Neuquén .- “La soberanía de la Nación se sustenta en cuatro pilares: educación, trabajo, alimentos y energía, junto con la necesaria consolidación del federalismo. Un federalismo no de subordinación ni de desintegración. Un federalismo de provincias fuertes y autónomas integradas a una Nación soberana, en una relación de justicia y equidad”, escribió el gobernador neuquino Jorge Sapag en un editorial publicada hoy en el diario porteño La Nación.
La extensa nota firmada por el mandatario sureño se enmarca en la intensa puja por el negocio petrolero desatado en torno a la riqueza potencial de las formaciones Vaca Muerta y Los Molles.
En ese sentido, volvió a defender la existencia de la compañía GyP, creada durante su mandato para “atraer inversiones internacionales”, y el esquema de negocios implementado por la provincia.
Sapag recordó el estrecho horizonte de reservas hidrocarburíferas que había cuando asumió y las modificaciones en la legislación -Gas Plus y Petróleo Plus-, que permitieron a la provincia “salir a buscar nuevos inversores en campos petroleros sin producción”.
El núcleo de la opinión del mandatario, luego de trazar el panorama expectante que significó la confirmación de la potencialidad de los recursos en el subsuelo profundo, apunta a validar el papel de Gas y Petróleo de Neuquén (GyP) en el desarrollo de las áreas marginales. Reiteró que la provincia realizó rondas internacionales de negocios y consiguió acuerdos con compañías que asumieron el riegos principal del desarrollo. “Y que se debía reservar el 10% de la asociación a la empresa en cuya cabeza estaba la titularidad de los derechos, esto es GyP, como condición para el ingreso al 90% de los derechos sobre las áreas”.
En 2012, por la ley nacional de soberanía hidrocarburífera, que estatizó el 51% de las acciones de YPF, el panorama cambió drásticamente.
El volumen de inversiones conseguido por la provincia, y las realizadas por YPF, permitieron – según datos del primer trimestre del 2014- revertir el cuadro negativo de producción en 15 años.
“GyP, desde 2008, es una herramienta para la inversión y el desarrollo. Es socia de YPF y de casi todas las compañías (24) que operan en la provincia en 54 áreas”, aseguró el gobernador neuquino, al tiempo que ratificó que la empresa estatal provincial “es complementaria, no competidora de YPF”, señaló Sapag.
El desarrollo hidrocarburífero del Neuquén, según la concepción del Ejecutivo patagónico, requiere del permanencia de GyP como jugador inevitable del mercado. Sin embargo el futuro de la empresa neuquina quedó embretado en la puja por los derechos de explotación que mantiene YPF con la provincia. “Para poder lograr el objetivo común de desarrollar los hidrocarburos no convencionales estas empresas no deben pretender ser exclusivas ni monopólicas, ya que necesitamos capitales y tecnología de todo el mundo para concretar este anhelo”, argumentó el mandatario, que pidió “hablar el mismo idioma” en todos los estamentos gubernamentales involucrados.
En ese sentido recomendó a los negociadores nacionales, que quieren rediseñar la arquitectura normativa para actividades extractivas, “generar consensos sociales y políticos, crear un ambiente estable, viable y creíble de inversiones en el campo energético y procurar el desarrollo de fuentes de trabajo diversificadas con una distribución equitativa de la renta del gas y del petróleo entre todos los sectores: Nación, provincias, municipios, trabajadores, empresas operadoras, empresas de servicios y de la sociedad en su conjunto”.
