LEALTAD Y DERECHO -Los gobiernos democráticos del Neuquén tuvieron sus razones para una relación institucional tolerante, con la necesidad del Estado Nacional. El que existe por imperio de las provincias y no al contrario como dijera Capitanich, en un rapto centralista. Ministro que gobernó una tierra fronteriza en la que la avanzada foránea fue detenida por la gente de le puso el pecho a los invasores, sin el apoyo de un Buenos Aires lejano y ajeno a la gran tierra Argentina. Ignorante de las necesidades de héroes como Belgrano, Güemes y San Martín y en ellos; a todos los sacrificados ignorados, olvidados, traicionados y hasta perseguidos por el poder del puerto, pro inglés y también beneficioso para la corona española. Convengamos que la Nación es la suma de las provincias y la riqueza de dichas jurisdicciones, es y será el sostén de una Patria que debe ser justa. Y en ello no debe faltarse el respeto a las provincias ni a los representantes de sus pueblos, que refieren en suma la soberanía nacional. La medida del Gobierno centralista con las provincias de Río Negro, Mendoza, Santa Cruz y el Neuquén, es una acción injusta, irrespetuosa e inequitativa, que posterga a los Estados que aportan al fisco nacional una enorme riqueza.
Los pueblos provincianos aportamos, colaboramos, ayudamos, sacrificamos y pagamos con creces esas gentilezas económicas, que no compensan lo mucho que le damos a la Nación. Seguimos siendo solidarios en el repudio a los fondos buitres que amenazan la economía y la soberanía de nuestra Patria, pero no aceptamos actitudes similares que reflotan y profundizan avanzando sobre los Derechos provinciales por los hidrocarburos, congelando nuestra cuota parte y prohibiendo el canon lógico por la expoliación inmerecida de los recursos no renovables del subsuelo. De allí que solicitamos la urgente convocatoria para la refinanciación comprometida que no debe ser herramienta extorsiva de exclusión, sino beneficio distributivo con esa Justicia Social que no se traiciona. 08 04 14 José Manuel Prado...
