Hasta en el baño del avión, había que estar en el anuncio del hallazgo de todos los argentinos.-

Julio De Vido viajó a Neuquén en uno de los aviones de la empresa YPF. Estaba reservado su lugar de antemano, pero a último momento hubo que improvisar un poco ya que el ministro pidió que pudiera viajar con él su secretario de prensa. En el avión no había más asientos, así que se improvisó uno que habitualmente no se usa para estos fines: el del baño. Allí viajó el hombre del ministro, sin resignar con ello su dignidad. Después, del aeropuerto al yacimiento, se dispuso de dos helicópteros. Por tierra, el camino fue estrictamente vigilado por hombres de la policía provincial. Ningún detalle quedó sin cuidar.

La empresa petrolera agasajó a los periodistas que fueron invitados al acto con un almuerzo en la bodega NQN. Con vino de la casa (obviamente), los hombres de prensa pudieron elegir entre una trucha asada, lomo vacuno, o pastas. Los tres platos fueron pedidos y disfrutados como corresponde. Se habló de todo con los directivos de YPF presentes, pero el tema predominante fue sin duda el de los conflictos, antecediendo lo que luego se oiría en los discursos de Sebastián Eskenazi, Julio De Vido, y el mismo gobernador (de licencia) Jorge Sapag. La declaración de “Neuquén no conflictiva” fue, en todo caso, sorprendente para quienes conocen desde hace años a la provincia. El postre mostró un exquisito helado con frutos rojos. El café se tomó a las apuradas ya, porque se tenían a esa hora noticias de que la comitiva oficial estaba en marcha rumbo al pozo de Vaca Muerta.