En su segundo día de visita a Brasil, el príncipe Harry de Inglaterra fue recibido hoy con aplausos por parte de residentes del conjunto de favelas Complexo do Alemao, en Río de Janeiro, y con una protesta para que Gran Bretaña devuelva a Argentina las Islas Malvinas.
Durante su participación en una caminata de una milla (1.600 metros), que forma parte de las actividades deportivas previstas en la agenda de Harry en Brasil, integrantes del Centro Brasileño de Solidaridad a los Pueblos en Lucha por la Paz (Cebrapaz) desplegaron una pancarta que decía en inglés "Las Islas Malvinas son argentinas. No al colonialismo" y corearon consignas que reclamaban la devolución del archipiélago al país sudamericano.
El hijo menor de la fallecida princesa Diana y el príncipe Carlos observó la manifestación por unos minutos, y enseguida la ignoró dando la largada a la maratón, que se realizó en el parque del Aterro del Flamengo a beneficio de la Organización No Gubernamental británica Comic Relief.
Bajo un fortísimo sol y luciendo una camiseta 11 de la selección brasileña de fútbol y un gorro con los colores de la bandera de Brasil, verde y amarillo, el príncipe disputó un partido de rugby con niños del barrio carioca Morro do Cantagalo, quienes están aprendiendo ese deporte típico de Gran Bretaña a través de un proyecto llamado Rio Rúgbi, y recibió clases de voley-playa junto a los campeones olímpicos brasileños de ese deporte, Jacqueline Silva, Adriana Behar y Carlao.
Durante los partidos, el príncipe rompió el protocolo establecido por sus guardias de seguridad, que tiene como regla que no puede ser tocado por nadie.
Por la tarde, el príncipe sobrevoló Río de Janeiro en helicóptero y viajó en teleférico hacia el Complexo do Alemao, norte de Río, donde fue recibido por un coro de niños de la comunidad.
Después recorrió las calles de la barriada, que era uno de los epicentros de la violencia en Río hasta noviembre de 2008, cuando una ocupación policial-militar expulsó a las bandas de narcotraficantes de la comunidad. Durante su paseo a pie, el cual realizó escoltado por soldados del ejército brasileño y agentes de su guardia personal, Harry recibió cálidos aplausos por parte de la población.
Tras participar de una feria sobre salud, el príncipe jugó al criquet cercado por una multitud de niños y después asistió a un espectáculo del músico brasileño Diogo Negueira.
En la noche de hoy, el príncipe, tercero en la sucesión al trono británico, se trasladará a Sao Paulo, donde permanecerá hasta el domingo.
Harry inició su visita a Brasil el viernes, cuando participó de una fiesta en el cerro de Urca -en el camino hacia el famoso Pan de Azúcar, uno de los símbolos de Río-, en la que fue lanzada en forma oficial la campaña "Great" (magnífico), dedicada a divulgar el potencial turístico y económico de Reino Unido, que este año organizará los Juegos Olímpicos y festejará el Aniversario de Diamante del reinado de Isabel II.
Agencia DPA
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