El senador nacional por el Movimiento Popular Neuquino, Guillermo Pereyra, se reunió anoche en Neuquén capital con más de 300 referentes provinciales de su partido y señaló que con el trabajo mancomunado y en equipo se podrá “construir la provincia grande que todos necesitamos”. “Una sola persona no puede salvar a la provincia, sino todo un equipo. Sólo así podremos construir una provincia grande y un partido fuerte y solidario”, dijo quien el viernes pasado anunció su candidatura a gobernar Neuquén en 2015.
Mencionó que la capacidad de gestión del movimiento obrero –espacio al que pertenece y reivindica- se manifiesta en los beneficios a los que pudieron acceder los trabajadores petroleros en sus 30 años al frente del Sindicato de Trabajadores del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, donde “hemos construido con los compañeros una organización sindical en la que cada ladrillo, cada revoque está impregnado de solidaridad”.
“No cabe la menor duda de que soy un hombre peronista, llevo bien en alto las banderas de nuestro Movimiento Popular Neuquino, de la justicia social, de la independencia económica, de la soberanía política, del federalismo, estandartes que abracé de manera constante en mi vida y a las que jamás resignaré”, expresó.
Respecto a las internas del partido provincial, cuya fecha fue fijada para el 24 de agosto, dijo que “la herida más grande que tengo es la traición a nuestro partido. Voy a ir a la interna para ser presidente del partido si va (el gobernador) Jorge Sapag, porque quiero competir con él. En caso contrario van a ir otros compañeros, pero no vamos a resignar el espacio político que hemos construido. Y yo personalmente voy a estar al lado de todos ustedes conduciendo y trabajando”, aseguró.
Pero aclaró que en caso de ser electo gobernador renunciará a cualquier cargo partidario, ya que es función de la organización política de la que se proviene fiscalizar la gestión de gobierno y “no se puede ser juez y parte”.
Recordó que tiene “toda una vida, 40 años de dirigente sindical, de ellos 30 años como secretario general del gremio, de presidente de la mutual, además de ser hace 5 años presidente de la obra social de los petroleros y más recientemente secretario general adjunto de la Confederación General del Trabajo (CGT)”.
Y dijo que por ello “me estoy preparando emocionalmente para producir un desprendimiento si llego a gobernador. Porque si bien nada dice que es legalmente incompatible, la ética es fundamental y estoy convencido de que tengo que renunciar a todos los honores que me dieron los trabajadores, para dedicarle tiempo completo y pleno a gobernar, si los ciudadanos de Neuquén me honran para conducir los destinos de esta provincia”.
Aseguró que este desafío lo afronta “convencido de que es la oportunidad para comenzar un despegue material y humano en la provincia y para que vengan futuras generaciones” a gestionar en la política gremial.
