro compromiso de acompañar los reclamos que realicen otros trabajadores, sean desocupados, o sin acceso a la tierra y a la vivienda (como ocurre con tantas trabajadoras y trabajadores de la educación) o nuestros peñi mapuche que reclaman por sus derechos ancestrales en su territorio, a los estudiantes, entre otros..
Esta posición no la abandonaremos por que tenemos la firme convicción de que el pueblo unido jamás será vencido.

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