Antonio Vizintin, uno de los 16 sobrevivientes del trágico accidente de los Andes, dio una conferencia para la comunidad barilochense y expresó: "Dios nos dio un curso en la montaña y yo se los trasmito a ustedes”. Reconoció que la sobrevivencia no fue producto de un milagro, sino que fue resultado de la lucha constante frente a las adversidades que les entregaba la montaña. Antonio Vizintin, uno de los 16 sobrevivientes del trágico accidente de los Andes, dio una conferencia para la comunidad barilochense. El encuentro fue organizado por la Unión de Rugby de los Lagos del Sur y fue auspiciado por la Secretaria de Turismo de la Municipalidad de Bariloche.
“Tin-tin” a través de un minucioso relato describió los 73 días que duró su permanencia en la montaña: el inevitable accidente, la pérdida de seres queridos, la tensión con la que vivía, el conocimiento que los daban por perdidos, y la difícil decisión de la antropofagia. En este sentido, reconoció que la sobrevivencia no fue producto de un milagro, sino que fue resultado de la lucha constante frente a las adversidades que les entregaba la montaña.
También, hizo hincapié en la importancia de la educación basada en valores, en el aprendizaje del rugby que ayudó a la toma de decisiones, el liderazgo, la solidaridad, y el trabajo en equipo que desarrollaron en la montaña y que fueron determinantes para transitar las contrariedades de la cordillera.
Por otra parte, Vizintin realizó un paralelismo entre el accidente y las vicisitudes de la vida cotidiana: “todos tenemos nuestra propia cordillera”, señalando que cualquier meta puede ser alcanzada, y que las crisis pueden ser superadas; dejando en claro la preponderancia de la voluntad y la creencia en el desarrollo de nuestras capacidades para alcanzar aquello que se desea.
El encuentro tuvo una gran concurrencia y sobre el final Roberto Sabato en representación del Secretario de Turismo, Daniel González, entregó unos presentes y agradeció las palabras brindadas por Vizintin.
“Tin-tin” a través de un minucioso relato describió los 73 días que duró su permanencia en la montaña: el inevitable accidente, la pérdida de seres queridos, la tensión con la que vivía, el conocimiento que los daban por perdidos, y la difícil decisión de la antropofagia. En este sentido, reconoció que la sobrevivencia no fue producto de un milagro, sino que fue resultado de la lucha constante frente a las adversidades que les entregaba la montaña.
También, hizo hincapié en la importancia de la educación basada en valores, en el aprendizaje del rugby que ayudó a la toma de decisiones, el liderazgo, la solidaridad, y el trabajo en equipo que desarrollaron en la montaña y que fueron determinantes para transitar las contrariedades de la cordillera.
Por otra parte, Vizintin realizó un paralelismo entre el accidente y las vicisitudes de la vida cotidiana: “todos tenemos nuestra propia cordillera”, señalando que cualquier meta puede ser alcanzada, y que las crisis pueden ser superadas; dejando en claro la preponderancia de la voluntad y la creencia en el desarrollo de nuestras capacidades para alcanzar aquello que se desea.
El encuentro tuvo una gran concurrencia y sobre el final Roberto Sabato en representación del Secretario de Turismo, Daniel González, entregó unos presentes y agradeció las palabras brindadas por Vizintin.
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