En el río Negro los caudales son constantes porque Arroyito absorbe las variaciones en la erogación desde El Chocón. Sus erogaciones copian las subas del consumo. Los vaivenes de las hidroeléctricas del río Limay.
CIPOLLETTI (AC).- El gobierno nacional está utilizando las centrales hidroeléctricas ubicadas sobre el río Limay para cubrir los picos de consumo energético originados en las altísimas temperaturas de los últimos días. Las erogaciones desde las presas copian tan linealmente la demanda que durante el fin de semana pasado, el del 25 y 26 de diciembre, cuando la presión sobre la red aflojó, por Alicura no pasó ni un litro de agua.
La demanda eléctrica es sensible al aumento de la temperatura, especialmente en la zona de Buenos Aires, donde abundan los equipos de aire acondicionado.
Este tipo de manejo podría tener consecuencias en el río, aguas abajo de las presas, si no fuera porque la operación del sistema se realiza de tal manera que el compensador de los caudales que llegan a los valles, Arroyito, deja pasar una cantidad de agua constante, absorbiendo los vaivenes.
Hace años que las presas del Comahue se manejan de acuerdo con la demanda eléctrica, en una flexibilización de las normas de manejo del agua acordada por las concesionarias de las hidroeléctricas, la secretaría de Energía de la Nación y las provincias que integran la autoridad de la cuenca, la AIC.
Argentina tiene hoy más oferta energética que hace cinco años, pero gran parte de ella es a gas o a caros combustibles líquidos. Como contrapartida, la hidroelectricidad es barata pero no siempre abunda porque depende de factores meteorológicos.
Este año hídrico no se caracteriza por la humedad. A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, que fue preciso abrir el vertedero de Piedra del Águila para desembalsar ante el deshielo inminente, en 2010 la acumulación de nieve no fue significativa como para tomar ese recaudo, y hoy en los lagos de las grandes presas hay recursos para generar. Incluso, en El Chocón hay espacio suficiente (unos tres metros de altura) como para contener el agua que Piedra del Águila haga pasar por sus turbinas durante el inicio del verano y cumplir así con la restricción a los altos caudales que impone la actividad frutícola a partir del 1 de enero, para mantener las napas en un nivel razonable.
Según la información oficial de la AIC, por Alicura no pasó ni un metro cúbico de agua entre el sábado y el domingo pasado. Y Piedra del Águila y El Chocón pasaron de caudales erogados del orden de los 600 metros cúbicos por segundo a cerca de 75.
El compensador que tiene Piedra del Águila es Pichi Picún Leufú. Es casi nula la capacidad de embalse.
Pero el compensador de El Chocón, Arroyito, sí puede absorber en su embalse los picos de caudal que recibe. Todos estos días mantuvo una erogación constante que hizo que el río Limay llegara a Neuquén con el mismo nivel.
CIPOLLETTI (AC).- El gobierno nacional está utilizando las centrales hidroeléctricas ubicadas sobre el río Limay para cubrir los picos de consumo energético originados en las altísimas temperaturas de los últimos días. Las erogaciones desde las presas copian tan linealmente la demanda que durante el fin de semana pasado, el del 25 y 26 de diciembre, cuando la presión sobre la red aflojó, por Alicura no pasó ni un litro de agua.
La demanda eléctrica es sensible al aumento de la temperatura, especialmente en la zona de Buenos Aires, donde abundan los equipos de aire acondicionado.
Este tipo de manejo podría tener consecuencias en el río, aguas abajo de las presas, si no fuera porque la operación del sistema se realiza de tal manera que el compensador de los caudales que llegan a los valles, Arroyito, deja pasar una cantidad de agua constante, absorbiendo los vaivenes.
Hace años que las presas del Comahue se manejan de acuerdo con la demanda eléctrica, en una flexibilización de las normas de manejo del agua acordada por las concesionarias de las hidroeléctricas, la secretaría de Energía de la Nación y las provincias que integran la autoridad de la cuenca, la AIC.
Argentina tiene hoy más oferta energética que hace cinco años, pero gran parte de ella es a gas o a caros combustibles líquidos. Como contrapartida, la hidroelectricidad es barata pero no siempre abunda porque depende de factores meteorológicos.
Este año hídrico no se caracteriza por la humedad. A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, que fue preciso abrir el vertedero de Piedra del Águila para desembalsar ante el deshielo inminente, en 2010 la acumulación de nieve no fue significativa como para tomar ese recaudo, y hoy en los lagos de las grandes presas hay recursos para generar. Incluso, en El Chocón hay espacio suficiente (unos tres metros de altura) como para contener el agua que Piedra del Águila haga pasar por sus turbinas durante el inicio del verano y cumplir así con la restricción a los altos caudales que impone la actividad frutícola a partir del 1 de enero, para mantener las napas en un nivel razonable.
Según la información oficial de la AIC, por Alicura no pasó ni un metro cúbico de agua entre el sábado y el domingo pasado. Y Piedra del Águila y El Chocón pasaron de caudales erogados del orden de los 600 metros cúbicos por segundo a cerca de 75.
El compensador que tiene Piedra del Águila es Pichi Picún Leufú. Es casi nula la capacidad de embalse.
Pero el compensador de El Chocón, Arroyito, sí puede absorber en su embalse los picos de caudal que recibe. Todos estos días mantuvo una erogación constante que hizo que el río Limay llegara a Neuquén con el mismo nivel.
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