El tema de las designaciones en el Estado como empleados de planta polĆtica de dirigentes de comisiones vecinales, provocĆ³ duros cuestionamientos tambiĆ©n para el intendente radical, MartĆn Farizano. AquĆ, la opiniĆ³n de un dirigente de Libres del Sur, Santiago Nogueira, quien tambiĆ©n fue funcionario municipal.
El clientelismo polĆtico como criterio de asignaciĆ³n de los recursos del Estado y las designaciones polĆticas y en la planta administrativa del Estado como recursos para financiar una estructura de “punteros”, no son prĆ”cticas novedosas para el MPN, de hecho recorren toda la historia polĆtica de este partido.
Lo que realmente sorprende es que quienes pretenden presentarse como una alternativa al MPN, y que se muestran horrorizados por este tipo de prĆ”cticas, las reproduzcan en la gestiĆ³n que les toca conducir.
Frente al escĆ”ndalo suscitado por las designaciones polĆticas de vecinalistas el intendente Farizano declarĆ³: "Llega un momento en el que el Estado empieza a ceder en su rol de prestador de servicios y a avanzar en su utilizaciĆ³n como instrumento de armado polĆtico para mantenerse en el poder".
De esta forma intenta hacerse el desentendido de las declaraciones vertidas por el Secretario de Desarrollo Social de su gestiĆ³n, quien con brutal sinceridad reconociĆ³ que cuatro de esos vecinalistas habĆan sido meses antes designados en la planta polĆtica del municipio. Es importante seƱalar que esos “meses antes” coinciden con el desarrollo de la interna radical.
¿De quĆ© se horroriza entonces Farizano? ¿Se puede construir un proyecto de provincia alternativo al del MPN reproduciendo sus espurias prĆ”cticas polĆticas?
Decididamente No. Porque las prĆ”cticas clientelares en las asignaciones de los recursos pĆŗblicos requieren para efectivizar su fin polĆtico, es decir el cambio de recursos y puestos por favores polĆticos, la ausencia de polĆticas sociales universales y que un extendido segmento de nuestra poblaciĆ³n se encuentra por debajo de la lĆnea de pobreza e indigencia. El estado actual de injusticia social en verdad es funcional a las prĆ”cticas polĆticas de los partidos tradicionales, llĆ”mense MPN, UCR o PJ, y no se puede esperar un cambio en serio por parte de quienes emplean como recurso polĆtico la necesidad de nuestro pueblo.
Santiago Nogueira
El clientelismo polĆtico como criterio de asignaciĆ³n de los recursos del Estado y las designaciones polĆticas y en la planta administrativa del Estado como recursos para financiar una estructura de “punteros”, no son prĆ”cticas novedosas para el MPN, de hecho recorren toda la historia polĆtica de este partido.
Lo que realmente sorprende es que quienes pretenden presentarse como una alternativa al MPN, y que se muestran horrorizados por este tipo de prĆ”cticas, las reproduzcan en la gestiĆ³n que les toca conducir.
Frente al escĆ”ndalo suscitado por las designaciones polĆticas de vecinalistas el intendente Farizano declarĆ³: "Llega un momento en el que el Estado empieza a ceder en su rol de prestador de servicios y a avanzar en su utilizaciĆ³n como instrumento de armado polĆtico para mantenerse en el poder".
De esta forma intenta hacerse el desentendido de las declaraciones vertidas por el Secretario de Desarrollo Social de su gestiĆ³n, quien con brutal sinceridad reconociĆ³ que cuatro de esos vecinalistas habĆan sido meses antes designados en la planta polĆtica del municipio. Es importante seƱalar que esos “meses antes” coinciden con el desarrollo de la interna radical.
¿De quĆ© se horroriza entonces Farizano? ¿Se puede construir un proyecto de provincia alternativo al del MPN reproduciendo sus espurias prĆ”cticas polĆticas?
Decididamente No. Porque las prĆ”cticas clientelares en las asignaciones de los recursos pĆŗblicos requieren para efectivizar su fin polĆtico, es decir el cambio de recursos y puestos por favores polĆticos, la ausencia de polĆticas sociales universales y que un extendido segmento de nuestra poblaciĆ³n se encuentra por debajo de la lĆnea de pobreza e indigencia. El estado actual de injusticia social en verdad es funcional a las prĆ”cticas polĆticas de los partidos tradicionales, llĆ”mense MPN, UCR o PJ, y no se puede esperar un cambio en serio por parte de quienes emplean como recurso polĆtico la necesidad de nuestro pueblo.
Santiago Nogueira
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