La promoción de acciones saludables en lugares públicos será el eje
de la conmemoración en Río Negro del 14 de Mayo como Día Mundial de la
Hipertensión Arterial. La fecha fue establecida por la Organización
Mundial de la Salud, con el fin de insistir en la importancia de
prevenir esta enfermedad y evitar, también, que desmejore la calidad de
vida de quienes la padecen.
La Hipertensión Arterial es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares e incluso, en ocasiones, es un riesgo de vida. El
lunes próximo personal hospitalario de toda la Provincia realizará
controles de presión arterial y difundirá información a la comunidad en
puestos instalados en los lugares de mayor concentración de público de
cada localidad. En Viedma, el Ministerio de Salud acompañará la
actividad organizada desde el Hospital Zatti, a través de la
participación activa del Departamento de Enfermedades Crónicas No
Transmisibles con la difusión pública de recomendaciones para una
alimentación saludable y una vida sin sedentarismo. Estas medidas pueden
ayudar a prevenir la Hipertensión Arterial.
Recomendaciones
Si bien no es curable, la HTA puede controlarse. Su tratamiento
requiere adecuar la alimentación a las necesidades individuales, con
control de sodio y una serie de recomendaciones que orienten a la
persona hacia un estilo de vida más saludable. El consumo actual de
sal se encuentra por encima de las necesidades reales. Este exceso se
relaciona con la retención de líquidos en los tejidos del cuerpo y por
tanto, con el incremento de los valores de tensión. Cuanto menos
sodio contenga la dieta, más fácil será eliminar ese exceso por la orina
y así contribuir a normalizar los niveles de tensión arterial. La
Estimación del consumo de sal en Argentina es de 12 a 13 gramos por día
por habitante. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir
no más de 5 gramos, por lo que el fomento de la reducción de sal en las
comidas es una de las estrategias más efectivas para prevenir las
enfermedades cardiacas, el Accidente Cerebro Vascular y la enfermedad
renal crónica, que representan una importante carga sanitaria. También
existe evidencia suficiente para afirmar que la práctica regular de
actividad física reduce la hipertensión arterial leves y moderados,
convirtiéndose en una buena medida para el control de la presión
arterial. |