Jorge Sobisch, el candidato a presidir el MPN por la Lista Blanca, explicó su motivación para estas elecciones y su eventual candidatura a gobernador, en el “compromiso” tras 50 años. Dijo que a los gremios estatales les interesa que “permanezca el actual modelo”. Su posición frente al momento que vive Neuquén, en un reportaje hecho por periodistas de este diario. Jorge Sobisch: al modelo actual
Jorge Sobisch es el candidato a presidir el MPN por la Lista Blanca. Llega a esta instancia de su vida política después de haber sido intendente de la capital provincial y tres veces gobernador. Quiere comandar el partido, dice, para fortalecerlo y recuperar un “modelo” que sugiere se ha perdido, cediendo ante presiones sindicales y arriando banderas en la discusión federal con Nación. Y quiere ser candidato a gobernador en 2011, porque entiende que es “un compromiso ineludible”.
Lo que sigue es parte de una charla que mantuvo el candidato con periodistas de este diario:
¿Qué se juega en concreto para el partido en esta elección?
Sacando las elecciones por cargos electivos, esta es la más importante que hay en la provincia este año, y es tan importante, que están participando distintos sectores, incluso por fuera del MPN, sobre todo los sindicatos estatales, haciendo una campaña salvaje en contra mía. Les interesa que el modelo político que les ha cedido, y concedido, permanezca. Pero lo único que plantean es subir la masa salarial, para tener mayor poder.
¿Qué modelos se enfrentan, por lo tanto?
Está en discusión un modelo, el del gobierno provincial, que no le va bien, porque Neuquén está en emergencia política, que es una emergencia que repercute en todo, en lo social, en lo económico; y está el modelo que representa un MPN fuerte, con presencia política en todos los rincones de la provincia, con sus banderas históricas bien altas, no en contra del gobierno nacional, pero sí en defensa irrestricta de sus derechos.
¿Ubica a la Lista Celeste en alguno de estos modelos?
No, la celeste habla de gente nueva y renovación, y nosotros hablamos de fortaleza, convicción en el reclamo a Nación. Y la Naranja, directamente habla de compartir el gobierno con el gobierno nacional.
Para dar un ejemplo: ¿Qué pasó con el 82 por ciento móvil? ¿Qué se supone que debería haber hecho un legislador del MPN? Debería haber seguido el mandato de nuestra Constitución, bajar al recinto y votar. Esto demuestra que hay un choque entre lo que hemos defendido toda la vida, el 82 por ciento para nuestros jubilados, lo hemos defendido y mantenido en nuestra Constitución de Neuquén, incluso en la reforma constitucional. No hay duda, no debería haberla.
¿La provincia está bien, regular o mal, según su visión?
No es mi visión, yo opino en función de lo que sale en los informes del ministerio de Economía. El año pasado faltó plata, este año seguirá faltando. No está bien.
Bueno, esa es una parte de la realidad, pero…
Si a su vez incrementamos la masa salarial tres veces, y obligamos así a los municipios también a aumentarla, por efecto cadena, si pasamos de poco más de 1600 millones (de masa salarial) a lo de hoy, que rondamos los 4.400 millones pesos, eso hace que la plata que entra a la provincia se va en su mayoría en sueldos, no queda plata para otra cosa.
Para acceder al Plan de Financiamiento nacional, se les pide a las provincias resignar juicios en marcha ¿qué opina?
Algunos dicen que son juicios iniciados por mí, “son juicios de Sobisch”, dicen. Pero son juicios de la provincia, iniciados por la Fiscalía de Estado. ¿Estaba mal entonces, o está mal ahora? A mí me informaron que no se cumplía con lo que nos tenían que pagar por regalías, e inicié las acciones para cobrar. ¿Por qué ahora no deberíamos recuperar lo que es nuestro? Esto no se entiende. Para entrar en un plan de financiamiento, que nadie sabe si lo van a cumplir, hay que ceder lo que legítimamente nos corresponde…
¿Cómo ve los indicadores económicos y sociales en Neuquén?
En el ‘99 arrancamos con 23 por ciento de desocupación. Nos fuimos (del gobierno) con 3.5 ó 4. Ese (el desempleo) es el índice más importante que hay que tener en cuenta. Al haber falta de trabajo, se aumentan todos los demás índices, porque todo está relacionado con el trabajo. También, lógicamente, la pobreza.
Las perspectivas no son muy buenas, si se tiene en cuenta por ejemplo la caída de reservas de petróleo y gas ¿no cree?
Hay que empezar por afirmar que no se dice la verdad. Las reservas caen porque no se hacen inversiones. Y estas inversiones no se hacen porque no se paga el precio de gas que debería pagarse. Cuando yo me peleaba, no era contra el gobierno nacional, no era porque no me cayera simpático Kirchner, sino que era porque teníamos razón en defender un mejor precio para la provincia.
¿Cuál es su motivación para volver, para eventualmente pensar en ser candidato a gobernador de la provincia?
