Lo aseguró Rubén Butigué, quien el pasado 10 de diciembre asumió como titular de la cartera sanitaria, en reemplazo de Daniel Vincent. Habló de sus propuestas, cambios y metas.
Para llegar al ministerio, Rubén Butigué dejó la dirección del Bouquet Roldán. (Maria Isabel Sanchez) -Siguiente
Por PABLO TRUFFA
A días de haber asumido como ministro de Salud, Rubén Butigué ya empezó a dar sus pasos dentro de una cancha en la que no le será fácil jugar. A la espera de tener su equipo conformado, el titular de una de las carteras más cuestionadas durante la anterior gestión remarcó que se implementarán cambios y que se profundizará lo realizado en los anteriores cuatro años.
En inmediaciones del Centro Administrativo Ministerial y en diálogo con La Mañana de Neuquén, el ex director del hospital Bouquet Roldán consideró que lo esencial será estar cerca de los problemas de la gente para resolverlos en el menor tiempo posible.
Expresó que la Atención Primaria de la Salud (APS) será eje central de su política y se mostró abierto al debate con los gremios, siempre que predomine el respeto. Pidió que no se cierren las instituciones y defendió la gestión de Daniel Vincent, aunque dejó en claro que hay cosas que se hicieron mal y otras que deben mejorarse.
¿Cómo son los primeros días en su nueva función a diferencia de estar al frente del Bouquet Roldán?
Esto ha sido un regalo que me ha dado la vida y el gobernador Jorge Sapag. Venimos de una gestión muy productiva, donde se fortaleció de manera democrática la capacitación y formación, se incorporó mucho equipamiento y se han nombrado a 710 nuevos agentes. Esto nos obliga a darle continuidad. De todas maneras, debemos apuntar a otros aspectos que consideremos fundamentales en esta etapa de la historia.
¿Se refiere a la accesibilidad, a la telepresencia, al uso de las nuevas herramientas informáticas, etc., cuestiones que comenzó a implementar en el hospital en el que trabajaba?
Totalmente. Esas son cuestiones que debemos trabajar y en ese camino nos encontramos. La accesibilidad es trascendental. Es necesario que la gente se atienda de manera fácil y eficiente sin sufrir los trastornos de hacer cola o pasarse una noche entera en un edificio para obtener un turno médico. A esta altura de la evolución de la informática es absurdo que sigamos como en tiempos pasados.
El servicio que incorporamos en el Bouquet Roldán para que el paciente saque su turno mediante mensaje de texto se irá extendiendo a toda la provincia. Se hará de acuerdo a las particularidades del caso, ya que no es lo mismo la Confluencia -que tiene 300 mil habitantes- que Barracas -donde hay 1.000-.
También hablamos de la telepresencia, que es la posibilidad de que dos personas que viven en localidades distintas puedan encontrarse a través de la tecnología sin la necesidad de trasladarse a los principales centros de la capital, y así poder ser atendido por un especilista de la alta complejidad. Hoy, según una reunión que tuve con Rodolfo Laffitte (secretario de la Gestión Pública y Contrataciones), todo Neuquén está en condiciones de implementarlo. Para mí es una obligación moral y una política de Estado que llevaré adelante.
¿Usted habló de dar continuidad a lo que se hizo y de profundizarlo?
Hay que seguir con las capacitaciones y docencias, democratizándolas como se ha venido haciendo. Que se pueda capacitar el mayor número de recurso humano es bueno porque lo que genera los cambios es la docencia, la educación y la capacitación. Y cuando hablo de profundizar ciertas cuestiones me refiero a la accesibilidad y a la telepresencia, por ejemplo. Venimos avanzando mucho en tecnología y en especialización del recurso humano; sin embargo, la forma de obtener el turno sigue siendo la misma, y eso es inconcebible.
Otra de las fuertes apuestas, según sus primeros discursos, será trabajar en Atencín Primaria de la Salud.
Sí, no hay peor consulta que la que no se puede realizar. Debemos fortalecer el Sistrema. Fortalecer los centros de salud con estas tecnologías y la llegada de más profesionales para que el aparato vaya a la gente y no que la gente se acerque o se traslade al hospital será fundamental. Y la atención primaria es justamente eso.
Una de sus primeras medidas fue el cambio de subsecretario. ¿Por qué sacó a Gustavo Curtino, siendo que hasta se lo mencionó como posible ministro?
Cecilia Tamburini es la nueva subsecretaria porque reúne las condiciones de persona y técnicas que requiere el puesto.
¿Es decir que Curtino no las reunía?
Yo no reemplacé a nadie. Cuando asumí esta cartera el gobernador me otorgó la posibilidad de nombrar a mi subsecretario y lo hice; pero yo no saqué a nadie.
¿Cómo trabajarán el ministerio y la subsecretaría?
