En rueda de prensa, el Jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina, dió a conocer la postura del gobierno nacional en torno a la tensa situación que se registra por estos momentos en la ciudad de Bariloche.
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Indicó que la presidenta Cristina Fernández se puso en contacto con el gobernador Alberto Weretilneck desde el comienzo de los desmanes y confirmó el envió de los 400 gendarmes que arribarán a la ciudad lacustre.
Aclaró que sólo será para "colaborar en el cuidado de la ciudad", descartando la posibilidad de otro tipo de intervenciones. Según refirió, la responsabilidad de las tareas para devolver el orden corresponden a las fuerzas del Gobierno Provincial.
Continuando con lo expuesto, comparó la situación en Bariloche con los sabotajes al servicio de energía que se registraron en la provincia de Neuquén, destacando la influencia de las "fechas de fin de año". (Ampliar en más información)
Por eso, aseguró que están atentos para "prevenir" cualquier repercusión en otro punto del país.
"Este Gobierno condena en forma enérgica y profunda cualquier tipo de manifestación violenta que venga a frenar este proceso de paz social", remarcó el jefe de gabinete en declaraciones formuladas al hablar ante los periodistas en la Casa Rosada.
Abal Medina leyó una carta enviada por Weretilneck a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner:
"Atento a que se están produciendo saqueos violentos a supermercados y que las fuerzas provinciales se encuentran superadas por la situación, en el marco de la ley 24.059, solicito la intervención de las fuerzas federales y la inmediata constitución del comité de crisis previsto en esa normativa".
"La Presidenta ha resuelto que las fuerzas federales salgan en los próximos minutos, a efectos de dar colaboración en el cuidado de la ciudad, dado que las tareas que tienen que ver con la contención de la protesta son responsabilidad del gobierno provincial", agregó.
Enfatizó que "estos hechos no casualmente ocurren en estas fechas, un 20 de diciembre", por lo que señaló que desde el Gobierno están "más atentos que nunca a los fines de estar previendo episodios de esta naturaleza".
Calificó a los autores de los desmanes como "grupos marginales". Y concluyó diciendo que "tanto el gobierno como el pueblo argentino condenan cualquier hecho que pretenda cortar con el proceso de paz social" en nuestro país.
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