Lo asumo desde el compromiso que tengo con el MPN y con la sociedad neuquina. Yo soy fundador del partido, como oyente, porque acompañe a mi padre cuando tenía 17 años, y mi padre, Carlos Sobisch, fue vicepresidente del partido. A mí me dio mucho el partido, voy a cumplir 50 años de mi vida con el MPN justo cuando cumpla esa edad el propio partido. Y con la sociedad neuquina…tengo una intendencia, tres períodos como gobernador, ese es un compromiso ineludible. Esa es mi motivación: el compromiso ineludible para defender las cosas en las que creo, para defender al partido político más fuerte de la provincia.
Si a esto le agrego que llego al partido sin más compromisos que con los afiliados, que llego sin rencores, mirando el pasado para seguir aprendiendo…y con la convicción de convocar a todos el día después de la interna, para decirle a la sociedad quién son los responsables de la emergencia política que estamos viviendo…creo que tengo razones más que suficientes.
Yo puedo denunciar el abuso de los gremios, como presidente del partido. O demostrar, sin atacar a nadie, cómo las escuelas se han convertido en centros ideológicos del discurso de las corporaciones, utilizando argumentos que nada tienen que ver con la escuela pública.
Es un lugar común de la política neuquina decir que a usted le puede ir bien en una interna, pero que en la general no, porque su imagen está muy dañada ¿qué dice usted?
No conozco a ningún dirigente en la Argentina que gane una interna y salga debilitado hacia afuera. La encuesta (en referencia a la hecha por Poliarquía, encargada y publicada por el diario Río Negro) y algunas opiniones me resultan muy simpáticas, nada más, tienen una visión sesgada de la realidad.
¿Implica lo que ha dicho la seguridad de que puede ganar la interna?
No sería serio si me presentara a una interna para perderla. Le estaría haciendo el juego a alguien. Pero bueno, siempre dije que las elecciones se ganan el domingo, después de las 6 de la tarde. Hasta ese momento…
Usted habla de convocar a todos tras la interna ¿qué haría con las otras fuerzas políticas?
Lo primero que hay que hacer es fortalecer el partido. Después de un tiempo, puede dar como resultado algún tipo de opciones. Pero en mi propuesta de hoy, no está esta alternativa. Primero hay que recuperar la identidad partidaria, hacer una separación muy clara entre lo que es el gobierno y lo que es el partido.
Voy a recorrer la provincia gestionando un modelo ya ensayado y ejecutado, que es juntarse con la gente, ir a cada localidad y no solo reunirse con dirigentes sectoriales, sino hacer reuniones con 20, 30 personas en cada casa de familia, para saber directamente realidades concretas de la gente: así vamos creando pequeños núcleos o grupos de trabajo, que son los que fortalecerán al partido.
Jorge Sobisch es el candidato a presidir el MPN por la Lista Blanca. Llega a esta instancia de su vida política después de haber sido intendente de la capital provincial y tres veces gobernador. Quiere comandar el partido, dice, para fortalecerlo y recuperar un “modelo” que sugiere se ha perdido, cediendo ante presiones sindicales y arriando banderas en la discusión federal con Nación. Y quiere ser candidato a gobernador en 2011, porque entiende que es “un compromiso ineludible”.
Lo que sigue es parte de una charla que mantuvo el candidato con periodistas de este diario:
¿Qué se juega en concreto para el partido en esta elección?
Sacando las elecciones por cargos electivos, esta es la más importante que hay en la provincia este año, y es tan importante, que están participando distintos sectores, incluso por fuera del MPN, sobre todo los sindicatos estatales, haciendo una campaña salvaje en contra mía. Les interesa que el modelo político que les ha cedido, y concedido, permanezca. Pero lo único que plantean es subir la masa salarial, para tener mayor poder.
¿Qué modelos se enfrentan, por lo tanto?
Está en discusión un modelo, el del gobierno provincial, que no le va bien, porque Neuquén está en emergencia política, que es una emergencia que repercute en todo, en lo social, en lo económico; y está el modelo que representa un MPN fuerte, con presencia política en todos los rincones de la provincia, con sus banderas históricas bien altas, no en contra del gobierno nacional, pero sí en defensa irrestricta de sus derechos.
¿Ubica a la Lista Celeste en alguno de estos modelos?
No, la celeste habla de gente nueva y renovación, y nosotros hablamos de fortaleza, convicción en el reclamo a Nación. Y la Naranja, directamente habla de compartir el gobierno con el gobierno nacional.
Para dar un ejemplo: ¿Qué pasó con el 82 por ciento móvil? ¿Qué se supone que debería haber hecho un legislador del MPN? Debería haber seguido el mandato de nuestra Constitución, bajar al recinto y votar. Esto demuestra que hay un choque entre lo que hemos defendido toda la vida, el 82 por ciento para nuestros jubilados, lo hemos defendido y mantenido en nuestra Constitución de Neuquén, incluso en la reforma constitucional. No hay duda, no debería haberla.
¿La provincia está bien, regular o mal, según su visión?
