RĆO COLORADO (ARC).- El paraje de Pichi
Mahuida es un pequeƱo pueblo del norte rionegrino que a pesar de las
adversidades se resiste a desaparecer.
Pichi Mahuida (Pichi: chico, Mahuida: montaƱa o cordillera) se originó a principios del siglo XX entre la orilla del rĆo Colorado y las vĆas del Ferrocarril. Tuvo sus inicios mĆ”s precisamente con el nacimiento de la estación en 1897 y actualmente sobrevive en el ramal entre BahĆa Blanca y Zapala, que dejó de prestar servicios en 1993 y que hasta mediados del 2001, contó con un presidente de la comisión de fomento que era como su intendente. EstĆ” asentada al medio de los departamentos de Avellaneda y el ejido que le corresponde a RĆo Colorado.
Al paraje se puede llegar por distintas rutas de ripio, que en varios tramos se tornan intransitables. Por la ruta provincial 54 donde hay que recorrer 85 km, por la Ruta 22 vieja y caminos rurales donde se deben sortear 16 tranqueras de distintos campos con un trayecto de 110 km y la Ćŗltima es por La Pampa por las rutas 34 y 11 transitando 115 km.
Esta "Cordillera chica" tuvo su desarrollo a lo largo de varias dĆ©cadas, asĆ como casi todo lo que se fundaba al compĆ”s del tren. Algunos registros llegaron a detectar que la población alcanzó los 1.500 habitantes, mĆ”s otra cifra similar de trabajadores rurales que realizaban tareas en campos cercanos entre RĆo Negro y La Pampa. TambiĆ©n fue un antiguo lugar de paso comercial de aborĆgenes y mantuvo las mismas caracterĆsticas en tiempos modernos. Mantuvo Ć©pocas de esplendor económico gracias a la actividad ganadera y comercial ya que varias veces a la semana se embarcaba directamente al mercado de Liniers hacienda vacuna y mayormente ovina. Se llevaban toneladas de leƱa, se acopiaba sal y lana entre las distintas materias primas del lugar.
Un almacĆ©n de ramos generales proporcionaba de todo lo necesario para los pobladores. Se podĆan comprar alimentos, trajes para ocasiones especiales y hasta un auto 0 km de aquella Ć©poca. Contaban con servicio de correo, estación de servicios, telĆ©fono pĆŗblico, dos escuelas y por semana hasta dos vagones descargaban sus mercaderĆas. Los memoriosos del lugar relatan orgullosos que "por estas vĆas llegaron a pasar 26 trenes diarios, seis de ellos de pasajeros con todas comodidades".
Pero un dĆa, durante la dĆ©cada del '90 los trenes dejaron de pasar, provocando el Ć©xodo de muchos de los habitantes del paraje.
Actualmente Pichi Mahuida conserva la iglesia a la que cada tanto llega el pĆ”rroco de RĆo Colorado para dar misas.
La escuela hogar que llegó a tener mÔs de 100 alumnos, hoy continúa funcionando con un grupo muy reducido (ver recuadro aparte).
Varias de las casas pertenecientes al ferrocarril estĆ”n deshabitadas y casi destruidas. En una de las construcción donde funciona la Funbapa (Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica) donde dos empleados realizan verificaciones a vehĆculos que pasan por el lugar rumbo a los campos de la zona. TambiĆ©n puede verse un precario puesto policial ocupado por un solo efectivo, sin comunicación directa con los puestos superiores y sin movilidad. El Ćŗnico guardia permanente es reemplazado semanalmente por otro de RĆo Colorado o de Valle Medio.
AĆŗn se conserva el cementerio, con medio centenar de tumbas. Y sobre la vĆa se pueden ver tres vagones -uno es un coche de madera para pasajeros del siglo XX, un vagón de carga y un tanque- que descansan sobre las vĆas como para hacerle recordar el pasado a todos aquellos que esporĆ”dicamente pasan por la zona.
