Por Wadah Khanfar, Director de la cadena Al Jazeera
Ha sido un mes sin precedentes en la historia de Al Jazeera. Los recientes eventos ocurridos en el Oriente Medio han provocado una enorme demanda de noticias sobre la región.
Como director general de la mayor cadena de televisión de la región, estoy orgulloso de decir que la cadena Al Jazeera ha estado reportando desde los puntos calientes de la región mucho antes de que “importaran” en enero de 2011.
Desde Sudán a Túnez, a Palestina, a Egipto, nuestro sello de “periodismo de profundidad” ha estado a disposición de todo el que puede y quiere verlo. Nuestros valerosos equipos llevan mucho tiempo entre las poblaciones, a la captura de sus historias, y ayudando a nuestra mayor audiencia a contextualizar y encontrar sentido a los acontecimientos que tienen lugar en su país y a medio mundo de distancia.
En este momento, decenas de nuestros reporteros están en Egipto para cubrir los disturbios, lo que requiere cambiar a menudo de lugar, tratar con arrestos y confiscaciones de los equipos, y reportar sigilosamente tras ser amenazados por los servicios secretos con ser encarcelados. Nuestros periodistas no aprecian totalmente estos desafíos. Por años Al Jazeera ha reportado sobre cómo la población egipcia es afectada por las dificultades económicas y el estancamiento político. Otras cadenas pueden optar por centrarse en los tan sonados casos simplificando las amenazas extremistas, o reducir la violencia contra los seres humanos a una simple consecuencia de los precios mundiales del petróleo. Otras cadenas, por supuesto, han brindado excelente cobertura en muchos lugares del mundo. Todo el tiempo, Al Jazeera siguió informando a buen ritmo, con matices, perspectivas, incluso cuando nuestra región no estaba en la mente de todos.
Nadie nos acusa de no haber previsto la ebullición de la ira en Egipto o Túnez. Eso no se debe a que nuestros periodistas sean superhéroes - sin embargo, si se mira bien, se aprecia su determinación de obtener las historias. Me gustaría plantear una explicación más simple para su éxito: nuestros periodistas están en los lugares correctos y se dan el espacio y los recursos para hacer bien el trabajo. Más importante aún, tienen libertad editorial.
Aun así, hay muchos lugares donde no podemos hacer nuestros trabajos. Los gobierno de Argelia, Marruecos, Iraq y Bahrein no dejarán a nuestros periodistas poner un pie en su territorio.
También fuimos prohibidos en Túnez por Ben Alí. Superamos este percance a través del uso de herramientas de medios sociales como Facebook, Twitter y Youtube. Las imágenes del levantamiento de Túnez fueron de las villas locales a nuestra audiencia global de más de cien millones de espectadores. Me siento orgulloso de decir que no solo fuimos los primeros, sino que estuvimos en todas partes, muy por delante del resto, llegando a cubrir cuando los manifestantes se reunieron en el Ministerio del Interior - símbolo de la tortura y la represión en la mayoría de los países árabes.
Antes que explotaran las protestas en Egipto la semana pasada, nosotros hicimos la presentación histórica de los “Papeles de Palestina”, una filtración sin precedentes de más de mil 600 grabaciones de negociaciones secretas entre Israel y la Autoridad Palestina. Los Papeles fueron lanzados por la recién creada Unidad de Transparencia de Al Jazeera, y se convirtieron en una exclusiva mundial, tanto para nuestras transmisiones en árabe como en inglés. También fue titular de nuestros colegas y compañeros del periódico The Guardian en el Reino Unido.
A través de periodismo de investigación y en el lugar, nuestro objetivo final es lograr una mayor sensibilización, pintando un cuadro más completo de la realidad del Medio Oriente. Armadas con más información, creemos que las personas de esta región y los alrededores pueden tomar mejores decisiones para guiar sus vidas - esperemos que los que conduzcan a un futuro más pacífico y democrático, independientemente de donde vivan.
Al momento de escribir esto, el presidente egipcio Mubarak está cerrando nuestras oficinas y arrestando a nuestros periodistas. El gobierno egipcio ha removido a Al Jazeera de NileSat, operador de satélites de propiedad estatal, lo que retrasa nuestra capacidad de ser encontrados en el dial en Egipto y África del Norte. Hemos reaparecido a través otros operadores. Además, las instrucciones sobre cómo encontrarnos corren por Internet.
