"Cuando la puedo mirar, sale a jugar afuera"
Norma es una vecina del barrio El Progreso. Es ama de casa y vive con sus hijos, hermanos y sobrinos. Sus dos niños concurren a la Escuela Primaria Nº 1. Ya perdieron los 13 días en los que paró el gremio docente (ATEN) que reclama una suba salarial.
Se quejó por los contenidos que perdieron los niños por no asistir a la escuela.
Considera que aún así, en un contexto donde hay muchas dificultades para un buen aprendizaje dentro de la escuela, “muchos pasan de grado sin tener los conocimientos necesarios”.
Los días de paro, explica, su hija menor se queda adentro de la casa: en el barrio no tiene un espacio donde ir, ya sea para realizar alguna actividad artística o deportiva.
“Ella escribe, juega adentro o en la computadora. Cuando la puedo mirar, sale a jugar afuera. A veces la maestra le deja tarea antes del paro, pero como le gusta mucho la termina enseguida”, relató la madre parte de la situación que debe sobrellevar.
Se quejó por los contenidos que perdieron los niños por no asistir a la escuela.
Considera que aún así, en un contexto donde hay muchas dificultades para un buen aprendizaje dentro de la escuela, “muchos pasan de grado sin tener los conocimientos necesarios”.
Los días de paro, explica, su hija menor se queda adentro de la casa: en el barrio no tiene un espacio donde ir, ya sea para realizar alguna actividad artística o deportiva.
“Ella escribe, juega adentro o en la computadora. Cuando la puedo mirar, sale a jugar afuera. A veces la maestra le deja tarea antes del paro, pero como le gusta mucho la termina enseguida”, relató la madre parte de la situación que debe sobrellevar.
“Hay que entretenerlos con todo porque adentro se aburren y así se hace más difícil”, manifestó.
Como muchos de los padres que padecen la huelga, mandaría a su hija mayor a una escuela privada. En su caso no es posible: “Me tengo que bancar los paros”, expresa.
“Prefiero ir a la escuela porque me divierto más y acá no tanto. Me aburro”, cuenta la nena de nueve años cuando se le pregunta sobre la escuela y cómo hace para pasar el tiempo cuando no va al aula.
Norma habla de la huelga: “Los que entienden más del tema dicen que está bien que los docentes reclamen. Mi marido es empleado público, pero su sector no hace paro. La semana pasada tuvo un solo día de clases. Tenemos que aguantar esto, es lo que nos queda”, dijo la mujer en tono resignado.
En este contexto, como muchos de los otros afetados en el mismo barrio, afirmó que espera una pronto resolución, para que sus hijos puedan volver con el ritmo normal de clases.
