Comunicarse no es simplemente contarle a otro lo que nos surge en medio de la mente. - Piedra OnLine

InformaciĆ³n del Mundo

miƩrcoles, 25 de noviembre de 2009

Comunicarse no es simplemente contarle a otro lo que nos surge en medio de la mente.

El poder de la ComunicaciĆ³n.
Comunicarse no es simplemente contarle a otro lo que nos surge en medio de la mente.
No es pasarle, en un bombardeo, el tumulto de ideas que brotan instante a instante de nuestro cerebro.
No es vomitar, caos o dudas con palabras que generen desuniĆ³n y separabilidad, que lastimen.
No es continuamente criticar y enjuiciar, ni descalificar a los otros mostrando la propia versiĆ³n como mĆ”s hermosa, quedando “responsablemente” afuera del problema luego de mostrar una bellĆ­sima capacidad de anĆ”lisis.
Comunicarse no es compartir las fantasĆ­as terrorĆ­ficas de cosecha propia, los propios perjuicios, los miedos personales sumando aliados a la propia creencia.
No es alarmar a los otros convidando los propios miedos.
Ante todos somos seres sensibles con un cuerpo y emociones, que siempre estĆ”n presentes en un espacio de comunicaciĆ³n.
Que nuestros pensamientos o ideas, no son los Ćŗnicos que intercambiamos cada vez que nos comunicamos.
Recordemos que una idea que emitimos va a ser recibida por otro ser que siente antes que nada.
Tenemos que respetar nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, nuestra sensibilidad, no somos grabadores que se encienden en el momento de un encuentro. Nuestros sentimientos, y nuestro cuerpo tambiĆ©n necesitan espacio, silencio, necesitan lugar en la comunicaciĆ³n.
El saludo los, los abrazos, los besos, las caricias, la sonrisa, la cortesĆ­a, la hospitalidad, algĆŗn alimento o bebida reparadora, el relajarse, un ambiente de bienestar, comunicaciĆ³n calma, relajaciĆ³n y confianza, para entonces, reciĆ©n comenzar, sin apuros, a contarnos alguna idea mĆ”s exquisita, mĆ”s amorosa, mĆ”s cĆ”lida. Y sobre todo mĆ”s digna de compartir, que no lastime la sensibilidad del otro.
Nuestra sensibilidad estĆ” alterada por el vĆ©rtigo de la informaciĆ³n, olvidando el efecto que provoca, anestesia los otros Ć³rganos de la comunicaciĆ³n que poseemos saber: el cuerpo y el corazĆ³n.
RecordƩmoslo: Nuestra palabra la reciben con seres con sensibilidad, no mƔquinas. CuidƩmosla.

La comunicaciĆ³n es eficaz no solo pasa por la cabeza, tambiĆ©n nuestro corazĆ³n escucha.

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