En otros lugares, en los Estados Unidos, Al Jazeera se enfrenta a un tipo diferente de apagón, basado en gran medida en las opiniones mal informadas acerca de nuestro contenido y quehacer periodístico. Algunos de los mayores proveedores de cables y satélite de Estados Unidos han creado obstáculos corporativos contra Al Jazeera en inglés. Estamos en el aire y en el sistema de cable más importante en la capital del país, y algunos de los políticos principales de Estados Unidos en Washington, DC, me han dicho que Al-Jazeera en inglés es su canal de elección para la comprensión de temas globales. Sin embargo, no está disponible en la mayoría de los 50 estados para gran parte del público.
Creemos que todos los norteamericanos, no solo aquellos en altos cargos gubernamentales, debieran beneficiarse de tener la opción ver - o no- Al Jazeera en inglés en sus pantallas de televisión.
Sabemos que la demanda existe. Nosotros hemos visto un incremento del dos mil por cierto de las entradas a nuestro sitio en idioma inglés, y más del 60 por ciento de ese tráfico se genera desde Estados Unidos. Nosotros hemos visto a Jeff Jarvis, en las páginas de The Huffington Post, dar muestras en público de la atención que muchos nos están prestando en privado. Mientras millones de norteamericanos han recurrido a la Internet y a los dispositivos conectados a Internet, muchos más millones deberían tener la libertad de cambiar a nuestro canal en su control remoto - especialmente ahora cuando el Medio Oriente está en la mente de todos.
Nosotros reportaremos oportunamente la noticia como podamos. Si debemos usar camaritas de bolsillo, lo haremos. Si debemos usar las plataformas en línea en los EEUU, lo haremos. No obstante, vamos a trabajar codo con codo con socios de todas partes - incluidas las compañías americanas de cable y satélite - para asegurarnos de que más personas tienen la oportunidad de ver Al Jazeera. Incluso aquellos con acceso pueden escoger cambiar el canal y mirar otra cosa - Fox News o Esposas Desesperadas.
Pero el último mes nos ha mostrado algo que Estados Unidos no puede continuar ignorando: millones de norteamerianos desean ver nuestro canal y entender mejor nuestra región, y a muchos les es privada esa oportunidad.
Wadah Khanfar es el director general de la Cadena Al Jazeera.
(Tomado de The Huffington Post. Traducido por Rafael González Escalona, de Cubadebate)
Ha sido un mes sin precedentes en la historia de Al Jazeera. Los recientes eventos ocurridos en el Oriente Medio han provocado una enorme demanda de noticias sobre la región.
Como director general de la mayor cadena de televisión de la región, estoy orgulloso de decir que la cadena Al Jazeera ha estado reportando desde los puntos calientes de la región mucho antes de que “importaran” en enero de 2011.
Desde Sudán a Túnez, a Palestina, a Egipto, nuestro sello de “periodismo de profundidad” ha estado a disposición de todo el que puede y quiere verlo. Nuestros valerosos equipos llevan mucho tiempo entre las poblaciones, a la captura de sus historias, y ayudando a nuestra mayor audiencia a contextualizar y encontrar sentido a los acontecimientos que tienen lugar en su país y a medio mundo de distancia.
En este momento, decenas de nuestros reporteros están en Egipto para cubrir los disturbios, lo que requiere cambiar a menudo de lugar, tratar con arrestos y confiscaciones de los equipos, y reportar sigilosamente tras ser amenazados por los servicios secretos con ser encarcelados. Nuestros periodistas no aprecian totalmente estos desafíos. Por años Al Jazeera ha reportado sobre cómo la población egipcia es afectada por las dificultades económicas y el estancamiento político. Otras cadenas pueden optar por centrarse en los tan sonados casos simplificando las amenazas extremistas, o reducir la violencia contra los seres humanos a una simple consecuencia de los precios mundiales del petróleo. Otras cadenas, por supuesto, han brindado excelente cobertura en muchos lugares del mundo. Todo el tiempo, Al Jazeera siguió informando a buen ritmo, con matices, perspectivas, incluso cuando nuestra región no estaba en la mente de todos.
Nadie nos acusa de no haber previsto la ebullición de la ira en Egipto o Túnez. Eso no se debe a que nuestros periodistas sean superhéroes - sin embargo, si se mira bien, se aprecia su determinación de obtener las historias. Me gustaría plantear una explicación más simple para su éxito: nuestros periodistas están en los lugares correctos y se dan el espacio y los recursos para hacer bien el trabajo. Más importante aún, tienen libertad editorial.
