NEUQUÉN (AN).- A pesar de que la erupción
del volcán Puyehue se produjo hace diez meses, y desde hace varias
semanas cesó la emanación de material volcánico, la emergencia y el
desastre rural continúan en gran parte de la provincia a raíz de los
efectos que sigue generando la combinación de las cenizas con la extensa
sequía que atraviesa la región.
Hace diez días el gobierno neuquino giró 1.500.000 pesos provenientes del Proderpa a los siete comités locales de emergencia rural (CLER) que funcionan en la provincia para adquirir forrajes, agua y realizar pequeños cerramientos en los campos.
La asistencia se suma a muchas ya aportadas ante un fenómeno que si bien ya no tiene la espectacularidad de la erupción de junio del año pasado, aún embiste a la ganadería y la agricultura del interior al punto de que ninguna autoridad se arriesga a apostar una fecha para la finalización de la emergencia.
"Más allá de las declaraciones de desastre o emergencia la realidad no nos permite decir cuándo va a terminar esta situación porque aunque no caigan más cenizas siguen estando en el ambiente, sigue habiendo sequía y las cenizas parece que la hubieran potenciado", destacó el subsecretario de Producción de la provincia, Javier van Houtte.
El funcionario destacó que "no es solamente por la erupción que más de la mitad de la provincia está en estado de emergencia rural, sino que en primer término sufrimos la sequía desde hace tiempo".
Pese al complejo panorama en el que el 68% de la provincia se encuentra en emergencia, Van Houtte aseguró que "ante esta complicada situación vemos lo positivo, que es la organización que hemos logrado tener y los recursos que nos ha permitido gestionar".
En ese sentido el funcionario explicó que "hasta el momento hemos distribuido por esta emergencia más de 10.000.000 de pesos de los cuales 5.000.000 fueron en efectivo sin que al distribuir tanto dinero se hayan generado inconvenientes".
Hace diez días el gobierno neuquino giró 1.500.000 pesos provenientes del Proderpa a los siete comités locales de emergencia rural (CLER) que funcionan en la provincia para adquirir forrajes, agua y realizar pequeños cerramientos en los campos.
La asistencia se suma a muchas ya aportadas ante un fenómeno que si bien ya no tiene la espectacularidad de la erupción de junio del año pasado, aún embiste a la ganadería y la agricultura del interior al punto de que ninguna autoridad se arriesga a apostar una fecha para la finalización de la emergencia.
"Más allá de las declaraciones de desastre o emergencia la realidad no nos permite decir cuándo va a terminar esta situación porque aunque no caigan más cenizas siguen estando en el ambiente, sigue habiendo sequía y las cenizas parece que la hubieran potenciado", destacó el subsecretario de Producción de la provincia, Javier van Houtte.
El funcionario destacó que "no es solamente por la erupción que más de la mitad de la provincia está en estado de emergencia rural, sino que en primer término sufrimos la sequía desde hace tiempo".
Pese al complejo panorama en el que el 68% de la provincia se encuentra en emergencia, Van Houtte aseguró que "ante esta complicada situación vemos lo positivo, que es la organización que hemos logrado tener y los recursos que nos ha permitido gestionar".
En ese sentido el funcionario explicó que "hasta el momento hemos distribuido por esta emergencia más de 10.000.000 de pesos de los cuales 5.000.000 fueron en efectivo sin que al distribuir tanto dinero se hayan generado inconvenientes".
