A pesar de la demora en el comienzo del concierto, Dave Mustaine y sus huestes brindaron nuevamente en Argentina una lección de verdadero trash-heavy metal, ante un Luna Park colmado.Vídeo del deslumbrante espectáculo. Ver Videos y Audios relacionados.
Buenos Aires.- Alrededor de 10 mil personas vivaron a sus ídolos a pesar de la hora y media de demora que tuvo el show, pero en el recital y luego de problemas de sonido que no pusieron de buen humor al "colo" (Mustaine), todo tomó un rumbo del más puro metal del mejor estilo de Megadeth.
El "Mustaine, Mustaine" o el "aguante Megadeth" bajó desde las populares hasta el campo, y el pretexto de la presentación de su más reciente álbum "Endgame" pasó a segundo plano, porque los clásicos sonaron en el Luna y la euforia fue creciendo con el correr de las canciones, y no se dejó de lado el festejo de los 20 años de la placa "Rust in peace", uno de los discos emblemáticos del grupo.
Subsanado el problema de sonido y luego de las disculpas del vocalista y violero, quien luego de los tres primeros temas se había retirado del escenario, el clima fue creciendo y los riffs de su guitarra, magistralmente secundado por la batería de Shawn Drover, la segunda guitarra de Chris Broderick y el bajo de James Lomenzo, cumplió con el objetivo primario de "fiesta" del heavy en Buenos Aires.
De ahí en mas temas como "Endgame", "This day we fight, "In my darkest hour", "Holy wars" y el aplanador sonido de "Hangar 18", marcaron el clima del concierto que en todo momento contó con el coro del público.
Luego le siguen esos clásicos de los cuales no pueden faltar en cada show de la banda californiana en un escenario como "Take no prisioners", "Five magic", "Tornado of souls" y "Poison was the cure".
Habían pasado ya poco más de una hora y media y el show parecía recién comenzado, pero como "todo tiene un final, todo termina", la última parte del concierto estuvo marcada por los tiempos de "A tout le monde", "Simphony of destruction" (con el delirio de los presentes), "Trust" y "Peace sells", que en definitiva fue lo último que se escuchó, porque los bises no llegaron.
Dave Mustaine volvió a demostrar su carisma, la banda a pesar de los primeros inconvenientes de sonido, tocó a pleno y la historia dirá que Megadeth volvió a la Argentina con la promesa de "volver pronto", como declamó el "colo" en el final.
Como telonero tocó O`Connor y su banda, y a pesar de la impaciencia de los presentes, el ex integrante de emblemáticas bandas del heavy nacional como Hermética y V8, logró finalmente ser respetado y aprobó su paso por el Luna.
Buenos Aires.- Alrededor de 10 mil personas vivaron a sus ídolos a pesar de la hora y media de demora que tuvo el show, pero en el recital y luego de problemas de sonido que no pusieron de buen humor al "colo" (Mustaine), todo tomó un rumbo del más puro metal del mejor estilo de Megadeth.
El "Mustaine, Mustaine" o el "aguante Megadeth" bajó desde las populares hasta el campo, y el pretexto de la presentación de su más reciente álbum "Endgame" pasó a segundo plano, porque los clásicos sonaron en el Luna y la euforia fue creciendo con el correr de las canciones, y no se dejó de lado el festejo de los 20 años de la placa "Rust in peace", uno de los discos emblemáticos del grupo.
Subsanado el problema de sonido y luego de las disculpas del vocalista y violero, quien luego de los tres primeros temas se había retirado del escenario, el clima fue creciendo y los riffs de su guitarra, magistralmente secundado por la batería de Shawn Drover, la segunda guitarra de Chris Broderick y el bajo de James Lomenzo, cumplió con el objetivo primario de "fiesta" del heavy en Buenos Aires.
De ahí en mas temas como "Endgame", "This day we fight, "In my darkest hour", "Holy wars" y el aplanador sonido de "Hangar 18", marcaron el clima del concierto que en todo momento contó con el coro del público.
Luego le siguen esos clásicos de los cuales no pueden faltar en cada show de la banda californiana en un escenario como "Take no prisioners", "Five magic", "Tornado of souls" y "Poison was the cure".
Habían pasado ya poco más de una hora y media y el show parecía recién comenzado, pero como "todo tiene un final, todo termina", la última parte del concierto estuvo marcada por los tiempos de "A tout le monde", "Simphony of destruction" (con el delirio de los presentes), "Trust" y "Peace sells", que en definitiva fue lo último que se escuchó, porque los bises no llegaron.
Dave Mustaine volvió a demostrar su carisma, la banda a pesar de los primeros inconvenientes de sonido, tocó a pleno y la historia dirá que Megadeth volvió a la Argentina con la promesa de "volver pronto", como declamó el "colo" en el final.
Como telonero tocó O`Connor y su banda, y a pesar de la impaciencia de los presentes, el ex integrante de emblemáticas bandas del heavy nacional como Hermética y V8, logró finalmente ser respetado y aprobó su paso por el Luna.
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