Era previsible que uno de los primeros temas que explotaría en el año electoral fuera el del reparto de dinero a los municipios. Sin embargo, hay más política que razones rigurosamente económicas en el trasfondo. Y hasta ahora, la oposición ha gobernado con tantas deficiencias presupuestarias como el propio partido provincial.
La obviedad, e incluso la justicia, de un reclamo previsible, como es el de un mayor reparto provincial del dinero de las arcas provinciales a las municipales, es el primer punto anticipatorio de la carrera electoral del recién empezado 2011.
Así como previsible, es también manipulado: Sapag no hizo nada nuevo cuando en diciembre repartió fondos no reintegrables entre los municipios más urgidos, que inexorablemente son los más pequeños, y por ende, los correspondientes a gobiernos del MPN. Es lo que viene haciendo desde que comenzó su gobierno. La mayoría de estos municipios son inviables económicamente, y tienen una planta estatal –ganada bajo presión sindical, pero también por incapacidad en buscar opciones laborales- sobredimensionada para sus posibilidades.
El “hallazgo” informativo no fue tal, pero sirvió para comenzar el año con una polémica histórica y acorde al momento: la liga de intendentes de la oposición al MPN se fortalece en el reclamo, que ahora es más lógico porque se tienen los números –aunque parciales- del censo 2010. Es inocultable que hay municipios –gobernados por el PJ o la UCR- que han quedado desfasados seriamente en los porcentajes de coparticipación. Aunque el aumento de población debería servir también para aumentar la recaudación propia y mejorar las cuentas municipales. Si esto no ocurre es porque la oposición malgasta tan bien el dinero como el propio MPN, y los gastos corrientes (especialmente el salarial) se llevan la parte más importante de la torta.
Este miércoles, fue el principal intendente de la “liga opositora”, Martín Farizano, el que blanqueó un reclamo que será constante todo el año. Le “recordó” al gobierno provincial que es acreedora, la capital, a unos 30 millones de pesos. Los números en política nunca son totalmente objetivos, y el MPN podría retrucar con cierta facilidad varios planteos del gobierno de Farizano.
También es cierto que los intendentes que se quejan a coro, han recibido durante 2009 y 2010 mucho más dinero que el promedio histórico. Neuquén tiene como provincia muchas fallas, pero su sistema de coparticipación municipal es uno de los mejores del país: establecido por ley, de reparto automático. Con menos tergiversaciones y arbitrariedades, ciertamente, que el sistema de coparticipación nacional que ha relegado a las provincias a ser las socias pobres del Estado central.
El año comenzó, como se preveía, con un debate inflado por la circunstancia electoral. Habrá que estar atento para desbrozar, para separar la paja del trigo. La realidad es que por el momento son todos culpables: el gobierno del MPN, de repartir fondos a municipios sin publicitarlo adecuadamente, cuando tanta publicidad generosamente (y discrecionalmente) reparte en los grandes medios; los intendentes y presidentes de comisiones de fomento del MPN, por demostrar que no son capaces de salir de una mediocre dependencia histórica, de un llanto lastimero que se negocia en respaldos difusos; y los intendentes del club opositor, por administrar (la mayoría, no todos) con un criterio que políticamente se intenta diferenciar del partido provincial, pero que en los hechos termina refrendando un mismo defecto común, que es el del gasto burocrático y político exagerado.
Así, el MPN no es el campeón exclusivo de la demagogia, ni los partidos que intentan voltearlo del pedestal son únicos artífices de la razón y la justicia. Queda mucho por mejorar en serio, para que la política neuquina gane en calidad y fundamento.
Rubén Boggi
La obviedad, e incluso la justicia, de un reclamo previsible, como es el de un mayor reparto provincial del dinero de las arcas provinciales a las municipales, es el primer punto anticipatorio de la carrera electoral del recién empezado 2011.
Así como previsible, es también manipulado: Sapag no hizo nada nuevo cuando en diciembre repartió fondos no reintegrables entre los municipios más urgidos, que inexorablemente son los más pequeños, y por ende, los correspondientes a gobiernos del MPN. Es lo que viene haciendo desde que comenzó su gobierno. La mayoría de estos municipios son inviables económicamente, y tienen una planta estatal –ganada bajo presión sindical, pero también por incapacidad en buscar opciones laborales- sobredimensionada para sus posibilidades.
El “hallazgo” informativo no fue tal, pero sirvió para comenzar el año con una polémica histórica y acorde al momento: la liga de intendentes de la oposición al MPN se fortalece en el reclamo, que ahora es más lógico porque se tienen los números –aunque parciales- del censo 2010. Es inocultable que hay municipios –gobernados por el PJ o la UCR- que han quedado desfasados seriamente en los porcentajes de coparticipación. Aunque el aumento de población debería servir también para aumentar la recaudación propia y mejorar las cuentas municipales. Si esto no ocurre es porque la oposición malgasta tan bien el dinero como el propio MPN, y los gastos corrientes (especialmente el salarial) se llevan la parte más importante de la torta.
Este miércoles, fue el principal intendente de la “liga opositora”, Martín Farizano, el que blanqueó un reclamo que será constante todo el año. Le “recordó” al gobierno provincial que es acreedora, la capital, a unos 30 millones de pesos. Los números en política nunca son totalmente objetivos, y el MPN podría retrucar con cierta facilidad varios planteos del gobierno de Farizano.
También es cierto que los intendentes que se quejan a coro, han recibido durante 2009 y 2010 mucho más dinero que el promedio histórico. Neuquén tiene como provincia muchas fallas, pero su sistema de coparticipación municipal es uno de los mejores del país: establecido por ley, de reparto automático. Con menos tergiversaciones y arbitrariedades, ciertamente, que el sistema de coparticipación nacional que ha relegado a las provincias a ser las socias pobres del Estado central.
El año comenzó, como se preveía, con un debate inflado por la circunstancia electoral. Habrá que estar atento para desbrozar, para separar la paja del trigo. La realidad es que por el momento son todos culpables: el gobierno del MPN, de repartir fondos a municipios sin publicitarlo adecuadamente, cuando tanta publicidad generosamente (y discrecionalmente) reparte en los grandes medios; los intendentes y presidentes de comisiones de fomento del MPN, por demostrar que no son capaces de salir de una mediocre dependencia histórica, de un llanto lastimero que se negocia en respaldos difusos; y los intendentes del club opositor, por administrar (la mayoría, no todos) con un criterio que políticamente se intenta diferenciar del partido provincial, pero que en los hechos termina refrendando un mismo defecto común, que es el del gasto burocrático y político exagerado.
Así, el MPN no es el campeón exclusivo de la demagogia, ni los partidos que intentan voltearlo del pedestal son únicos artífices de la razón y la justicia. Queda mucho por mejorar en serio, para que la política neuquina gane en calidad y fundamento.
Rubén Boggi
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