Se incrementó la actividad de campaña en la capital provincial, que es el distrito que puede marcar la diferencia entre el triunfo o la derrota. Junto con la actividad, crece el afán de diferenciación.
En la interna del MPN, con la mitad del camino ya recorrido, y zanjadas por la Justicia las cuestiones formales, se ha entrado en un terreno de lucha territorial, en un cuerpo a cuerpo sudoroso que denota la intensidad de la confrontación entre Jorge Sapag y Jorge Sobisch.
El sapagismo aumentó su trabajo en la capital provincial. Sabe que es un territorio decisivo, en el que el enemigo se mueve con comodidad. Sapag estuvo recorriendo en estos días distintos locales azules, con un mensaje afirmado en la declamación del optimismo y la serenidad, pero despojado de toda inocencia: acentúa el actual gobernador conceptos que presuntamente lo diferencian de Sobisch: respeto antes que agresión, diálogo mejor que confrontación, buena relación con el gobierno nacional.
El sobischismo no descuida para nada el trabajo en el mismo distrito. Está convencido que es el que puede desbalancear la pelea a su favor. El martes protagonizó un acto fuerte (con mucha gente) en el barrio Islas Malvinas. Prepara otro para este jueves, en otro sector de la ciudad. Es evidente que irá aumentando la cantidad y la calidad de los actos públicos, para enfatizar una imagen de creciente movilización alrededor de su figura.
En los dos bandos, se comparten sensaciones. Por ejemplo, saben que será difícil revertir la calidad blanca o azul de determinadas ciudades. Nunca antes la geopolítica ha sido tan marcada en el MPN. Saben también que la pelea central se da en la capital, por cantidad de afiliados y posibilidad de protagonismo de independientes. Neuquén es el centro de la pelea, cuando a la campaña le queda cada vez menos tiempo.
Así, es probable que aunque se repitan giras por el interior de la provincia tanto de azules como de blancos, se perciba en la capital provincial un fuerte incremento de la actividad proselitista. Cuerpo a cuerpo, voto a voto, se entra en las instancias decisivas.
Rubén Boggi
En la interna del MPN, con la mitad del camino ya recorrido, y zanjadas por la Justicia las cuestiones formales, se ha entrado en un terreno de lucha territorial, en un cuerpo a cuerpo sudoroso que denota la intensidad de la confrontación entre Jorge Sapag y Jorge Sobisch.
El sapagismo aumentó su trabajo en la capital provincial. Sabe que es un territorio decisivo, en el que el enemigo se mueve con comodidad. Sapag estuvo recorriendo en estos días distintos locales azules, con un mensaje afirmado en la declamación del optimismo y la serenidad, pero despojado de toda inocencia: acentúa el actual gobernador conceptos que presuntamente lo diferencian de Sobisch: respeto antes que agresión, diálogo mejor que confrontación, buena relación con el gobierno nacional.
El sobischismo no descuida para nada el trabajo en el mismo distrito. Está convencido que es el que puede desbalancear la pelea a su favor. El martes protagonizó un acto fuerte (con mucha gente) en el barrio Islas Malvinas. Prepara otro para este jueves, en otro sector de la ciudad. Es evidente que irá aumentando la cantidad y la calidad de los actos públicos, para enfatizar una imagen de creciente movilización alrededor de su figura.
En los dos bandos, se comparten sensaciones. Por ejemplo, saben que será difícil revertir la calidad blanca o azul de determinadas ciudades. Nunca antes la geopolítica ha sido tan marcada en el MPN. Saben también que la pelea central se da en la capital, por cantidad de afiliados y posibilidad de protagonismo de independientes. Neuquén es el centro de la pelea, cuando a la campaña le queda cada vez menos tiempo.
Así, es probable que aunque se repitan giras por el interior de la provincia tanto de azules como de blancos, se perciba en la capital provincial un fuerte incremento de la actividad proselitista. Cuerpo a cuerpo, voto a voto, se entra en las instancias decisivas.
Rubén Boggi
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