Fernando Castro
fcastro@lmneuquen.com.ar
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Neuquén
Horacio Quiroga y Ramón Rioseco se encontraron el jueves en Buenos Aires. Antes, el intendente de Cutral Co había dicho que su acuerdo con Javier Bertoldi estaba cerrado en un 90 por ciento, que solo restaba definir quién encabezaría la fórmula kirchnerista cuando sus respectivos partidos “se pusieran de acuerdo”.
Rioseco le había pedido tiempo hasta el 15 de diciembre a Quiroga. Ese día se definiría si, finalmente, conformarían una fórmula. El llamado de Oscar Parrilli, dos días antes de la interna del MPN, aceleró los tiempos. El lunes, tras el encuentro en la Rosada, ambos posaron gustosos para una foto. Y enseguida el PJ activó la convocatoria de ayer, para fijar la fecha de su interna, el paso previo para que Rioseco y Bertoldi sean los candidatos kirchneristas.
El operativo culminó con una fórmula justicialista casi posicionada para 2015. Pero también dividió al electorado en tres. Por un lado, el MPN y su semiautomático piso del 30% de votantes; en el otro rincón, la fórmula del kirchnerismo impulsada por Parrilli; y Pechi y su candidato(a), sobre el que todavía hay un cúmulo de incógnitas.
La fórmula de los “50 puntos”
Horacio Quiroga y Ramón Rioseco se encontraron el jueves en Buenos Aires. Antes, el intendente de Cutral Co había dicho que su acuerdo con Javier Bertoldi estaba cerrado en un 90 por ciento, que solo restaba definir quién encabezaría la fórmula kirchnerista cuando sus respectivos partidos “se pusieran de acuerdo”.
Rioseco le había pedido tiempo hasta el 15 de diciembre a Quiroga. Ese día se definiría si, finalmente, conformarían una fórmula. El llamado de Oscar Parrilli, dos días antes de la interna del MPN, aceleró los tiempos. El lunes, tras el encuentro en la Rosada, ambos posaron gustosos para una foto. Y enseguida el PJ activó la convocatoria de ayer, para fijar la fecha de su interna, el paso previo para que Rioseco y Bertoldi sean los candidatos kirchneristas.
El operativo culminó con una fórmula justicialista casi posicionada para 2015. Pero también dividió al electorado en tres. Por un lado, el MPN y su semiautomático piso del 30% de votantes; en el otro rincón, la fórmula del kirchnerismo impulsada por Parrilli; y Pechi y su candidato(a), sobre el que todavía hay un cúmulo de incógnitas.
La fórmula de los “50 puntos”
Pechi y Rioseco dicen que juntos medían “casi 50 puntos”. El “encuestómetro” de los últimos meses es ubicuo a la hora de sus veredictos. Y la arena preelectoral, movediza como pocas veces. El cruce de intereses y las sucesiones en juego se cristalizan en números para casi todos los gustos. Vale decir, entonces, que sí, en efecto, juntos medían bien. Pero ¿se podía hacer una lectura lineal de los números? A saber: mis votos, más los tuyos, son nuestros votos sumados. Difícil, cuando no dudoso. “Cuando nos medimos juntos, los números son explosivos”, decían los candidatos hasta hace diez días. En este escenario beneficioso para ambos, lo que parece haber imperado es la tozudez. En Buenos Aires, dicen, la reunión fue buena. Y luego los dos se profesaron respetos mutuos públicamente.
Parrilli y otros chicos del montón
El PJ va en busca de eludir su fantasma más temido: no tener una fórmula de peso en el 2015. En el peor escenario, busca quedar segundo en las provinciales del año que viene y cumplir con el precepto básico de que siempre será mejor que cera de Vaca Muerta quede un soldado de la causa o un alfil del sapagismo y no Pechi Quiroga, que esta semana dijo que el mejor presidente sería Muricio Macri.
El PJ, por eso, se apresta a buscar que todo el kirchnerismo se abroquele detrás de sus candidatos. Para eso sirve la convocatoria realizada ayer. En algún punto, permitirá medir otras expectativas internas, y de no haberlas, Rioseco y Bertoldi se encontrarán con el terreno más allanado. Así se abre un escenario en el que finalmente podría no haber un comicio en el PJ, aunque eso dependerá de negociaciones en todo el FpV.
El PJ va en busca de eludir su fantasma más temido: no tener una fórmula de peso en el 2015. En el peor escenario, busca quedar segundo en las provinciales del año que viene y cumplir con el precepto básico de que siempre será mejor que cera de Vaca Muerta quede un soldado de la causa o un alfil del sapagismo y no Pechi Quiroga, que esta semana dijo que el mejor presidente sería Muricio Macri.
El PJ, por eso, se apresta a buscar que todo el kirchnerismo se abroquele detrás de sus candidatos. Para eso sirve la convocatoria realizada ayer. En algún punto, permitirá medir otras expectativas internas, y de no haberlas, Rioseco y Bertoldi se encontrarán con el terreno más allanado. Así se abre un escenario en el que finalmente podría no haber un comicio en el PJ, aunque eso dependerá de negociaciones en todo el FpV.
