Ante la mirada de los soldados, que no intervinieron, civiles apostados en los accesos a la plaza estaban registrando a los manifestantes y controlando sus documentos de identidad.
Los militares cerraron por la mañana los accesos a la capital y otras ciudades donde fueron convocadas marchas, e impedían el paso de vehículos. Pero el ejército -uno de los pilares, junto a la policía, del régimen egipcio- dejó claro el lunes que consideraba “legítimas” las reivindicaciones del pueblo y anunció que no recurriría a la fuerza contra los manifestantes.
Una marcha similar a la de El Cairo fue convocada en Alejandría, junto al Mediterráneo, como respuesta a la decisión de las autoridades de interrumpir el tráfico ferroviario desde el lunes.
Esta vez había notablemente más miembros de los Hermanos Musulmanes entre los manifestantes que en anteriores ocasiones. Esta organización está oficialmente prohibida en Egipto, pero cuenta con muchos seguidores y podría participar en un nuevo gobierno formado por la oposición, lo que ha suscitado temores en Israel.
Ante el éxito de la convocatoria, la oposición afirmó que “no habrá negociaciones” hasta que Mubarak, de 82 años, en el poder desde 1981, presente su renuncia, cerrando así la puerta al diálogo propuesto la víspera por el vicepresidente Omar Suleimán.
El ex diplomático Mohamed ElBaradei, que se está imponiendo como uno de los referentes de esa coalición, instó a Mubarak a abandonar el poder “a más tardar el viernes”, en declaraciones a la televisión Al Arabiya. Los Hermanos Musulmanes llamaron a seguir con las manifestaciones hasta que el régimen se desplome.
Frente a las protestas que fortalecen las posición de Los Hermanos Musulmanes, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, renunciará a presentarse como candidato a un nuevo mandato. Su actual periodo termina en septiembre. Según la información de la cadena Al Arabiya, Mubarak dirá que se compromete a cumplir hasta el fin de su mandato los reclamos de los manifestantes.
El nuevo jefe de gobierno, Ahmed Shafik, en tanto, dijo en una entrevista con la cadena Al Hayat que está dispuesto a dialogar con la juventud en cualquier momento. “Pedimos perdón por haber sido lentos. Ahora empezaremos”, dijo Shafik.
Analistas independientes ven en estos movimientos un intento de evitar un vacío en el poder y permitirle a Mubarak una salida más o menos honrosa. El senador estadounidense John Kerry instó a Mubarak y a su hijo a decir que no se presentarán a una futura elección.
(Tomado de Página 12)
Los militares cerraron por la mañana los accesos a la capital y otras ciudades donde fueron convocadas marchas, e impedían el paso de vehículos. Pero el ejército -uno de los pilares, junto a la policía, del régimen egipcio- dejó claro el lunes que consideraba “legítimas” las reivindicaciones del pueblo y anunció que no recurriría a la fuerza contra los manifestantes.
Una marcha similar a la de El Cairo fue convocada en Alejandría, junto al Mediterráneo, como respuesta a la decisión de las autoridades de interrumpir el tráfico ferroviario desde el lunes.
Esta vez había notablemente más miembros de los Hermanos Musulmanes entre los manifestantes que en anteriores ocasiones. Esta organización está oficialmente prohibida en Egipto, pero cuenta con muchos seguidores y podría participar en un nuevo gobierno formado por la oposición, lo que ha suscitado temores en Israel.
Ante el éxito de la convocatoria, la oposición afirmó que “no habrá negociaciones” hasta que Mubarak, de 82 años, en el poder desde 1981, presente su renuncia, cerrando así la puerta al diálogo propuesto la víspera por el vicepresidente Omar Suleimán.
El ex diplomático Mohamed ElBaradei, que se está imponiendo como uno de los referentes de esa coalición, instó a Mubarak a abandonar el poder “a más tardar el viernes”, en declaraciones a la televisión Al Arabiya. Los Hermanos Musulmanes llamaron a seguir con las manifestaciones hasta que el régimen se desplome.
Frente a las protestas que fortalecen las posición de Los Hermanos Musulmanes, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, renunciará a presentarse como candidato a un nuevo mandato. Su actual periodo termina en septiembre. Según la información de la cadena Al Arabiya, Mubarak dirá que se compromete a cumplir hasta el fin de su mandato los reclamos de los manifestantes.
El nuevo jefe de gobierno, Ahmed Shafik, en tanto, dijo en una entrevista con la cadena Al Hayat que está dispuesto a dialogar con la juventud en cualquier momento. “Pedimos perdón por haber sido lentos. Ahora empezaremos”, dijo Shafik.
Analistas independientes ven en estos movimientos un intento de evitar un vacío en el poder y permitirle a Mubarak una salida más o menos honrosa. El senador estadounidense John Kerry instó a Mubarak y a su hijo a decir que no se presentarán a una futura elección.
(Tomado de Página 12)
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