Aun así, hay muchos lugares donde no podemos hacer nuestros trabajos. Los gobierno de Argelia, Marruecos, Iraq y Bahrein no dejarán a nuestros periodistas poner un pie en su territorio.
También fuimos prohibidos en Túnez por Ben Alí. Superamos este percance a través del uso de herramientas de medios sociales como Facebook, Twitter y Youtube. Las imágenes del levantamiento de Túnez fueron de las villas locales a nuestra audiencia global de más de cien millones de espectadores. Me siento orgulloso de decir que no solo fuimos los primeros, sino que estuvimos en todas partes, muy por delante del resto, llegando a cubrir cuando los manifestantes se reunieron en el Ministerio del Interior - símbolo de la tortura y la represión en la mayoría de los países árabes.
Antes que explotaran las protestas en Egipto la semana pasada, nosotros hicimos la presentación histórica de los “Papeles de Palestina”, una filtración sin precedentes de más de mil 600 grabaciones de negociaciones secretas entre Israel y la Autoridad Palestina. Los Papeles fueron lanzados por la recién creada Unidad de Transparencia de Al Jazeera, y se convirtieron en una exclusiva mundial, tanto para nuestras transmisiones en árabe como en inglés. También fue titular de nuestros colegas y compañeros del periódico The Guardian en el Reino Unido.
A través de periodismo de investigación y en el lugar, nuestro objetivo final es lograr una mayor sensibilización, pintando un cuadro más completo de la realidad del Medio Oriente. Armadas con más información, creemos que las personas de esta región y los alrededores pueden tomar mejores decisiones para guiar sus vidas - esperemos que los que conduzcan a un futuro más pacífico y democrático, independientemente de donde vivan.
Al momento de escribir esto, el presidente egipcio Mubarak está cerrando nuestras oficinas y arrestando a nuestros periodistas. El gobierno egipcio ha removido a Al Jazeera de NileSat, operador de satélites de propiedad estatal, lo que retrasa nuestra capacidad de ser encontrados en el dial en Egipto y África del Norte. Hemos reaparecido a través otros operadores. Además, las instrucciones sobre cómo encontrarnos corren por Internet.
En otros lugares, en los Estados Unidos, Al Jazeera se enfrenta a un tipo diferente de apagón, basado en gran medida en las opiniones mal informadas acerca de nuestro contenido y quehacer periodístico. Algunos de los mayores proveedores de cables y satélite de Estados Unidos han creado obstáculos corporativos contra Al Jazeera en inglés. Estamos en el aire y en el sistema de cable más importante en la capital del país, y algunos de los políticos principales de Estados Unidos en Washington, DC, me han dicho que Al-Jazeera en inglés es su canal de elección para la comprensión de temas globales. Sin embargo, no está disponible en la mayoría de los 50 estados para gran parte del público.
Creemos que todos los norteamericanos, no solo aquellos en altos cargos gubernamentales, debieran beneficiarse de tener la opción ver - o no- Al Jazeera en inglés en sus pantallas de televisión.
Sabemos que la demanda existe. Nosotros hemos visto un incremento del dos mil por cierto de las entradas a nuestro sitio en idioma inglés, y más del 60 por ciento de ese tráfico se genera desde Estados Unidos. Nosotros hemos visto a Jeff Jarvis, en las páginas de The Huffington Post, dar muestras en público de la atención que muchos nos están prestando en privado. Mientras millones de norteamericanos han recurrido a la Internet y a los dispositivos conectados a Internet, muchos más millones deberían tener la libertad de cambiar a nuestro canal en su control remoto - especialmente ahora cuando el Medio Oriente está en la mente de todos.
Nosotros reportaremos oportunamente la noticia como podamos. Si debemos usar camaritas de bolsillo, lo haremos. Si debemos usar las plataformas en línea en los EEUU, lo haremos. No obstante, vamos a trabajar codo con codo con socios de todas partes - incluidas las compañías americanas de cable y satélite - para asegurarnos de que más personas tienen la oportunidad de ver Al Jazeera. Incluso aquellos con acceso pueden escoger cambiar el canal y mirar otra cosa - Fox News o Esposas Desesperadas.
Pero el último mes nos ha mostrado algo que Estados Unidos no puede continuar ignorando: millones de norteamerianos desean ver nuestro canal y entender mejor nuestra región, y a muchos les es privada esa oportunidad.
Wadah Khanfar es el director general de la Cadena Al Jazeera.
(Tomado de The Huffington Post. Traducido por Rafael González Escalona, de Cubadebate)
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