Organizaciones de derechos humanos y el
gobierno estadounidense criticaron hoy duramente la detención de la
bloguera cubana Yoani Sánchez y reclamaron su liberación inmediata, así
como la de las otras dos personas que la acompañaban.
Sánchez, su
esposo Reinaldo Escobar y una tercera persona identificada como el
también bloguero Agustín Díaz permanecían retenidos este viernes en una
comisaría de Bayamo, en el este de Cuba, confirmó a la agencia dpa el
abogado Björn Arp, que está siendo informado desde la isla sobre su
paradero.(Leer en más información)
Hace justo una semana Arp presentó en nombre de la
bloguera una denuncia contra Cuba ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) y pidió medidas cautelares a su favor por las
"amenazas" que dijo recibe la disidente.
Los tres fueron
retenidos la víspera cuando se dirigían a Bayamo para asistir este
viernes al juicio contra el político español Ángel Carromero, acusado de
la muerte en accidente de tráfico del conocido disidente Oswaldo Payá,
impulsor del "Proyecto Varela".
El Comité para la Protección de
Periodistas (CPJ) condenó hoy la detención de Sánchez y sus dos
acompañantes y reclamó su "liberación inmediata" e "incondicional".
"El
arresto de estos periodistas indica claramente que el gobierno cubano
continúa su práctica de castigar el periodismo independiente", sostuvo
el coordinador para las Américas del CPJ, Carlos Lauría.
Según
recordó, a Yoani Sánchez se le ha denegado "repetidamente" viajar al
extranjero y ha sido víctima de "acoso oficial" por su trabajo.
"Pese
al menor número de detenciones de largo plazo de peridoistas en los
últimos años, Cuba sigue siendo el país más represivo para la prensa del
hemisferio y es uno de los países más censurados del mundo", sostuvo
Lauría.
Para el asesor especial de Amnistía Internacional (AI)
Javier Zúñiga, estas últimas detenciones antes del juicio de Carromero
forman parte de la "cadena de acoso que Yoani Sánchez y otros disidentes
han sufrido de manos de las autoridades cubanas".
AI aseguró
asimismo haber recibido información sobre el arresto de un pequeño grupo
de activistas locales en Bayamo, "en un aparente intento por impedir
cualquier actividad disidente durante el juicio".
"Las
autoridades deben revelar de inmediato detalles de todos los detenidos
en Bayamo y, o bien acusarlos de ofensas criminales que estén
internacionalmente reconocidas o ponerlos en libertad", reclamó.
Entretanto,
el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo que el
gobierno estadounidense está "muy preocupado" por el "uso repetido" por
parte del gobierno cubano de la "detención arbitraria para silenciar a
críticos, desbaratar reuniones pacíficas e impedir el periodismo
independiente".
"Está muy claro que las condiciones de los
derechos humanos en Cuba siguen siendo pobres", sostuvo Toner, para
quien el gobierno de La Habana "siguen limitando libertades
fundamentales como la de expresión, entre otros de miembros de la
prensa".
El bloguero Yohandri Fontana, cercano al gobierno
cubano, había sido uno de los primeros en dar a conocer la detención de
Yoani por, según dijo, pretender distorsionar el proceso a Carromero con
una "provocación y un show mediático".
A su esposo Reinaldo
Escobar entretanto se lo acusaría de haber recibido "instrucciones" de
la representación estadounidense en La Habana, algo que el abogado Arp
desestimó como "contradicción total" y "absurdo".
Carromero está
acusado de provocar el accidente del 22 de julio en el que murieron el
disidente Oswaldo Payá y el opositor Harold Cepero. Por ello, Carromero,
de 27 años, dirigente de las juventudes del PP en Madrid, está acusado
de doble homicidio imprudente. La fiscalía pide siete años de cárcel
para él como conductor del vehículo en el que murieron ambos disidentes
el 22 de julio.
Según la versión oficial, Carromero duplicaba la
velocidad permitida cuando se estrelló contra un árbol al salirse de la
carretera en el lugar del accidente, que se encontraba en obras.
Carromero y el sueco Jens Aron Modig, que viajaba como copiloto, sufrieron sólo heridas leves.
La
muerte de Payá y la implicación de los dos jóvenes políticos europeos
en el accidente causó gran revuelo internacional. Payá, de 60 años y
líder del ilegal Movimiento Cristiano Liberación, era uno de las más
relevantes líderes opositores cubanos de la última década.
El
proceso se celebra en Bayamo, a unos 750 kilómetros de La Habana, cerca
del lugar en el este de la isla donde ocurrió el accidente.
El
político español está imputado únicamente por presuntos delitos viales
con consecuencias mortales. En caso de que fuera declarado culpable, la
pena de hasta seite años podría además reducirse ya que ni la familia de
Payá ni la de Cepero han presentado cargos.
"Nuestra familia no
cree que Ángel Carromero sea responsable de este hecho", dijo a la
agencia dpa la viuda de Payá, Ofelia Acevedo. La familia del opositor
pide hasta ahora una investigación independiente y pone en duda la
versión oficial del accidente.
El caso Carromero no es un simple
juicio por presuntos delitos viales. Por el contrario, está cargado de
connotaciones políticas. Y no sólo Cuba, usualmente reacia a la opinión
pública, sino también España han guardado un silencio casi total sobre
el tema.
DPA