Con gusto a poco
Es difĆcil describir la mezcla de sentimientos y sensaciones que se detonaron el Ćŗltimo viernes en Meet, donde se presentĆ³ Cultura ProfĆ©tica y Ky-Mani Marley, uno de los hijos de “la leyenda” del reggae. Es que de movida todo arrancĆ³ con el pie izquierdo. El concierto que estaba anunciado para las 21 comenzĆ³ reciĆ©n dos horas despuĆ©s. Y en ese sentido hay que rescatar el buen Ć”nimo del pĆŗblico rasta -y no-, que aguantĆ³. ReciĆ©n a las 23, siete mĆŗsicos en escena, liderados por Ky-Mani, fueron los encargados de romper un denso hielo y cambiar el presagio de una mala noche.
Al mĆŗsico nacido en Jamaica y criado en Miami no le pesĆ³ el apellido. Con una banda potente al borde del rock -habĆa tres guitarras en escena-, el cantante ostenta como privilegio ser de todo el clan, el que tiene la voz mĆ”s parecida a su padre. Don que utiliza muy bien junto a sus dotes de frontman, bailando y agitando, incluso a pesar de una fĆ©rula que sujetaba su pierna derecha. AsĆ, sonaron algunos temas propios y casi como algo inevitable versiones muy acertadas de la leyenda rastafari: “No woman no cry”, “Redemption song”, “I shot the sheriff” y “One love”.
Al mĆŗsico nacido en Jamaica y criado en Miami no le pesĆ³ el apellido. Con una banda potente al borde del rock -habĆa tres guitarras en escena-, el cantante ostenta como privilegio ser de todo el clan, el que tiene la voz mĆ”s parecida a su padre. Don que utiliza muy bien junto a sus dotes de frontman, bailando y agitando, incluso a pesar de una fĆ©rula que sujetaba su pierna derecha. AsĆ, sonaron algunos temas propios y casi como algo inevitable versiones muy acertadas de la leyenda rastafari: “No woman no cry”, “Redemption song”, “I shot the sheriff” y “One love”.
A poco de cumplirse su escueto segmento de unos 50 minutos, Ky-Mani desatĆ³ su decir rapero con dos temas que demuestran de quĆ© estĆ” hecho.
Con el tiempo ya cumplido, el saldo fue bueno, aunque aĆŗn faltaba “el plato fuerte”, plato que para desilusiĆ³n de los presentes llegĆ³ frĆo y tarde.
Cultura ProfĆ©tica llegĆ³ sobre la hora del show. VenĆan de ofrecer un mega concierto de 3.45 horas en el Luna Park, donde celebraron sus 15 aƱos. Show del que aquĆ no trajeron ni los resquicios. Y si bien cumplieron con lo pactado, sĆ³lo lo hicieron durante una hora exacta, dejando un extraƱo sabor a poco, mezclado con algo de disgusto de algunos que se fueron protestando.
De todas maneras, su pĆŗblico los aplaudiĆ³ de principio a fin y por supuesto coreĆ³ todas las canciones, incluidas las mĆ”s recientes de su disco “La dulzura”, como “Rimas pa’seducir” y “La complicidad”, entre otras. Todas canciones que llegaron a cargo de esa voz melodiosa y afinada que suelta consignas como balas. Llegado el final, sonĆ³ “Fruto de la tierra” y, a sabiendas de que el pĆŗblico esperaba un poco mĆ”s, el vocalista se “disculpĆ³” con la frase “esperemos complacerlos con esta canciĆ³n”.
“OjalĆ” haya una segunda vez”, dijeron desde la banda, y todos aplaudieron como seƱal de un presagio. (A.N.)
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