Costa Rica "deploró" un proceso con "visos de golpe de Estado" y ofreció asilo a Lugo y a sus colaboradores, mientras Perú lo definió como "golpe a la democracia" y EEUU hizo un llamamiento a la calma.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue el primero en anunciar que no aceptará otro presidente que no sea Lugo.
Tras él, la argentina Cristina Fernández afirmó que no va a "convalidar
el golpe"; el venezolano Hugo Chávez, dijo que no reconoce "al írrito e
ilegal" Gobierno de Franco, y el boliviano Evo Morales no acepta "un
Gobierno que no surja de las urnas y del mandato del pueblo".(Click en el título para leer más)
Acción colectiva de la comunidad internacional
El presidente dominicano, Leonel Fernández,
pidió que se convoque "inmediatamente" una reunión de cancilleres de la
Organización de Estados Americanos (OEA) para "suspender al país
sudamericano de los organismos regionales" y planteó, además, "una
acción colectiva de la comunidad internacional" para restituir a Lugo.
Aunque
el canciller venezolano, Nicolás Maduro, anunció que los presidentes de
Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) se van a reunir "pronto", su
secretario general, el también venezolano Alí Rodríguez Araque, no se ha
pronunciado tras el cambio presidencial.
Quizás porque a Franco le corresponde la presidencia pro témpore de Unasur, que asumió Lugo este mes en Bogotá.
Primeras palabras de Franco
En su primer discurso como jefe de Estado, Franco sostuvo que la "transición" que comienza en el país "se realiza dentro del orden constitucional" y "de ninguna manera pone en riesgo la vigencia y principios democráticos universales".
Franco
pidió a los líderes de los países vecinos, en particular los socios del
Mercosur, que "entiendan" la situación y acepten que hará "el mayor de
los esfuerzos para que esto se normalice".
La Constitución paraguaya prevé la posibilidad de un "juicio político" al presidente
y también que si es destituido por el Senado, que actúa como tribunal,
el vicepresidente asuma la jefatura del Estado hasta las siguientes
elecciones presidenciales previstas, en este caso en abril de 2013.
Lugo,
que había dicho que iba a afrontar el juicio "con todas las
consecuencias", acató la decisión pese a que, según dijo, la ley se
había "torcido" y abandonó el Palacio Presidencial.
En San José,
el canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, señaló que su país, "que
históricamente ha sido un tradicional territorio de refugio y asilo,
expresa la mejor disposición de considerar (otorgarlo) al presidente
Fernando Lugo o a algún miembro de su gabinete, si lo tienen a bien
formular una petición en ese sentido".
Aplicar normas contra actos ilegítimos
Para Correa, la destitución de Lugo ha sido un "golpe ilegítimo" y la Unasur debe aplicar sus normas "contra actos ilegítimos como el ocurrido en Paraguay en 24 horas, que contempla, por ejemplo el cierre de fronteras".
Morales,
por su parte, aseguró que detrás de la acción política se "mueve la
mano de los neoliberales internos y externos" y señaló que es una
"acción del imperialismo y la derecha" internacional".
Para Chávez, se ha "defenestrado de manera totalmente ilegítima" a Lugo, "igual le hicieron" en junio de 2009 al entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya y lo que "trataron de hacer" en Venezuela en 2001 y aseguró que "esto no termina allí".
Leonel
Fernández condenó de forma "enérgica" la "forma ilegal y
antidemocrática" como fue sustituido Lugo y pidió a la comunidad
internacional no reconocer al nuevo gobierno del país suramericano.
Para
el presidente del Parlamento de El Salvador, Sigfrido Reyes, la
"repentina destitución" de Lugo "vulnera el orden democrático" y según
la Cancillería "riñe" con la Carta Democrática de la OEA.
El Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe tildó de "golpe de Estado" el "juicio político" contra Lugo.
El subcoordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) hondureño,
Juan Barahona, dijo que "lo ocurrido en Paraguay es igual a lo de
Honduras en junio de 2009 con el presidente Manuel Zelaya", mientras el
Gobierno que preside Porfirio Lobo no se ha pronunciado, como tampoco lo
ha hecho el expresidente Zelaya.
Santos lo lamenta pero acata la ley
El
presidente colombiano, Juan Manuel Santos, lamentó cómo se llegó a la
"remoción" de Lugo, pero afirmó que "formalmente no hubo rompimiento de
la democracia" al acatar las leyes del país.
Por su parte, el
canciller de Chile, Alfredo Moreno, aseguró que Lugo "hizo un importante
camino para lograr la paz" y que su Gobierno está "a la espera" de la
revisión de los antecedentes.
En Perú, el congresista Fredy
Otárola, portavoz de la bancada del partido gobernante Gana Perú,
calificó de "dictadura" el Gobierno asumido por Franco y anunció que el
presidente peruano, Ollanta Humala, "está convocando a los presidentes
de América Latina" para emitir una respuesta "contundente" sobre la
situación en Paraguay. La vicepresidenta, Marisol Espinoza, afirmó que
la destitución de Lugo ha sido un "golpe a la democracia" en América
Latina.
El Gobierno de México destacó la necesidad de garantizar "la integridad física del expresidente Lugo" y llamó al diálogo.
"Pedimos
a los paraguayos que actúen de manera pacífica, con calma y
responsabilidad, según el espíritu de los principios democráticos de
Paraguay", indicó, por su parte, Darla Jordan, una portavoz del
Departamento de Estado de EEUU para América Latina, en declaraciones a
EFE.