AĆOS DE TRABAJO SAQUEADO POR VECINOS
Distintos comerciantes de calle Onelli que fueron consultados durante la jornada de ayer respecto de los daƱos sufridos. El panorama fue desolador, comerciantes con dĆ©cadas de trabajo lo perdieron todo. Una recorrida por calle Onelli, reflejĆ³ los daƱos sufridos por varios comerciantes, como consecuencia de los saqueos. Una tienda ubicada en el numeral 700 de esa arteria, recibiĆ³ la notificaciĆ³n de la empresa de monitoreo, porque se habĆan disparado todos los sensores del comercio. Al llegar al lugar encontraron vidrieras rotas, rejas forzadas y mucha mercaderĆa como faltante. Zapatillas, remeras, bermudas y otros artĆculos de indumentaria, habĆan sido arrasados. TambiĆ©n se llevaron una computadora y la caja registradora. Todo lo cargaban en una Ford F-100, y producto de la intervenciĆ³n de empleados de una panaderĆa cercana y de otros vecinos, se alejaron del lugar. (Ampliar en mĆ”s informaciĆ³n)
Pero alrededor de las nueve de la noche volvieron y volvieron a saquear. SegĆŗn confiaron la intensiĆ³n era de reponer e intentar abrir cuanto antes, para aprovechar las ventas navideƱas. En una carnicerĆa de calle Onelli a metros de Brown no dejaron nada. “La pava y el mate y hasta el tacho de basura se llevaron” confesĆ³ el carnicero que pretendĆa terminar de limpiar durante el viernes, para el sĆ”bado poder estar abriendo nuevamente. “No se llevaron las heladeras porque eran muy grandes”, agregĆ³. En una peluquerĆa ubicada a escasos metros, saquearon todo y lo utilizaron como combustible para encender una barricada en la intersecciĆ³n de Brown. El damnificado contĆ³ que con gran espĆritu solidario, colegas le prestarĆ”n equipamiento para que pueda seguir funcionando. AdemĆ”s, revelĆ³ su historia de vida, de cuna con profundas carencias y con muchĆsima dedicaciĆ³n para alcanzar lo que en pocos segundos otros destruyeron. En una carpinterĆa de la cuadra, entraron dos veces durante el jueves. Robaron herramientas de trabajo y otros artĆculos comerciales como cajas registradoras, computadoras, cafeteras. PermanecĆan abiertos y funcionando normalmente. Avanzando hacia el alto la situaciĆ³n no se modificaba, algunos con mĆ”s suerte, como una verdulerĆa robada hasta el hartazgo que de tanto reforzar su frente se convirtiĆ³ en infranqueable para los asaltantes, como sus vecinos inmediatos de dos kioscos y regalerĆas, como ferreterĆas, que perdieron absolutamente todo. “Nos vaciaron por completo” graficĆ³ un damnificado. Oscar CĆ³rdoba, otro vecino asaltado en reiteradas ocasiones en los Ćŗltimos tiempos, sufriĆ³ el saqueo y el incendio de su local: “me quitaron todo lo que tenĆa. Entraron a saquear, arrancaron la reja y despuĆ©s prendieron fuego. SignificĆ³ la pĆ©rdida, todo el equipo de trabajo, el mobiliario, el dinero, todo” concluyĆ³ categĆ³rico. ExplicĆ³ que estaba observando muy cerca como ocurrĆa todo, pero no pudo intervenir. “Hace 14 aƱos que estaba ahĆ, con toda una historia por detrĆ”s, el kiosco del barrio, conocido por todos, siempre le daba una mano a todos”, concluyĆ³. El mutirubro ubicado casi en la intersecciĆ³n de Onelli con Sobral, fue el mĆ”s damnificado. Una fiambrerĆa salvĆ³ una parte de lo suyo y una provedurĆa tambiĆ©n sufriĆ³ daƱos parciales. CĆ³rdoba explicĆ³ que intentĆ³ “llegar al municipio” para obtener respuestas, pero se cruzĆ³ con integrantes de “una cooperativa ahĆ afuera, me identificaron y tras un cruce verbal me alejĆ©”.