Hoy con una docena de habitantes aunque no parezca, Pichi Mahuida sigue existiendo.
Pichi Mahuida (Pichi: chico, Mahuida: montaƱa o cordillera) se originó a principios del siglo XX entre la orilla del rĆo Colorado y las vĆas del Ferrocarril. Tuvo sus inicios mĆ”s precisamente con el nacimiento de la estación en 1897 y actualmente sobrevive en el ramal entre BahĆa Blanca y Zapala, que dejó de prestar servicios en 1993 y que hasta mediados del 2001, contó con un presidente de la comisión de fomento que era como su intendente. EstĆ” asentada al medio de los departamentos de Avellaneda y el ejido que le corresponde a RĆo Colorado.
Al paraje se puede llegar por distintas rutas de ripio, que en varios tramos se tornan intransitables. Por la ruta provincial 54 donde hay que recorrer 85 km, por la Ruta 22 vieja y caminos rurales donde se deben sortear 16 tranqueras de distintos campos con un trayecto de 110 km y la Ćŗltima es por La Pampa por las rutas 34 y 11 transitando 115 km.
Esta "Cordillera chica" tuvo su desarrollo a lo largo de varias dĆ©cadas, asĆ como casi todo lo que se fundaba al compĆ”s del tren. Algunos registros llegaron a detectar que la población alcanzó los 1.500 habitantes, mĆ”s otra cifra similar de trabajadores rurales que realizaban tareas en campos cercanos entre RĆo Negro y La Pampa. TambiĆ©n fue un antiguo lugar de paso comercial de aborĆgenes y mantuvo las mismas caracterĆsticas en tiempos modernos. Mantuvo Ć©pocas de esplendor económico gracias a la actividad ganadera y comercial ya que varias veces a la semana se embarcaba directamente al mercado de Liniers hacienda vacuna y mayormente ovina. Se llevaban toneladas de leƱa, se acopiaba sal y lana entre las distintas materias primas del lugar.
Un almacĆ©n de ramos generales proporcionaba de todo lo necesario para los pobladores. Se podĆan comprar alimentos, trajes para ocasiones especiales y hasta un auto 0 km de aquella Ć©poca. Contaban con servicio de correo, estación de servicios, telĆ©fono pĆŗblico, dos escuelas y por semana hasta dos vagones descargaban sus mercaderĆas. Los memoriosos del lugar relatan orgullosos que "por estas vĆas llegaron a pasar 26 trenes diarios, seis de ellos de pasajeros con todas comodidades".
Pero un dĆa, durante la dĆ©cada del '90 los trenes dejaron de pasar, provocando el Ć©xodo de muchos de los habitantes del paraje.
Actualmente Pichi Mahuida conserva la iglesia a la que cada tanto llega el pĆ”rroco de RĆo Colorado para dar misas.
La escuela hogar que llegó a tener mÔs de 100 alumnos, hoy continúa funcionando con un grupo muy reducido (ver recuadro aparte).
Varias de las casas pertenecientes al ferrocarril estĆ”n deshabitadas y casi destruidas. En una de las construcción donde funciona la Funbapa (Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica) donde dos empleados realizan verificaciones a vehĆculos que pasan por el lugar rumbo a los campos de la zona. TambiĆ©n puede verse un precario puesto policial ocupado por un solo efectivo, sin comunicación directa con los puestos superiores y sin movilidad. El Ćŗnico guardia permanente es reemplazado semanalmente por otro de RĆo Colorado o de Valle Medio.
AĆŗn se conserva el cementerio, con medio centenar de tumbas. Y sobre la vĆa se pueden ver tres vagones -uno es un coche de madera para pasajeros del siglo XX, un vagón de carga y un tanque- que descansan sobre las vĆas como para hacerle recordar el pasado a todos aquellos que esporĆ”dicamente pasan por la zona.
Hoy con una docena de habitantes aunque no parezca, Pichi Mahuida sigue existiendo.
jorge tanos
rcolorado@rionegro.com.ar