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Pocos paĆses hay con el espacio aprovechado tan al extremo como Japón. Cada metro cuadrado tiene un uso especĆfico, y asĆ como allĆ existen viviendas en las que literalmente apenas cabe una persona con una notebook y un colchón para dormir, las calles estĆ”n atestadas de vehĆculos de todo tipo. A partir de ayer, ese trĆ”nsito urbano tiene un nuevo habitante, el i-Road, una especie de auto-moto desarrollado por Toyota y que ahora serĆ” probado por usuarios en condiciones reales desde ahora y hasta junio.
Ya hemos visto en los mismĆsimos albores de este siglo a la C1 de BMW, una motocicleta con la particularidad de tener un techo de modo de ofrecer la seguridad de un automóvil. Hasta tenĆa cinturones de seguridad y zonas de deformación programada, y si el vehĆculo perdĆa el equilibrio, el pasajero quedaba protegido y dentro de los lĆmites de la carrocerĆa, aunque los costados estuviesen totalmente abiertos. Pero aquĆ©l se conducĆa como una moto, y este i-Road es otra cosa.
Por ser un vehĆculo de propulsión elĆ©ctrica, pero tambiĆ©n por el concepto que representa, el producto de Toyota se asemeja mĆ”s al Twizy de Renault que al C1. Sin embargo, en lo que a cantidad de ruedas se refiere, estĆ” entre uno y otro. El i-Road, para un solo pasajero, tiene tres puntos de apoyo, con una configuración de una atrĆ”s y dos adelante. Estas Ćŗltimas son las que proporcionan la tracción.
Este vehĆculo, con una carrocerĆa totalmente cerrada y basculante, dobla con la inclinación de la misma hacia uno u otro lado, al igual que una moto. Cuando el conductor gira el volante, la rueda trasera es la que responde, y automĆ”ticamente hace que este particular medio de transporte se incline los grados que se corresponden con el giro que quiere realizarse. Para ello, las ruedas delanteras hacen un trabajo vital, ya que tienen la capacidad de "acompaƱar" el movimiento de la carrocerĆa de forma dinĆ”mica (con un movimiento vertical), como puede apreciarse en una de las imĆ”genes que ilustran esta nota.
Para Toyota, el i-Road, presentado en el Salón de Tokio de 2013 pero luego mostrado también en el evento de Ginebra, es la solución de movilidad en las ciudades modernas, porque conjuga la conveniencia de una motocicleta con el confort y la estabilidad de un automóvil. Y como es un producto de esta época, tiene propulsión eléctrica.
Con un largo de 2.345 mm, un ancho de apenas 870 mm y una altura de 1.455 mm, este vehĆculo pesa nada mĆ”s que 300 kg (sin ocupante ni carga extra). Su distancia entre ejes, de 1.695 mm, es vital tambiĆ©n para ofrecer buena maniobrabilidad a la hora de doblar. AsĆ, logra un radio de giro de 3 metros. Por su parte, las ruedas delanteras tienen medidas de 80/90 R16, mientras que la trasera es 120/90 R10.
Funciona con dos motores elĆ©ctricos adosados cada uno a una rueda de las frontales y alimentados por una baterĆa de litio-ión que se recarga enchufĆ”ndola a la corriente. Con carga completa, es capaz de circular hasta 50 kilómetros con un uso donde su velocidad promedio sea de 30 km/h. Sin embargo, es capaz de alcanzar los 60 km/h cuando lo necesite.
Para las pruebas en el gran Tokio, Toyota les entregarĆ” diez vehĆculos a aproximadamente 20 participantes, del pĆŗblico en general y de expertos en la industria automotriz. El proyecto es un paso mĆ”s de la marca japonesa en su plan de contribuir a crear medios de movilidad libres de emisiones de combustión. El i-Road parece ser un ingenioso aporte para el trĆ”nsito urbano unipersonal.