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Especialistas advirtieron un incremento de casos de tos convulsa en adolescentes y adultos en los últimos años en el país y manifestaron que el 80 por ciento de los miembros de familias no inmunizadas desarrollarán la enfermedad si conviven con una persona infectada, por lo que recomendaron vacunarse.
La tos convulsa es una enfermedad infecciosa respiratoria aguda, altamente contagiosa, que se transmite de una persona infectada a otra por medio de gotitas de saliva que se eliminan al toser.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que la enfermedad causa unos 50 millones de casos y 355.000 muertes anuales en el mundo.
Especialistas manifestaron en un informe que a pesar de que la vacuna contra la enfermedad se aplica en la primera infancia, la protección disminuye con el tiempo.
En ese sentido, advirtieron que adolescentes y adultos pueden transmitir la enfermedad a lactantes que aún no fueron inmunizados o no completaron el esquema de vacunación contra la tos convulsa.
Los lactantes, reportaron los expertos, son quienes con mayor frecuencia deben ser hospitalizados por complicaciones derivadas de la enfermedad, que también puede provocar la muerte.
Asimismo, manifestaron que adolescentes y adultos no presentan los síntomas clásicos de la enfermedad, por lo que pueden permanecer sin diagnóstico, lo que facilita la transmisión de la enfermedad a niños.
Los expertos mencionaron que diferentes estudios mostraron que los padres, en especial las madres, constituyen la fuente principal de contagio de la tos convulsa en niños, en más del 50 por ciento de los casos.
Las mismas investigaciones revelaron que el 80 por ciento de los miembros de las familias no inmunizadas desarrollarán la enfermedad si conviven con una persona infectada.
La mortalidad de lactantes causada por tos convulsa disminuyó un 57,2 por ciento en 2012, en comparación a los casos registrados durante el 2011, informó el ministerio de Salud en enero de 2013.
La cartera nacional atribuyó el descenso de los registros de mortalidad a la estrategia de control de la enfermedad, que incluye acciones para mejorar las coberturas de vacunación en niños de entre 18 meses y 11 años y medidas de bloqueo ante la aparición de casos sospechosos.
En febrero de 2012 incorporó al calendario la vacunación complementaria para embarazadas en la semana 20 de gestación, para transferir anticuerpos a los menores de 6 meses, el grupo con mayor riesgo de contraer la enfermedad provocada por la bacteria bordetella pertussis.
DyN