No es mi visión, yo opino en función de lo que sale en los informes del ministerio de Economía. El año pasado faltó plata, este año seguirá faltando. No está bien.
Bueno, esa es una parte de la realidad, pero…
Si a su vez incrementamos la masa salarial tres veces, y obligamos así a los municipios también a aumentarla, por efecto cadena, si pasamos de poco más de 1600 millones (de masa salarial) a lo de hoy, que rondamos los 4.400 millones pesos, eso hace que la plata que entra a la provincia se va en su mayoría en sueldos, no queda plata para otra cosa.
Para acceder al Plan de Financiamiento nacional, se les pide a las provincias resignar juicios en marcha ¿qué opina?
Algunos dicen que son juicios iniciados por mí, “son juicios de Sobisch”, dicen. Pero son juicios de la provincia, iniciados por la Fiscalía de Estado. ¿Estaba mal entonces, o está mal ahora? A mí me informaron que no se cumplía con lo que nos tenían que pagar por regalías, e inicié las acciones para cobrar. ¿Por qué ahora no deberíamos recuperar lo que es nuestro? Esto no se entiende. Para entrar en un plan de financiamiento, que nadie sabe si lo van a cumplir, hay que ceder lo que legítimamente nos corresponde…
¿Cómo ve los indicadores económicos y sociales en Neuquén?
En el ‘99 arrancamos con 23 por ciento de desocupación. Nos fuimos (del gobierno) con 3.5 ó 4. Ese (el desempleo) es el índice más importante que hay que tener en cuenta. Al haber falta de trabajo, se aumentan todos los demás índices, porque todo está relacionado con el trabajo. También, lógicamente, la pobreza.
Las perspectivas no son muy buenas, si se tiene en cuenta por ejemplo la caída de reservas de petróleo y gas ¿no cree?
Hay que empezar por afirmar que no se dice la verdad. Las reservas caen porque no se hacen inversiones. Y estas inversiones no se hacen porque no se paga el precio de gas que debería pagarse. Cuando yo me peleaba, no era contra el gobierno nacional, no era porque no me cayera simpático Kirchner, sino que era porque teníamos razón en defender un mejor precio para la provincia.
¿Cuál es su motivación para volver, para eventualmente pensar en ser candidato a gobernador de la provincia?
Lo asumo desde el compromiso que tengo con el MPN y con la sociedad neuquina. Yo soy fundador del partido, como oyente, porque acompañe a mi padre cuando tenía 17 años, y mi padre, Carlos Sobisch, fue vicepresidente del partido. A mí me dio mucho el partido, voy a cumplir 50 años de mi vida con el MPN justo cuando cumpla esa edad el propio partido. Y con la sociedad neuquina…tengo una intendencia, tres períodos como gobernador, ese es un compromiso ineludible. Esa es mi motivación: el compromiso ineludible para defender las cosas en las que creo, para defender al partido político más fuerte de la provincia.
Si a esto le agrego que llego al partido sin más compromisos que con los afiliados, que llego sin rencores, mirando el pasado para seguir aprendiendo…y con la convicción de convocar a todos el día después de la interna, para decirle a la sociedad quién son los responsables de la emergencia política que estamos viviendo…creo que tengo razones más que suficientes.
Yo puedo denunciar el abuso de los gremios, como presidente del partido. O demostrar, sin atacar a nadie, cómo las escuelas se han convertido en centros ideológicos del discurso de las corporaciones, utilizando argumentos que nada tienen que ver con la escuela pública.
Es un lugar común de la política neuquina decir que a usted le puede ir bien en una interna, pero que en la general no, porque su imagen está muy dañada ¿qué dice usted?
No conozco a ningún dirigente en la Argentina que gane una interna y salga debilitado hacia afuera. La encuesta (en referencia a la hecha por Poliarquía, encargada y publicada por el diario Río Negro) y algunas opiniones me resultan muy simpáticas, nada más, tienen una visión sesgada de la realidad.
¿Implica lo que ha dicho la seguridad de que puede ganar la interna?
No sería serio si me presentara a una interna para perderla. Le estaría haciendo el juego a alguien. Pero bueno, siempre dije que las elecciones se ganan el domingo, después de las 6 de la tarde. Hasta ese momento…
Usted habla de convocar a todos tras la interna ¿qué haría con las otras fuerzas políticas?
Lo primero que hay que hacer es fortalecer el partido. Después de un tiempo, puede dar como resultado algún tipo de opciones. Pero en mi propuesta de hoy, no está esta alternativa. Primero hay que recuperar la identidad partidaria, hacer una separación muy clara entre lo que es el gobierno y lo que es el partido.
Voy a recorrer la provincia gestionando un modelo ya ensayado y ejecutado, que es juntarse con la gente, ir a cada localidad y no solo reunirse con dirigentes sectoriales, sino hacer reuniones con 20, 30 personas en cada casa de familia, para saber directamente realidades concretas de la gente: así vamos creando pequeños núcleos o grupos de trabajo, que son los que fortalecerán al partido.
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