Esto es como una familia. La sociedad nos demanda soluciones, no quiere peleas y exabruptos, y nosotros debemos respetar la institucionalidad. Debemos abocarnos responsablemente a dar soluciones inmediatas a los problemas de la sociedad; no podemos perder el tiempo en discusiones. Hay que debatir ideas para llegar a los mejores consensos con los titulares de los centros de salud, directores de hospitales y jefes de zonas porque la gente espera que nosotros tomemos las mejores soluciones y resolvamos los problemas.
La gestión política debe ir por delante de lo técnico. Nosotros debemos ir visualizando el horizonte para llegar antes de los problemas. No podemos esperar los conflictos para resolverlos; tenemos que tener una intuición permanente, una preocupación permanente y una comunicación permanente para evitar sobresaltos. Esto es fundamental, es un rol de comunión entre los conductores y los destinatarios.
Por lo que habla, no será un ministro de escritorio.
Todo lo contrario. No seré un ministro de escritorio, como no lo fui en la dirección del Bouquet Roldán. Al principio, uno debe estar cerca de los problemas para luego anticiparse a ellos. Y si lo que uno hace no le sirve a la gente, no sirve como ministro.
¿Cómo será la política con los gremios?
La misma que se ha venido desarrollando con este Gobierno, donde se han otorgado siete aumentos salariales en los últimos 4 años, que van desde el 97 al 130 por ciento, según los agrupamientos. Estamos permanentemente dando aumentos. Acá hay una buena frase del general (Juan) Perón que decía que los precios suben por ascensor y los salarios por escalera. Esto es histórico. Hay que tener paciencia y propuestas pero no todo se puede dar de golpe.
Siempre hay que ver el contexto, no podemos exigir de manera determinante sin que las instituciones funcionen; éstas deben permanecer abiertas.
¿No cree justo los reclamos de los trabajadores?
Justo es Dios. Acá uno está para manejar el presupuesto y uno lo debe ir equilibrando. La nueva ley de remuneraciones tuvo en cuenta necesidades históricas como la dedicación exclusiva, los niveles de conducción, las tareas extraordinarias, la ruralidad, etc. Lo que se aprobó es de alta calidad, aunque también modificable porque estamos en un ámbito muy dinámico. Siempre se puede perfeccionar, pero para ello es necesario paciencia, propuestas, ideas y las instituciones abiertas. No podemos sentarnos a hablar si no permitimos el funcionamiento de las instituciones, que son de la comunidad.
De todas maneras y más allá de lo que dice, ¿es consciente de que viene a reemplazar una de las gestiones más cuestionadas de los últimos tiempos en Salud?
Yo no creo que sea así. En esta etapa de la modernidad se habla con demasiada ligereza de muchas cosas sin los suficientes contenidos. Todo lo que te he referido se ha hecho.
Disculpe, pero los resultados indican otra cosa, como por ejemplo el mal uso de la Ley de Emergencia Sanitaria (2008-2009); anuncios postergados de inauguraciones que aún siguen siendo una deuda pendiente como Plottier, La Angostura y El Chañar; conflictos permanentes; denuncias de falta de insumos y medicamentos; escasez de profesionales en servicios esenciales, renuncias...
Es verdad, pero los tiempos no siempre son los estimados. Poner en marcha hospitales como los que usted menciona lleva mucho tiempo, tiene que ver con el hospital, equipamiento, recurso humano, cosas que demoran más de lo pensado.
Bueno, pero una cosa es prometer con fecha y día y otra, aclarar que los tiempos son…
Está bien, eso sí puede ser.
Y cuando le menciono lo de la Ley de Emergencia Sanitaria es porque fue criticada por la mayoría de sus integrantes durante su vigencia.
Con esa ley se equiparon muchísimos hospitales, no sólo equipamiento, sirvió también para adquirir ambulancias, insumos, etc. Se compraron las primeras 70 ambulancias y hoy tenemos más de 200.
La ley funcionó, aunque por ahí no se optimizó ni se continuó, lo cual fue un error. No se logró tener un equipo orgánico que funcionara para toda la provincia en el tiempo, pero mientras estuvo funcionó. El error fue interrumpirla.
Hubo herramientas que funcionaron útiles en su momento. El comienzo de nuestra gestión no es igual a la que comenzó Vincent en 2007, donde los hospitales estaban vacíos, donde no había recurso humano, donde la sociedad estaba muy confrontada, etc. Hoy estamos en otra situación de provincia y de país, por eso siempre debemos ver el contexto.
Vuelvo a repetir que a veces la ligereza lleva a decir que la gestión anterior no fue buena. Yo creo que fue buena, pero también que puede ser perfectible. Vamos a tratar de ser superadores de lo anterior para que el que llegue tenga más herramientas.
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