Carta abierta de una docente neuquina
Por: Silvana Santarelli HARTA, harta, cansada de escuchar en televisión a todo el mundo decir “si los docentes tienen vocación, que vayan a la escuela a trabajar” como si el problema del no inicio de clases solo fuera responsabilidad de los docentes. ¿El Estado no tiene vocación de servicio? ¿Qué hace el Estado para solucionar el problema? Ah, sí, ofrece un aumento que se hará completo y efectivo en septiembre… con un país que en dos meses marcó 7 % de inflación… un chiste. Por otro lado, escucho “los padres no saben qué hacer con los chicos en la casa. Tienen que ir a trabajar y no tienen donde dejarlos”. ¿¿¿¿¿PERDÓN????? Y la educación donde entra en todo esto? Parece que habláramos de una guardería, no de una escuela.
“Hay chicos que si no van a la escuela no comen” escuché a una periodista hoy. Insisto, seguimos hablando del lugar donde se capacita, ¿no? Porque más bien parece que estuviéramos supliendo, con todo esto, el rol de la familia y del Estado. Ah, ¿Sí?, ¿Ya lo estamos haciendo? Ups… Yo propongo que pongamos en las escuelas a unas cuantas niñeras, un par de cocineras y gente que sirva desayuno y almuerzo y sigamos reclamando. Porque de verdad, la educación, en el sentido más amplio de la palabra, le importa tres pepinos a nadie. Lo que quieren es sacarse a los pibes de encima. Y no me vengan con que el docente, si tiene vocación trabaja por poca guita. No voy a permitir que se me diga, por lo menos a mí, que no trabajo con vocación. Quisiera saber cuántos de los presentes, con un sueldo como el docente, le pondría la onda que le ponemos a pesar de las circunstancias. Escuchar los insultos de los que somos víctimas, a los padres justificarse descaradamente y desvergonzadamente pidiendo que sus hijos vuelvan a clases porque si no, no saben cómo sacarlos de la play ¿? ¿Y yo te lo tengo que sacar? ¿Dónde estudiamos en la carrera docente una cátedra que sea “entretener a los hijos de padres que no saben qué hacer con ellos, contenerlos y alimentarlos?” Me importa que los chicos estén en la escuela, me importa la educación como tal, la capacitación, la planificación de tareas que ayuden al crecimiento integral de mis alumnos… ME IMPORTA. Basta de poner a la gente en contra de los docentes!!!! Porque lo más increíble de todo, es que después de putearnos durante semanas en sus casas, pretenden que los pibes nos respeten en la escuela. Y si eso no sucede, apelan al gabinete psicopedagógico de la escuela, al consejo de educación y al ministro si es necesario, porque sinceramente “YO YA NO SÉ QUÉ HACER CON ESTE CHICO” Los hijos son nuestros, los docentes son personas que trabajan de docentes y comen, se visten y viven como cualquier ser humano y el Estado es quien debe garantizar el inicio de clases. Puestas las cosas en su lugar, me despido atte Silvana Santarelli
“Hay chicos que si no van a la escuela no comen” escuché a una periodista hoy. Insisto, seguimos hablando del lugar donde se capacita, ¿no? Porque más bien parece que estuviéramos supliendo, con todo esto, el rol de la familia y del Estado. Ah, ¿Sí?, ¿Ya lo estamos haciendo? Ups… Yo propongo que pongamos en las escuelas a unas cuantas niñeras, un par de cocineras y gente que sirva desayuno y almuerzo y sigamos reclamando. Porque de verdad, la educación, en el sentido más amplio de la palabra, le importa tres pepinos a nadie. Lo que quieren es sacarse a los pibes de encima. Y no me vengan con que el docente, si tiene vocación trabaja por poca guita. No voy a permitir que se me diga, por lo menos a mí, que no trabajo con vocación. Quisiera saber cuántos de los presentes, con un sueldo como el docente, le pondría la onda que le ponemos a pesar de las circunstancias. Escuchar los insultos de los que somos víctimas, a los padres justificarse descaradamente y desvergonzadamente pidiendo que sus hijos vuelvan a clases porque si no, no saben cómo sacarlos de la play ¿? ¿Y yo te lo tengo que sacar? ¿Dónde estudiamos en la carrera docente una cátedra que sea “entretener a los hijos de padres que no saben qué hacer con ellos, contenerlos y alimentarlos?” Me importa que los chicos estén en la escuela, me importa la educación como tal, la capacitación, la planificación de tareas que ayuden al crecimiento integral de mis alumnos… ME IMPORTA. Basta de poner a la gente en contra de los docentes!!!! Porque lo más increíble de todo, es que después de putearnos durante semanas en sus casas, pretenden que los pibes nos respeten en la escuela. Y si eso no sucede, apelan al gabinete psicopedagógico de la escuela, al consejo de educación y al ministro si es necesario, porque sinceramente “YO YA NO SÉ QUÉ HACER CON ESTE CHICO” Los hijos son nuestros, los docentes son personas que trabajan de docentes y comen, se visten y viven como cualquier ser humano y el Estado es quien debe garantizar el inicio de clases. Puestas las cosas en su lugar, me despido atte Silvana Santarelli