Distintos comerciantes de calle Onelli que fueron consultados durante la jornada de ayer respecto de los daƱos sufridos. El panorama fue desolador, comerciantes con dĆ©cadas de trabajo lo perdieron todo. Una recorrida por calle Onelli, reflejĆ³ los daƱos sufridos por varios comerciantes, como consecuencia de los saqueos. Una tienda ubicada en el numeral 700 de esa arteria, recibiĆ³ la notificaciĆ³n de la empresa de monitoreo, porque se habĆan disparado todos los sensores del comercio. Al llegar al lugar encontraron vidrieras rotas, rejas forzadas y mucha mercaderĆa como faltante. Zapatillas, remeras, bermudas y otros artĆculos de indumentaria, habĆan sido arrasados. TambiĆ©n se llevaron una computadora y la caja registradora. Todo lo cargaban en una Ford F-100, y producto de la intervenciĆ³n de empleados de una panaderĆa cercana y de otros vecinos, se alejaron del lugar. (Ampliar en mĆ”s informaciĆ³n)
Pero alrededor de las nueve de la noche volvieron y volvieron a saquear. SegĆŗn confiaron la intensiĆ³n era de reponer e intentar abrir cuanto antes, para aprovechar las ventas navideƱas. En una carnicerĆa de calle Onelli a metros de Brown no dejaron nada. “La pava y el mate y hasta el tacho de basura se llevaron” confesĆ³ el carnicero que pretendĆa terminar de limpiar durante el viernes, para el sĆ”bado poder estar abriendo nuevamente. “No se llevaron las heladeras porque eran muy grandes”, agregĆ³. En una peluquerĆa ubicada a escasos metros, saquearon todo y lo utilizaron como combustible para encender una barricada en la intersecciĆ³n de Brown. El damnificado contĆ³ que con gran espĆritu solidario, colegas le prestarĆ”n equipamiento para que pueda seguir funcionando. AdemĆ”s, revelĆ³ su historia de vida, de cuna con profundas carencias y con muchĆsima dedicaciĆ³n para alcanzar lo que en pocos segundos otros destruyeron. En una carpinterĆa de la cuadra, entraron dos veces durante el jueves. Robaron herramientas de trabajo y otros artĆculos comerciales como cajas registradoras, computadoras, cafeteras. PermanecĆan abiertos y funcionando normalmente. Avanzando hacia el alto la situaciĆ³n no se modificaba, algunos con mĆ”s suerte, como una verdulerĆa robada hasta el hartazgo que de tanto reforzar su frente se convirtiĆ³ en infranqueable para los asaltantes, como sus vecinos inmediatos de dos kioscos y regalerĆas, como ferreterĆas, que perdieron absolutamente todo. “Nos vaciaron por completo” graficĆ³ un damnificado. Oscar CĆ³rdoba, otro vecino asaltado en reiteradas ocasiones en los Ćŗltimos tiempos, sufriĆ³ el saqueo y el incendio de su local: “me quitaron todo lo que tenĆa. Entraron a saquear, arrancaron la reja y despuĆ©s prendieron fuego. SignificĆ³ la pĆ©rdida, todo el equipo de trabajo, el mobiliario, el dinero, todo” concluyĆ³ categĆ³rico. ExplicĆ³ que estaba observando muy cerca como ocurrĆa todo, pero no pudo intervenir. “Hace 14 aƱos que estaba ahĆ, con toda una historia por detrĆ”s, el kiosco del barrio, conocido por todos, siempre le daba una mano a todos”, concluyĆ³. El mutirubro ubicado casi en la intersecciĆ³n de Onelli con Sobral, fue el mĆ”s damnificado. Una fiambrerĆa salvĆ³ una parte de lo suyo y una provedurĆa tambiĆ©n sufriĆ³ daƱos parciales. CĆ³rdoba explicĆ³ que intentĆ³ “llegar al municipio” para obtener respuestas, pero se cruzĆ³ con integrantes de “una cooperativa ahĆ afuera, me identificaron y tras un cruce verbal me alejĆ©”.